- El X Congreso Latinoamericano de Plantas Medicinales, el primero que se realiza en México, se desarrolla del 7 al 11 de septiembre
- Al inaugurarlo, el rector Martín Aguilar Sánchez dijo que su estudio es fundamental en el contexto actual
- “Las plantas medicinales son un recurso biocultural de los países latinoamericanos, la pandemia permitió valorar su uso”, expresó Leticia Cano Asseleih, investigadora del Citro-UV
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: Luis Fernando Fernández Carrillo
07/09/2022, Xalapa, Ver.- Con la participación de investigadores, médicos tradicionales, especialistas en etnobotánica y estudiantes de varios países de América Latina, inició en la Universidad Veracruzana (UV) el X Congreso Latinoamericano de Plantas Medicinales (Coplamed), el cual se realiza por primera vez en México a través del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de esta casa de estudios y la Sociedad Latinoamericana de Plantas Medicinales (Solaplamed).
El rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez, lo inauguró este miércoles 7 de septiembre, en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), en presencia de José Luis Martínez Salinas, secretario permanente de la Solaplamed, y de Citlalli López Binnquist, coordinadora del Citro.
Aplaudió esta iniciativa que se desarrolla del 7 al 11 de septiembre y congrega a biólogos, biólogas, etnobotánicos, etnobotánicas, químicos y químicas, médicos y médicas tradicionales, y otros especialistas de Latinoamérica de países como: Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Brasil y Argentina.
Subrayó que el estudio de las plantas medicinales es fundamental en el contexto actual, donde la necesidad de dar respuesta a los problemas comunes obliga a ir al encuentro de conocimientos e intereses que tradicionalmente habían quedado fuera del mapa del saber.
Resaltó su uso desde hace miles de años por comunidades de todo el continente americano; sin embargo, hasta hace poco la comunidad médica empezó a examinar sus propiedades químicas y a emplearlas para el desarrollo de fármacos y terapias clínicas.
“En la UV pensamos que para desplegar su actividad creadora de conocimientos, las instituciones de educación superior necesitamos movernos en los límites entre la teoría y la práctica, en los cruces entre lo natural y lo humano, en las zonas de tránsito entre identidades culturales y la distancia que separa, ética y políticamente, las distintas esferas de la investigación.”
Lo anterior implica rastrear territorios ignorados, salir del occidentalismo, abrir los oídos a culturas que no han sido las dominantes en la historia de la ciencia, y aceptar como científicas prácticas de expresión, de escritura, de encuentro, y de creación que no cabrían en lo que se aprende hoy en día en las aulas de las facultades del sistema universitario global.
“Los dominios de la universidad deben ser desbordados. Son tiempos de una universidad sin dominio; mejor dicho, son tiempos de una universidad sin dominación”, expresó.
La pandemia permitió valorar el uso de las plantas medicinales
Leticia Cano Asseleih, presidenta del comité organizador del evento e investigadora del Citro, comentó los objetivos del congreso: compartir experiencias; intercambiar ideas; conocer los avances científicos y tecnológicos en investigación de las plantas medicinales, a partir de las aportaciones de un grupo de científicos, médicos tradicionales, alópatas y estudiantes.
Indicó que las plantas medicinales son un recurso biocultural de los países latinoamericanos hermanados en la fuerte tradición de su uso, lo cual permitió reconocer su valor, particularmente durante la pandemia.
“Indiscutiblemente, la permanencia de la práctica médica tradicional y popular, aunada a los resultados de la investigación científica, experimental e interdisciplinaria, ha demostrado su efectividad.”
Enfatizó el doble festejo que este congreso representa, pues desde el primero, realizado en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, en 2013, había transcurrido ininterrumpidamente hasta el inicio de la contingencia sanitaria que los obligó a llevarlo a la virtualidad.
Por eso, hoy se celebra la participación de 23 conferencias magistrales y 194 ponencias de México, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Brasil, El Salvador, Cuba y Estados Unidos.
Antes de su intervención, José Luis Martínez pidió un minuto de silencio por quienes perdieron la vida a raíz de la COVID-19. Luego de esa pausa, agradeció el respaldo de la UV, al ser sede del congreso que por primera vez sale de Sudamérica.
Estuvieron en este acto: Francisco Salgado Arteaga, rector de la Universidad de Azuay de Cuenca, Ecuador; Juan Manuel Díaz Yarto, subdirector de Seguimiento Regional y representante del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y María García López, de los Servicios de Salud de Veracruz.
También, José García Valencia, representante de la Organización de Médicos Tradicionales de Papantla, en compañía de Guadalupe Lobato Aldana, Fabiola Sabes Castillo y Yolanda Vázquez Pérez, integrantes de este organismo.
De igual manera, asistió Pascuala Miguel Hernández, integrante del Grupo de Apoyo “La Medicina Indígena Tradicional GRAMIT de Ixhuatlancillo”, así como miembros del comité organizador.
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