- Bajo la tutoría de académicos de la Facultad de Biología UV llevan diez años trabajando en la zona cercana a Las Vigas
Jorge Vázquez Pacheco
Fotos: Omar Portilla Palacios y cortesía de Luis Pacheco Cobos
15/01/2025. Xalapa, Ver.- Tesistas y académicos cumplieron diez años de colaboración con habitantes de El Llanillo Redondo, comunidad cercana a Las Vigas de Ramírez, donde sus habitantes les han compartido conocimientos biológicos y culinarios relacionados con los hongos silvestres.
Axel Ceja, Jazmín Vázquez Guzmán, Luis Gerardo Flores Hernández y Jorge Salvador Utrera González, estudiantes la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), bajo la guía de los académicos Luis Pacheco Cobos y Marco Antonio Flores, compartieron en entrevista sus experiencias en torno de una actividad característica de esa población.
Los alumnos, quienes realizan su servicio social y trabajan sobre su tesis de licenciatura o maestría, refirieron detalles sobre esta actividad que va más allá de la micología y abarca cuestiones tanto biológicas como sociales.
Mencionaron que existe una larga tradición en el consumo de estos recursos forestales y por generaciones se han transmitido sus beneficios, así como la distinción entre comestibles, tóxicos y medicinales.
Pacheco Cobos señaló que cada alumno se especializa en diferentes rasgos y las mujeres de la población, que básicamente son quienes se dedican a la recolecta, no tienen inconveniente en compartir sus conocimientos.
“Los vecinos valoran el recurso, enseñan a los niños y comparten las diversas recetas para cocinarlos; cada familia tiene sus propias formas para prepararlos y conservarlos. Es muy interesante la cadena de conocimientos, que también hallamos en las poblaciones Los Pescados y El Conejo”, añadió el académico.
Al preguntar cómo puede la población urbana capitalizar los conocimientos de aquella gente, dijo que el intercambio de conocimientos es básico porque aportan información en el aspecto nutrimental, sobre la toxicidad y beneficios.
“Diversas familias obtienen beneficios económicos por la comercialización de estos hongos y muchos de los que se consumen en la ciudad de Xalapa proceden de aquella región.”
Pacheco Cobos ve en esto un enorme potencial económico, porque la comercialización podría darse incluso a nivel internacional.
En un festival organizado recientemente por esos diez años de trabajo, en el salón comunitario se impartieron charlas, concurso de recetas y talleres. También fue invitado un artista urbano para realizar un mural alusivo.
Marco Antonio Flores, biólogo y primer tesista que trabajó sobre los aspectos tecnológicos, resaltó la necesidad de abordar distintos aspectos transdisciplinarios como culturalizar sobre las diferencias entre recolectar y cultivar.
“Los roles que juegan la cultura y la comercialización son muy importantes. Hemos trabajado mucho tiempo y registrado hasta siete mil especies de hongos, pero aún hay mucho por desarrollar. La información recopilada no nos pertenece; somos un vehículo de la academia para que las recolectoras nos digan qué necesitan, porque los lugares donde juntan los hongos son personales, no es información que esté al alcance de todos.”
Los entrevistados coinciden en que la UV puede contribuir a generar vías de comercialización, pues quienes les compran lo hacen generalmente para revender.
En México hay más de 400 especies de hongos comestibles y en la región apenas se conoce una veintena; esto es, hay un mundo por delante, incluso en lo que respecta a sus cualidades medicinales.
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