- Voluntariado UV y LEPACH, A.C. organizaron un festejo en el que estuvieron presentes familiares, padrinos y médicos del Cecan
- Bailaron el vals El Danubio azul, interpretado por la Orquesta Universitaria de Música Popular de la UV
- “El cáncer también nos da la oportunidad de tener un enemigo en común a vencer”: Ethel Jaimes, titular del Cecan
Claudia Peralta Vázquez
06/12/2017, Xalapa, Ver.- El día tan anhelado llegó. Las manecillas del reloj marcaron las ocho de la mañana y las puertas del salón de fiestas se abrieron para recibir a siete jovencitas y cuatro jóvenes inquietos y emocionados por cumplir un sueño que creían lejos de su realidad.
Alejados del ambiente hospitalario y de las indicaciones de los médicos del área de oncopediatría del Centro Estatal de Cancerología “Miguel Dorantes Mesa” (Cecan), Rogelio, José Antonio, Humberto, Alejandro, Daniela, Itzel, Zabdi, Ana Patricia, María del Pilar, Ana Cristina y Esmeralda festejaron sus XV años, pero sobre todo celebraron la vida que les ha mostrado un panorama poco alentador y, a su vez, les ha permitido luchar y aferrarse a ella como nunca imaginaron hacerlo.
En el evento estuvo ausente Janeth, quien por complicaciones en su salud y las bajas defensas ocasionadas por la enfermedad, la obligaron a permanecer bajo los cuidados del personal del Cecan hasta que su condición mejore.
Familiares, amigos, padrinos y personal del Voluntariado de la Universidad Veracruzana (UV) y de la Fundación LEPACH, A.C. “Luz y Esperanza Para Amigos con Cáncer”, fueron los invitados especiales a este festejo plagado de alegría.
La cita para los cumpleañeros fue a las 8:00 horas y tras degustar de un rico desayuno empezó el arreglo personal, el peinado, maquillaje, colocación del tocado, del vestido y finalmente de los accesorios para lucir radiantes en esta ocasión y participar en una sesión de fotos.
La ceremonia eucarística empezó a las 11:00 horas en un área adaptada para ello y ubicada un piso más arriba del salón de fiestas.
Después de ello, los festejados bajaron del brazo de sus respectivos chambelanes hasta el acceso principal al salón. Ahí esperaron un par de minutos el anuncio del maestro de ceremonias.
Los aplausos por parte de los invitados no se hicieron esperar, y acompañaron el recorrido de las parejas por el centro del salón ─decorado con una pista multicolor─ hasta acomodarse en la mesa oficial cubierta por un largo mantel y adornada con flores de varias tonalidades.
A un extremo, los integrantes de la Orquesta Universitaria de Música Popular de la UV ya afinaban sus instrumentos para interpretar el tradicional vals.
Pero antes, Elia Beltrán Coronel, presidenta del Voluntariado UV, tomó el micrófono para agradecer las muestras de apoyo de los integrantes de este organismo, así como de empresas particulares que colaboraron en la realización de la ceremonia, de la fiesta y del banquete, y se encargaron del arreglo personal de los quinceañeros y quinceañeras.
A través de una convocatoria en redes sociales se consiguieron los vestidos que lucieron este día las jovencitas. La respuesta de 35 ex quinceañeras fue inmediata.
Hoy es un día de fiesta para el Voluntariado UV, para LEPACH y el Cecan, agradezco a todos y cada una de las personas que siempre lo hacen posible, dijo.
“Algunos es la primera vez que nos apoyan y otros lo hacen de forma continua, dicen que estamos llenos de acontecimientos negativos pero yo sí creo en la bondad de la humanidad. Hoy nos motiva la felicidad de nuestros queridos pacientes del Cecan”, expresó a los benefactores y a la concurrencia.
Acto seguido, la directora del Cecan, Ethel Zulie Jaimes Reyes, compartió con los asistentes el significado del cáncer para quienes tienen cercanía con éste, “no sólo como prestadores de un servicio, profesionales de la salud, sino como papás o familiares”.
La noticia de que una persona tiene esta enfermedad es una situación que nos derrumba y siempre que se habla del padecimiento lo conceptualizamos como una forma negativa que nos ocurre en el trayecto de nuestra vida, agregó. “El cáncer también nos da la oportunidad de tener un enemigo en común a vencer”.
Un momento meramente emotivo fue la presentación de la Orquesta Nueva Vida, creada hace ocho meses y conformada por 10 niños sobrevivientes al cáncer, dirigidos por Javier Valero. En la música, ellos han visto una aliada, la forma de reponerse, sanar y transmitir sus emociones.
Finalmente, los acordes y el compás de una melodía conocida invadieron el ambiente. En medio de ovaciones y aplausos, los festejados y sus acompañantes acudieron al centro para seguir el ritmo lento y delicado de El Danubio azul, de Johann Strauss.
Sus padres, hermanos y familiares también se levantaron de sus asientos para abrazarlos y disfrutar la sensación de felicidad.
“Todo me ha parecido muy lindo, gracias por festejarnos, es nuestro día”, dijo Ana Cristina, estudiante de primer semestre de preparatoria, quien desde hace un año recibe tratamiento en el Cecan debido a un sarcoma.
“No me lo imaginé así de grande, hasta pensé que no iba a tener chambelán, por eso sentí muchos nervios al bailar el vals, también me gustó mucho mi vestido”, agregó.
“Que disfrute su fiesta, ella así la quería, la amo mucho”, continuó su mamá.
Igual de emocionada se mostró Ana Patricia, originaria de la comunidad La Guásima, municipio de Papantla, quien desde hace dos meses acude al Cecan cada ocho días por su tratamiento.
El diagnóstico es leucemia linfoblástica aguda, pero eso no la frena en sus ilusiones pues confía en seguir luchando contra la enfermedad para estar con su familia.
“Le he echado muchas ganas a mi tratamiento, salí del internamiento y eso ya es un avance”, compartió.
“Me siento muy contenta y emocionada por mi hija Ana Patricia, la quiero mucho, yo no pude celebrarle sus XV años pero hoy los está disfrutando”, expresó su mamá María Guadalupe de la Cruz Maldonado.
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