Juan Ortiz Escamilla
Enrique Florescano es, así en tiempo presente, uno de los intelectuales más importantes de México, cuyo legado siempre es complejo ponerlo en su justa dimensión como escritor, profesor, historiador e impulsor de instituciones y de proyectos de investigación pensados para un público amplio.
Me considero un hombre afortunado porque desde mi formación como historiador me sentí fuertemente atraído por la obra de Florescano, concretamente con las relaciones geográficas y su libro Los precios del maíz. Después fui su alumno en El Colegio de México y desde 2007 tuve la dicha de colaborar de manera cercana en proyectos como el libro Actores y escenarios de la guerra de 1810 y en varios de los 28 títulos que conforman la colección sobre los patrimonios y del que destaca el Atlas de los patrimonios natural, histórico y cultural de Veracruz, entre otros.
¿Qué tiene de particular la personalidad y obra de Enrique Florescano? Su capacidad para dialogar con personas de cualquier disciplina y estrato social; caminante incansable en busca de conocimiento, formador de grupos de trabajo y transmisor de saberes hacia un público en general, Enrique Florescano, sin duda, un veracruzano y mexicano universal de tiempo completo.
Brevemente haré referencia al legado que Enrique Florescano regala a los veracruzanos. Gracias a él, a lo largo de los últimos 15 años se publicaron 28 volúmenes como resultado de las investigaciones interdisciplinarias sobre su querido estado de Veracruz. Desde 1996, él y un grupo de destacados científicos acuñaron la categoría de patrimonio en el sentido que hoy tiene, entendido como el conjunto de “bienes sociales y de responsabilidad común”.
Los trabajos interdisciplinarios sobre Veracruz evidenciaron los amplios conocimientos que por disciplina se habían alcanzado en México, pero que no dialogaban entre sí; ahora lo hacen en torno a una preocupación común: el futuro de los patrimonios de México. De esta manera, el conocimiento deja de ser exclusivo de una élite y se socializa primero entre científicos y luego con todos los actores sociales.
Quienes participamos en la elaboración de la colección estamos convencidos de que la responsabilidad para alcanzar la preservación y recuperación de los patrimonios de México no es exclusiva de los gobiernos, de una institución o grupo social en particular, sino de cada persona, de la sociedad en su conjunto.
De los estudios elaborados se desprende que el estado de Veracruz está conformado por un complejo sistema de cuencas hidrológicas, de paisajes naturales, históricos y culturales, que sólo pueden apreciarse a partir de la elaboración y difusión de estudios inter y transdisciplinarios que expliquen su dinámica en un proceso de larga duración. El modelo de acercamiento propuesto en la colección nos permite tender una mirada integral –no fragmentada– de la conformación de Veracruz como un espacio vivo, abierto y en permanente transformación.
Con los trabajos coordinados por Enrique Florescano, se ofrece al público en general un instrumento de consulta con información enciclopédica básica, para apoyar al sistema educativo en todos los niveles, reforzar los valores identitarios de los veracruzanos e incrementar el bagaje cultural de la sociedad. Dentro de esta lógica, la colección brinda un conjunto de textos con una base científica de amena lectura que, auxiliados de imágenes fotográficas, mapas geográficos, históricos, antropológicos, económicos, demográficos, lingüísticos y gastronómicos, por citar algunos, permitirá recuperar y revalorar desde una perspectiva integral el papel estratégico de Veracruz a escala planetaria en términos de geoclimatología, biodiversidad, historicidad y diversidad cultural.
Los académicos que participamos en esta colección consideramos que para garantizar la tutela, la preservación, la revaloración, la revitalización, la difusión y uso del patrimonio como un bien social y factor de desarrollo sustentable que asegure su transmisión a las generaciones futuras1, es fundamental no perder de vista que la ecología, la historia y la cultura tienen el mismo valor para la supervivencia de nuestra sociedad y, por tanto, no se pueden desvincular.
Los trabajos coordinados por Florescano en Veracruz proponen una forma de relacionarnos con nuestro entorno, bien sea el medio natural, la historia y la cultura, herencia de las generaciones que nos antecedieron. Quizá el mayor reconocimiento que una persona puede recibir en vida es el que los biólogos que participaron en la elaboración del Atlas de la flora de Veracruz. Un patrimonio en peligro, otorgara a Enrique Florescano: descubrieron una nueva planta a la que pusieron por nombre, Monstera Florescaneana, con la cual continuará abriendo brecha para que las nuevas generaciones valoren y preserven la vida en todas sus manifestaciones y dejen constancia de sus aprendizajes.
1. Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, Junta de Andalucía, Sevilla, 26 de noviembre de 2007.
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