- El Cendhiu-UV coordinó el evento para recordar el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, cada 10 de septiembre
- De acuerdo con la OMS, cada año suceden 800 mil casos a escala global, 79% son varones
Jorge Vázquez Pacheco
Fotos: César Pisil Ramos
12/09/2023, Xalapa, Ver.- El suicido es un problema global de salud pública y es necesario abordarlo de manera frontal, mencionó Rosa Elena Vitte Montessoro, responsable de Comunicación y Difusión del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) de la Universidad Veracruzana (UV).
En el conversatorio “Hablemos del suicidio para tratar de prevenirlo”, realizado por Zoom, recordó que el 10 de este mes se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Jorge Sánchez-Mejorada Fernández, coordinador del Cendhiu, fue el moderador; las consideraciones y comentarios estuvieron a cargo de Yumuri Guadalupe Vera, maestra en Salud Pública y gestora en el Sistema de Atención Integral a la Salud de la UV; y Adriana Espinosa de los Monteros, médico cirujano y especialista en psiquiatría por la UNAM.
Esta última, indicó que el suicidio implica factores sociales, psicológicos, culturales y hasta ambientales con gran impacto social, sanitario y familiar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año ocurren 800 mil casos a nivel global.
Tan sólo en la región de las Américas sucedieron 98 mil suicidios entre 2015 y 2019, el 79% eran varones; la mayor tasa se registró entre adultos de 45 a 59 años, al tiempo que el porcentaje total se incrementó un 17% de 2000 a 2019.
Dijo que quienes se han autolesionado son propensos entre 25 y 40 veces más que la población en general. La gente de raza blanca es más vulnerable que los afroamericanos y los viudos son más proclives al año siguiente de la pérdida de su cónyuge.
Por último, Adriana Espinosa comentó también en torno de los factores biológicos y los trastornos mentales.
Yumuri Vera disertó sobre los factores psicosociales del suicidio y definió a éste como un fenómeno multicausal relacionado con una serie de factores de orden personal familiar y social. “No sólo afecta a la gente que vive en países de altos ingresos; de hecho, el 77% de los ocurridos en 2019 se dieron en países de bajo nivel económico”. Destacó que para prevenir este lamentable fenómeno “debemos ir más allá de limitar el acceso a los métodos para cometerlo; es necesario fortalecer las habilidades socioemocionales y mejorar el acceso a la atención de salud mental”.
Agregó que también se deben abordar los factores contextuales que afectan de forma diferente a hombres y mujeres, lo cual requiere un enfoque de toda la sociedad.
Para concluir, Sánchez-Mejorada Fernández comentó que el conversatorio responde a una necesidad social que se exacerbó en la etapa de pandemia, y al finalizar ésta, muestra efectos que requieren una atención más allá de lo superficial.
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