- Sergio Sánchez Díaz, académico del CIESAS Ciudad de México impartió la conferencia “Etnografía: Estudios del trabajo en tiempos violentos” en el IIH-S de la UV
- En el Seminario Permanente Interinstitucional, también participaron Manuel Uribe Cruz, investigador del INAH, y Saúl Moreno Andrade, director regional del CIESAS Golfo.
David Sandoval Rodríguez
20/06/18 Xalapa, Ver.- El fenómeno de la migración que ocurre en la frontera de México con Estados Unidos tiene muchas modalidades, las cuales es posible conocer a través de la etnografía, expresó Sergio Sánchez Díaz, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Ciudad de México, en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS) de la Universidad Veracruzana (UV).
Con la conferencia “Etnografía: Estudios del trabajo en tiempos violentos”, el académico participó dentro del Seminario Permanente Interinstitucional “Repensar la etnografía: reflexiones epistemológicas y metodológicas sobre el quehacer en el trabajo de campo” que organiza el IIHS en colaboración con el CIESAS Golfo y la representación estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El jueves 14 de junio, en el auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán”, Sánchez Díaz presentó parte de los resultados de un trabajo de investigación efectuado de 2013 a 2015 en el que se aplicó un estudio comparativo entre las poblaciones de Ciudad Juárez en Chihuahua y El Paso, Texas en Estados Unidos.
En su vertiente, Sánchez Díaz participó con un equipo de académicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) que entrevistó a 30 personas y aplicó diversos test, provenientes de la psicología social, para dimensionar su situación migratoria en un contexto de violencia.
“Es una exploración de las percepciones, de los sentimientos de migrantes en Ciudad Juárez durante los últimos años y se hace a partir de un financiamiento de la Universidad de California en Los Ángeles que estudia la salud de los migrantes”, comentó.
“Se entrevistó, sobre todo, a mexicanos que, más que migrantes son desplazados; se habla de migraciones pero éstas son muy diversas, tienen muchas modalidades y el concepto se queda corto”.
El hambre, la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia son las causas de sus desplazamientos, a lo que se suman las guerras civiles y los fenómenos naturales que desplazan a los habitantes de Centroamérica.
“No es exagerado decir que el valle de Juárez y Tijuana son lugares con el mayor cruce de drogas en el mundo y se sabe muy bien dónde están los cruces, Ciudad Juárez es una ciudad que controla los cárteles de la droga y se la pelean duro e incluso tienen repartidos los puentes internacionales”, subrayó el investigador.
La violencia exacerbada que vive la población es patente en los testimonios y las entrevistas, afirmó, “son testimonios de guerra realmente, es una violencia que creo que es el valor de los testimonios, dar cuenta de la guerra que hemos vivido desde hace varios años”.
En este mismo seminario participaron Manuel Uribe Cruz, investigador del INAH, y Saúl Moreno Andrade, director regional del CIESAS Golfo.
Manuel Uribe Cruz, también integrante de la coordinación del seminario, destacó que Sergio Sánchez Díaz se ha dedicado a trabajar en la región de la frontera norte del país, caracterizada por la precariedad, la migración y la violencia.
Destacó que los trabajos etnográficos son los que realmente nos permiten conocer a ras de tierra y hablar con los interlocutores, quienes viven la situación, más allá de los índices macroeconómicos”, aseveró.
Por su parte, Saúl Moreno Andrade, recordó que este seminario surge con la etnografía como interés fundamental y que, más allá de lo institucional, tiene como temática central a la etnografía y al método.
“La experiencia directa del campo lo hace altamente valioso actualmente, al grado de que se habla, en temas institucionales, que se requiere profundizar en el conocimiento a través de una etnografía, como una etnografía del estado, una etnografía de las prácticas en las aulas y en cualquier campo.”
Hay un crecimiento personal del etnógrafo en el conocimiento del otro y eso es muy importante, porque se puede aplicar en diferentes campos, “es una herramienta poderosísima que tiene la antropología particularmente pero también el resto de las ciencias sociales”, recalcó Moreno Andrade.
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