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Funcionamiento cerebral de un director de orquesta es complejo

  • No es lo mismo el cerebro de un músico que es director de orquesta, que el de un músico, que es violinista”: Genaro Coria

 

Lanfranco Marcelletti dirigió con un electroencefalógrafo

 

Karina de la Paz Reyes

13/03/2018, Xalapa, Ver.- Científicos del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV) mostraron cómo funciona en tiempo real el cerebro de un músico mientras dirige una agrupación y el de otro a la hora de ejecutar su instrumento. La complejidad y la sutileza son los rasgos que distinguen a uno de otro.

La Semana Mundial del Cerebro 2018 “El cerebro y las artes”, inició con la cátedra “Adalberto Fox: el arte de la creatividad”, el lunes 12 de marzo. Ahí, el coordinador del Cice, Jorge Manzo Denes, desarrolló una charla sobre el arte de la creatividad; enseguida, éste y el director de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), Lanfranco Marcelletti, sostuvieron un conversatorio.

Por último, Marcelletti dirigió una agrupación musical –con cinco integrantes de la OSX– mientras dos investigadores del Cice hicieron un registro de su actividad cerebral que fue proyectado al público en tiempo real.

El pensamiento inconsciente es más efectivo
A manera de introducción, Manzo Denes citó al físico, matemático e inventor Arquímedes de Siracusa y su deducción de que el volumen del agua que asciende es igual al del cuerpo sumergido; al físico Isaac Newton, autor de la ley de gravitación universal, y al fisiólogo Otto Loewi, Premio Nobel de Medicina 1936 por sus contribuciones al conocimiento de la transmisión química de los impulsos nerviosos.

Recordó que Arquímedes se estaba bañando cuando llegó a tal conjetura; mientras que Newton estaba debajo de un árbol de manzanas y fue precisamente la caída de una de ellas la que inspiró sus teorías físicas; por su parte, Loewi soñó el experimento y una vez despierto lo puso en práctica.

“El común denominador de las tres historias es que ninguno de los tres estaba trabajando en el problema cuando lo solucionó”, subrayó el científico.

Explicó que el pensamiento está dividido en dos partes: el consciente y el inconsciente. El primero hace referencia al tiempo que las personas dedican para atender un problema, asunto, pendiente o cuestión, tales ideas que se crean y pasan al inconsciente.

Es más, cuando se desarrollan actividades que no están dirigidas al problema, el pensamiento inconsciente sigue trabajando. “Lo que ha mostrado la neurociencia actual es que el pensamiento inconsciente es mucho más hábil para solucionar problemas”.

Añadió que las neurociencias también han dejado en claro que no se le ocurrirá algo a una persona sobre un tema nunca antes tocado. Por ejemplo, si no sabe cocinar, jamás se le ocurrirá una nueva receta, en otras palabras, “si no hay una actividad consciente de trabajo, el pensamiento inconsciente no generará nada de la nada”.

Por ello, invitó a trabajar con el pensamiento consciente, de manera constante, pero también a hacer otras actividades –leer, ir al cine, pasear– para dejar que el pensamiento inconsciente haga su trabajo.

Del latir del corazón a la música
Por más de 40 minutos, el Coordinador del Cice sostuvo un conversatorio con el Director de la OSX en el que tocaron diversos temas, inspirados en conocer las vivencias de un director orquestal, a propósito de la relación cerebro-arte y música-creatividad cerebral.

Los temas se remontaron al origen de la música y al respecto Lanfranco Marcelletti, expresó: “(Sigmund) Freud decía que la primera música que existe es la del corazón de la madre. Pienso que casi todas las manifestaciones que hemos hecho con sonido tienen una relación muy fuerte con el latido del corazón.

”En el inicio, el sonido era utilizado para guerra, para avisar de peligro, pero para mí el hombre también ha tenido mucha influencia de la naturaleza, por ejemplo el canto de los pájaros.”

Para él, el latido del corazón es el primer sonido básico y la primera manifestación es el canto, por eso está a favor de introducir a los niños en la música a través del canto.

Otros temas abordados: el momento en que él decidió ser músico y sobre todo director orquestal; si un músico nace o se hace; la preparación y concentración que se requiere para atender, escuchar y dirigir cada uno de los músicos y respectivos instrumentos en una orquesta; incluso, el estado de ánimo y sus efectos o posibles repercusiones al momento de estar en plena ejecución.

Complejo y sutil
El científico del Cice, Genaro Coria Ávila, explicó que en la Semana Mundial del Cerebro 2018 contemplaron realizar un ejercicio didáctico que consistió en colocar un electroencefalógrafo en el cerebro del Director de la OSX y dos de los músicos de tal agrupación.

El objetivo fue que cada uno de los 16 electrodos que tiene el equipo detectara actividad en cambios de voltaje eléctrico de la corteza cerebral que está debajo de la piel, cráneo y meninges.

“Cada vez que usamos nuestro cerebro para movernos y pensar, las neuronas cambian de voltaje y estos electrodos logran captar esos cambios y lo proyectan en una espiga. De una manera muy didáctica pudimos ver cómo el cerebro del maestro Lanfranco tiene una actividad mucho más compleja y cuando se lo pusimos a los maestros músicos logramos detectar las sutilezas del cerebro para mover manos y dedos.

”No es lo mismo –cerebralmente hablando– el cerebro de un músico que es director de orquesta, que el de un músico, que es violinista”, explicó.

Coria Ávila aprovechó para destacar la apertura del Cice para dirigir tesis y recibir estudiantes cuyo tema central sea la relación cerebro-música. “Nosotros estamos en fases iniciales. En realidad es en animales de laboratorio, por ejemplo, el efecto positivo que tiene la música en animales autistas”.

La actividad fue desarrollada por Genaro Coria Ávila y su homólogo del Cice, Luis Beltrán-Parrrazal.

 

Conversatorio entre Lanfranco Marcelletti y Manuel Manzo