- Es otorgado por la Biocodex Microbiota Foundation y sólo elige tres proyectos a nivel mundial
- El estudio consiste en evaluar el riesgo de disbiosis intestinal y su correlación con el ecosistema intestinal de niños mexicanos

José Enrique Meza Alvarado, Rubí Viveros Contreras y Silvia Lara Arellano lideran el proyecto ganador del Premio “Henri Boulard”
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: (1) Omar Portilla Palacios; (2, 3 y 4) cortesía CIB
17/12/2022, Xalapa, Ver.- Investigadores del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB) de la Universidad Veracruzana (UV), en colaboración con la Facultad de Enfermería, realizaron un estudio que consiste en la evaluación del riesgo de disbiosis intestinal y su correlación con el ecosistema intestinal de niños mexicanos, el cual fue reconocido con el Premio de Salud Pública “Henri Boulard”.
Este galardón, otorgado por la Biocodex MicrobiotaFoundation a partir de 2021, recompensa y respalda las iniciativas innovadoras capaces de mejorar la salud de las poblaciones a través de la microbiota intestinal, únicamente en tres regiones del mundo: Asia, Latinoamérica y Oriente Medio de África.
El premio está dedicado a Henri Boulard, biólogo francés descubridor en Indochina de la levadura Saccharomyces boulardii, con efectos benéficos para regular la microbiota intestinal y otras patologías como la diarrea.
Este año, en Latinoamérica la Biocodex Microbiota Foundation reconoció el proyecto “Validación de un cuestionario de tamizaje diseñado para evaluar el riesgo de disbiosis intestinal y su correlación con el ecosistema intestinal de niños mexicanos”, liderado por Rubí Viveros Contreras, en colaboración con José Enrique Meza Alvarado, investigadores del CIB, y Silvia Lara Arellano, de la Facultad de Enfermería.
“A nivel internacional está destacando la investigación que se realiza en la UV”, expresó Rubí Viveros y mencionó además la importancia del primer apoyo que recibió en 2021 por parte del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet).
Gracias a ello, se logró evaluar a 120 niños en edad preescolar de una comunidad de Emiliano Zapata y de Banderilla. El estudio arrojó resultados desfavorables, en el sentido de que se detectó una alta prevalencia de parasitosis en los infantes; es decir, no sólo detectaron bacterias poco benéficas dentro del ecosistema intestinal, sino también parásitos que podrían estar alterando la microbiota intestinal.

Estudiantes de la Facultad de Enfermería UV también colaboraron en el desarrollo de la investigación
Lo anterior es resultado de prácticas deficientes de higiene en el manejo de los alimentos, comer fuera de casa y alimentación con altos contenidos de productos ultraprocesados. “Todo esto lleva a una alteración de la microbiota intestinal, y si no se actúa a tiempo repercutirá negativamente en la salud a largo plazo y en la edad adulta”, advirtió la especialista.
Debido a esta situación puede generarse una disbiosis o alteración de las bacterias benéficas contra las dañinas. No sólo repercute en la salud gastrointestinal, pues también se le relaciona con obesidad, asma, diabetes, autismo, e incluso padecimientos como esquizofrenia, depresión y ansiedad.
El primer paso del proyecto fue la construcción de un cuestionario bajo un estricto diseño metodológico, el cual está siendo aplicado a los padres de familia. Se trata de un instrumento que arroja datos epidemiológicos muy relevantes dentro de la progamación metabólica perinatal del infante, así como los hábitos y estilo de vida en el que se encuentra actualmente.
“Lo importante es que no existe un instrumento validado como tal que indique un riesgo de disbiosis intestinal, los análisis moleculares de laboratorio son muy costosos y no son tan accesibles para la población.”
La especialista destacó que gracias a este reconocimiento –que tiene además una recompensa de 10 mil euros– podrán continuar el estudio y aumentar el tamaño de la muestra en beneficio de más niños, así como evaluar la asociación de los parasitos con la disbiosis intestinal.

Alumnas del Doctorado en Ciencias Biomédicas se involucraron en los talleres dirigidos a padres de familia
Asimismo, con ciertas adecuaciones culturales y de idioma, esta herramienta también podrá aplicarse en otros países para obtener resultados no sólo a nivel local, estatal o nacional, sino una vinculación internacional.
Al advertir respecto al consumo de alimentos ultraprocesados, lo cual genera disbiosis entre la población, José Enrique Meza subrayó que con este premio la UV ha sido muy agraciada al reconocerse la calidad de los proyectos de investigación de sus académicos, pues se ajusta al Programa de Trabajo 2021-2025 “Por una transformación integral”, que en su eje cuatro prioriza la investigación e innovación con impacto social, así como la transferencia de tecnología y conocimiento.
Con ello, el CIB contribuye a la generación de conocimiento orientado a su aplicación en la atención de problemas de salud de la población, “no sólo se queda en investigación básica, sino aplicada”.
De igual forma, reconoció la colaboración de estudiantes de diferentes programas educativos (PE) de la UV, entre ellos: Nutrición, Medicina, Bioanálisis, Química Farmacéutica Biológica (QFB), Enfermería, y del Doctorado en Ciencias Biomédicas.
Silvia Lara, docente de Enfermería, comentó la participación en este proyecto de 30 alumnos y alumnas de la Experiencia Educativa (EE) Práctica Comunitaria de Atención Primaria a la Salud, en colaboración con el CIB-UV, DIF municipal de Banderilla, escuelas y centros de salud.

Los universitarios recibieron capacitación para realizar las encuestas y así conocer el riesgo de disbiosis intestinal en infantes
“Es una vinculación amplia porque no sólo abarca dependencias de la UV, sino también a los municipios.”
El apoyo de los universitarios consistió en aplicar encuestas a los padres de familia, y la somatometría de toma de peso, talla y perímetros de los niños.
“Fue una oportunidad para los estudiantes de involucrarse en un proyecto de investigación y aprender sobre el tema.”
A través de la aplicación del cuestionario, los estudiantes tuvieron que capacitarse en cuanto al manejo y significado de ciertos términos, para transmitirlos de forma fácil y entendible a los padres.
También, desarrollaron talleres informativos sobre promoción de la salud y elaboración de alimentos saludables, a fin de que los infantes tengan una alimentación sana y balanceada. Esto, en conjunto con escuelas, centro de salud y DIF municipal, para su atención oportuna.