- Gutiérrez Zamora fue fundada por familias italianas, traídas como «modelo» de la producción individual
- Los totonacos siguieron produciendo igual que milenios atrás: en grupo
Karina de la Paz Reyes Díaz
31/01/2018, Xalapa, Ver.- Desde hace casi tres décadas, la investigadora de la Universidad Veracruzana (UV) Filiberta Gómez Cruz, estudia los poblamientos costeros del Golfo de México. Inició con Tuxpan, después Tampico, Tamiahua y actualmente lo hace en Gutiérrez Zamora, ciudad fundada por familias de italianos cuya principal actividad económica ha sido desde su arribo al lugar, el cultivo y exportación de vainilla.
“Me parece muy importante, porque hay una diversidad en el desarrollo de cada uno de los puertos. Inicié estudiando Tuxpan, después seguí con Tampico, y explicar por qué éste es más importante que aquél.
“Luego estudié Tamiahua pues fue más importante que Tuxpan en la Colonia. Ahí había un asentamiento de milicianos. Después me seguí a Tecolutla a estudiar cómo se pueblan las costas de ese río. Creo que me detendré ahí o quizá llegue a Nautla. Pero ése es otro proceso.”
Desde 1990, la Directora del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) ha trabajado en la historia económica de las poblaciones costeras ya citadas, y entre sus principales intereses está conocer más la zona norte de Veracruz.
“Casi todos los estudios históricos están centrados en las principales ciudades: Córdoba, Orizaba, Xalapa y Veracruz. Hay muy pocos trabajos de Tuxpan, por ejemplo.”
Los Gaya, familia que ha trascendido en el tiempo
“Mi interés en conocer la empresa Gaya y otras, cuyos dueños son familias de vainilleros de Gutiérrez Zamora, es porque observé que se trata de un corredor económico que comprende Poza Rica, Papantla, Gutiérrez Zamora y Tecolutla”, explicó de la investigación de historia económica en curso.
Precisó que la familia Gaya no llegó a Gutiérrez Zamora en la primera migración, sino en la segunda, en la de la década de 1880. El primero de la estirpe, José Gaya, trajo consigo una innovación tecnológica: el horno que se usaba para matar el gusano de seda y lo adaptó para el secado de la vainilla. Tal innovación fue bien recibida por los vainilleros de Papantla pues anteriormente utilizaban hornos de barro.
Si don José inició el negocio con la exportación, uno de sus hijos, Orlando, la continuó al crear y exportar el licor de vainilla, cuyo nombre hasta la fecha es “Xanat”; otro de los descendientes, Ítalo, optó por la certificación orgánica de la vainilla; y Norma, quien actualmente es la gerente de la empresa, se ha ocupado de apoyar la creación de institutos de investigación de tal orquídea.
Es decir, se trata de una empresa familiar vainillera en constante evolución desde el siglo XIX al presente, el XXI.
“La mayor virtud de los Gaya es que han logrado trascender en el tiempo y desde el siglo XIX hasta la actualidad permanecen en el negocio vainillero y con éxito. A pesar de los reveses que la naturaleza les ha dado, ellos vuelven a resurgir.
“Uno llegó con el horno secador, otro transformó la vainilla en licor, otro la certificó como orgánica. Ellos se transforman tecnológicamente para permanecer en el mercado y que sea un negocio redituable”, explicó la investigadora del IIH-S.
Pueblo fundado a la orilla del Tecolutla
Filiberta Gómez Cruz compartió que le llamó la atención la historia del lugar, pues se trata de un pueblo que se fundó a raíz de una migración de colonos italianos. Ellos llegaron a un lugar cercano que se llama El Cristo y poco a poco se mudaron a Gutiérrez Zamora.
Como en aquel entonces la vainilla era un producto altamente rentable, decidieron establecer sus bodegas a orillas del Tecolutla; por ello, lo que se beneficiaba en Papantla se llevaba a Gutiérrez Zamora y de ahí se embarcaba para Veracruz, cuyo destino final era principalmente Francia.
Fue hasta 1877 que el lugar adquirió el rango de municipio, cuyo nombre es en honor al entonces gobernador Manuel Gutiérrez Zamora. Estas familias de italianos se amigaron con las francesas de San Rafael, las españolas de Papantla y conformaron “la élite de la región”.
La historiadora recordó que Manuel Gutiérrez Zamora era un liberal y gobernador de Veracruz cuando Benito Juárez se estableció en la entidad, como consecuencia de que Maximiliano de Habsburgo había tomado la Ciudad de México.
“Este proyecto de traer colonos a Veracruz fue una idea de los liberales, quienes pensaban que si se establecían colonias modelo de extranjeros la población local aprendería a trabajar de manera individual y dejaría esas costumbres indígenas de trabajar en grupo y solamente para el autoconsumo; pero los totonacos siguieron produciendo igual que milenios atrás.”
Esta investigación sobre la historia económica de esa región actualmente está en curso y la universitaria tiene interés en documentar otras familias italianas más.
“Este tipo de estudios resaltan las riquezas regionales de Veracruz, cómo cada región tiene su propia manera de salir adelante y contribuir a una sólida economía veracruzana. La vainilla es un producto muy noble que da trabajo a muchas personas. Necesita mucha gente para polinizarla, cosecharla y beneficiarla. Dentro de la zona hay otras actividades que también ocupan mucha población, como la citricultura (principalmente naranja y limón) y eso las sostiene.”
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