- Claire Dorrity, investigadora del University College Cork, señaló las carencias que enfrentan los migrantes en su país
- La situación que se vive en Europa en general combina la desatención de los gobiernos y el crecimiento de organizaciones de extrema derecha
David Sandoval Rodríguez
05/11/2019, Xalapa, Ver.- La situación actual para los solicitantes de asilo en Irlanda es preocupante ya que el gobierno ha reducido sus apoyos y la agenda política de organizaciones de extrema derecha comienza a ser preponderante, compartió Claire Dorrity, directora académica del Diplomado en Desarrollo y Estudios sobre Derechos Humanos del University College Cork (UCC).
La investigadora participó en el encuentro “Experiencias de Irlanda, México y Colombia. Migrantes refugiados y asilo político”, que se realizó en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH–S) de la Universidad Veracruzana (UV).
Al darle la bienvenida al IIH-S, su directora, Filiberta Gómez Cruz, apuntó que los aportes de la investigadora redundarán en los estudios sobre la migración que coordina Carlos Garrido de la Calleja, quien también estuvo presente.
“Es realmente un estudio muy necesario que ha llamado la atención de las autoridades universitarias, así como de distintas organizaciones sociales, y nos sentimos muy orgullosos de contar con la presencia de la doctora Claire”, dijo.
Dorrity, quien es miembro del Instituto de Ciencias Sociales del Siglo 21 en la UCC, fue invitada al Seminario “Pensar las universidades santuario en América Latina”, que se celebró el lunes 28 de octubre.
En su charla en el IIH–S, se refirió a la situación que enfrentan en su país los solicitantes de asilo (asylum seekers), personas que son desplazadas de sus países por diversas razones, principalmente por conflictos armados.
Con los cambios en la legislación de la Unión Europea y del propio país, a partir del año 2000 los solicitantes de asilo no pueden llegar a vivir y buscar un trabajo porque se les canaliza a áreas especiales donde tienen que establecer su residencia mientras se regulariza su situación; dichas áreas son similares a los hostales, es decir que no se encuentran en campos de refugiados.
Sin embargo, con base en su investigación encontró que solamente nueve de más de 40 organizaciones de la sociedad civil registradas en Irlanda cuentan realmente con un programa que brinde atención a los refugiados y solicitantes de asilo.
La labor de estas organizaciones se ha dificultado debido a la inacción del gobierno y al incremento de la presencia de la agenda política identificada con los valores de la extrema derecha, así como de un rechazo creciente de la ciudadanía a acoger a personas de otros países que buscan refugio.
Explicó que los solicitantes de asilo se diferencian de los refugiados ya que estos últimos han sido reconocidos como tales por la Convención de Refugiados de 1951, mientras que los primeros son personas cuyo estatus oficial no ha sido determinado y están en espera de una resolución con carácter internacional, pero ya han tenido que abandonar su país o región de origen.
Como ejemplo del cese de garantías individuales para los solicitantes de asilo, detalló el caso de una mujer con tres hijos que había sido operada del abdomen; ella fue retirada de su albergue a la madrugada y separada de sus hijos, incluso en esta acción se lastimó y aun así fue deportada de Irlanda.
En la presentación estuvo Cliona Maher, quien realizó la traducción simultánea al español.
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