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ISP establecerá Sistema de Vigilancia Epidemiológico de Tuberculosis

  • Único en su tipo a nivel nacional
  • Investigadores de la UV trabajan en este proyecto y esperan darlo a conocer en 2017, para controlar la diseminación de la enfermedad en todo el país
  • En México, cada año cobra la vida de mil 800 personas, entre adultos y niños

 

Claudia Peralta Vázquez

 

La Universidad Veracruzana (UV), a través del Instituto en Salud Pública (ISP), desarrolla actualmente un proyecto de investigación único a nivel nacional que apunta hacia la instalación de un Sistema de Vigilancia Epidemiológico Molecular de Tuberculosis, enfermedad infecciosa que en México cada año cobra la vida de alrededor de mil 800 personas, entre adultos y niños.

Se espera que los resultados de este trabajo realizado por el cuerpo académico (CA) Investigación Biomédica en Salud Pública, se den a conocer en 2017 ante autoridades del Programa Nacional de Tuberculosis. De aprobarse su efectividad, éste será implementado en cada entidad del país.

Roberto Zenteno Cuevas, integrante del CA, dio a conocer que el objetivo de este estudio, financiado en 2014 por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) mediante la convocatoria de Proyectos Nacionales, es obtener una caracterización biológica molecular del ADN de Mycobacterium tuberculosis, y establecer estrategias de prevención en la diseminación de la infección.

Roberto Zenteno Cuevas, investigador del Instituto de Salud Pública de la UV.

Roberto Zenteno Cuevas, investigador del Instituto de Salud Pública de la UV.

Esto servirá para determinar huellas moleculares y conocer la distribución de los diferentes tipos de micobacteria entre la población, ya que no es un sólo agente infeccioso presente, sino varios tipos o variantes.

Con esta finalidad, los investigadores del ISP visitaron el Instituto de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Florida, Estados Unidos, donde este sistema ya opera, y así conocer su funcionamiento.

En México, la tuberculosis se mantiene como una enfermedad de importancia en salud pública. Anualmente se diagnostican alrededor de 20 mil casos. Veracruz ocupa el octavo lugar a nivel nacional con dos mil personas afectadas; dicha situación se ha agravado debido a la presencia de diferentes tipos de cepas de tuberculosis resistentes al tratamiento.

Cabe señalar que en el mundo, al año se reportan más de 10 millones de personas infectadas por este mal, de las cuales 700 mil desarrollan resistencia a los fármacos.

Señaló que por norma oficial, la tuberculosis no significa un gasto para el paciente; el problema radica en que es un tratamiento extenso con una duración de entre cuatro y seis meses.

“El abandono del tratamiento empeora el panorama, así como la comorbilidad de la enfermedad con diabetes mellitus y VIH-SIDA que debilitan el sistema inmunológico.”

Zenteno Cuevas explicó que la desnutrición y pobreza son los principales factores predisponentes asociados a la enfermedad, aunque a través de la respiración todos somos susceptibles a padecerla. “Se transmite por vías respiratorias, al momento que la persona tose, estornuda, habla y emite bacterias por medio de la saliva”.

Tos recurrente por más de 15 días, baja de peso importante, fiebres nocturnas y sudoraciones, se identifican como los principales síntomas.

Por ello la importancia de establecer un Sistema de Vigilancia Epidemiológico Molecular de Tuberculosis, que permita realizar un monitoreo de los diferentes tipos de micobacteria presente en la población e identificar aquellos patógenos altamente peligrosos.

Resaltó que la contribución de los Servicios de Salud de Veracruz en este proyecto ha sido significativa, sobre todo en la creación de una base de datos con información recuperada de pacientes infectados de tuberculosis.

Añadió que a la fecha se tiene un avance de 125 muestras analizadas de un total de 400. Es decir, con las facilidades otorgadas por la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz, los investigadores tienen acceso al paciente, recuperan una serie de datos que alimentan el sistema, toman muestras de expectoración para el aislamiento clínico y extraen ADN para su caracterización.

De hecho, ante esta instancia se han emitido reportes de cepas altamente virulentas registradas en diversas regiones de la entidad veracruzana.

Habló del caso de un paciente infectado con Mycobacterium bovis, el cual se transmite por alimentos contaminados y no por vías respiratorias: “Si el ganado bovino está infectado por esta micobacteria, la leche que proviene de esa vaca también está contaminada y si no es hervida correctamente, la persona puede desarrollar tuberculosis”.

Además, el patógeno es resistente a uno de los cuatro medicamentos empleados en el tratamiento contra la enfermedad.

A este respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece tres líneas de trabajo: creación de nuevas vacunas, medicamentos e investigación, para identificar factores de riesgo principalmente entre la población infantil, ya que a nivel internacional un millón de niños mueren al año a consecuencia de este mal.

Destacó que en otras partes del mundo, el Sistema de Vigilancia Epidemiológico Molecular opera desde hace mucho tiempo, sobre todo en países como Francia, España, Estados Unidos y Japón, donde los casos de personas infectadas son incorporados a este esquema.

Asimismo, detalló que existen entre ocho y 12 grandes familias o linajes de la enfermedad que se han multiplicado desde la primera interacción de la micobacteria con el ser humano, en África.

A partir de esto, todas las migraciones humanas fueron acompañadas por el agente infeccioso. De ahí que científicamente esté demostrado que esos grandes linajes se hayan desarrollado en paralelo a la evolución del hombre.

El investigador del ISP señaló que ante el alto flujo migratorio que existe en Veracruz, con este sistema se han identificado algunos linajes provenientes de África y no de México, lo cual hace pensar que muchos barcos que llegaron en su momento pudieron haberlos traído.

De igual forma, se cree que esos grupos estén presentes desde el proceso de esclavitud del siglo pasado y antepasado. En este sentido, subrayó la trascendencia del proyecto de investigación que contribuirá a tener más herramientas y establecer mejores procedimientos de intervención en el individuo infectado y contactos cercanos.

El CA Investigación Biomédica en Salud Pública está conformado por los investigadores: Elda María del Rocío Coutiño Rodríguez, Clara Luz Sampieri Ramírez, Roberto Zenteno Cuevas, Hilda Montero Ladrón de Guevara, Rebeca García Román y Omar Elind Arroyo Helguera.

 

 

 

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