- Antonio de Jesús Cruz Ceballos es un adolescente prodigio que eligió esta Universidad para culminar su primera licenciatura
- Desde los nueve años fue diagnosticado como niño sobredotado por el Centro de Atención al Talento (Cedat)
David Sandoval Rodríguez
Xalapa, Ver., 26/06/2017.- Fueron dos líneas del poema “El camino no transitado”, de Robert Frost, las que motivaron a Antonio de Jesús Cruz Ceballos, joven de 15 años, a enfocar su trabajo recepcional en realizar un análisis discursivo de la obra del poeta estadounidense.
El fruto de su investigación culminó el jueves 22 de junio en el Aula “Librado Basilio” de la Unidad de Humanidades, donde sustentó el examen de grado para egresar de la Licenciatura en Lengua Inglesa de la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV).
Desde los nueve años, Antonio Cruz fue diagnosticado como niño sobredotado por el Centro de Atención al Talento (Cedat) y tuvo problemas para integrarse a la escuela primaria, por ello su familia apoyó la decisión de estudiar en la UV.
“Me siento muy alegre y satisfecho de haber acabado esta etapa de la universidad en la Facultad de Idiomas pero no me voy, siempre será mi primera Facultad, tengo algo de nostalgia pero sé que no me alejaré del todo”, dijo posterior al acto.
Actualmente el joven también estudia la carrera de Psicología en una universidad privada de la capital veracruzana y tiene planes de ingresar a la Licenciatura en Medicina porque su proyecto a mediano plazo es cursar una maestría en biomedicina.
Con un trabajo de análisis discursivo del poema “The Road not taken” del estadounidense Frost, el sustentante presentó su examen de grado en inglés, explicando las razones que le llevaron a elegir este tópico y el enfoque metodológico a través del cual abordó el poema.
Los sinodales destacaron además que estos versos de Frost ofrecen múltiples significados, por lo cual son un tema de estudio en las universidades norteamericanas, como lo señaló el académico Cándido Guevara Zamora.
Igualmente, la profesora Claudia Buenfil Rodríguez dijo que fue un gusto y un placer trabajar en la tesis, pero también fue muy divertido convivir durante las clases y reconoció que el poema es uno de los más destacados del autor y de la literatura estadounidense, por la misma razón uno de los más difíciles de analizar.
Por su parte, el catedrático Copérnico Fernando Pereyra Centella felicitó al joven y a su familia, presente en el aula, por haber formado a una persona con sólidos valores y un alto sentido de responsabilidad que seguramente lo llevarán a lograr todo lo que se proponga en adelante.
Acotó además que este logro involucra tanto a su familia como a sus amigos y a los profesores que estuvieron apoyando la formación del universitario; en ese sentido, le recordó que tenga presente este esfuerzo colectivo en cualquier lugar en el que se encuentre estudiando.
Al finalizar la exposición los sinodales sugirieron que se otorgara la mención honorífica al trabajo recepcional e hicieron la lectura protocolaria del acta de examen.
Cruz Ceballos recordó el inicio de su interés por la obra: “Consideré que éste era un buen poema, con mucho potencial para analizar, recuerdo que lo conocí en una clase de licenciatura y pensé que era bueno”.
Posteriormente pudo combinar este interés con los aspectos teóricos y metodológicos, detalló: “Hubo un tiempo en el que me interesé en la teoría del discurso y decidí trabajarlo con el poema, así combiné dos cosas que me gustan; me decidí por este poema cuando leí las dos primeras líneas: Tomé el camino menos transitado, eso marcó toda la diferencia. He oído que las tesis de literatura son las más raras y dije: tomaré el camino menos transitado a ver si hago alguna diferencia”.
Asimismo, Carmen Báez Velázquez, directora de la Facultad de Idiomas, extendió su felicitación a los padres y familiares de Antonio, a quienes manifestó su agradecimiento por haber depositado la confianza en la institución y en la Facultad, porque además de ser su tutorado, el adolescente tuvo una disposición extraordinaria a lo largo de su licenciatura.
El padre de Antonio Cruz manifestó un profundo agradecimiento: “En primer lugar a Dios, porque le dio esa capacidad a nuestro pequeño que ingresó a los 12 años a la Universidad; también agradecemos a la institución por brindarnos el apoyo para que su coeficiente destaque al máximo”.
Reconoció que en este logro hubo un trabajo en equipo de la familia y de los profesores: “Apoyamos a Antonio como tenía que ser, se buscó una capacitación y en ese sentido tuvimos todo el apoyo, que a la postre logró este resultado”, subrayó.
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