- Dictó la conferencia “La historia y las humanidades en el México del siglo XXI”, en el MAX
- “La interdisciplinariedad es básica para poder modificar la forma de pensar y ser de la humanidad”, dijo a los universitarios asistentes
Paola Cortés Pérez
Foto: Omar Portilla Palacios
30/08/2022, Xalapa, Ver.- La investigación debe tener una visión social, debe servir a la gente, subrayó Juan Ortiz Escamilla, titular de la Dirección General de Investigaciones (DGI) de la Universidad Veracruzana (UV), al participar en la Feria de las Humanidades y Ciencias Sociales.
El investigador dictó la conferencia magistral “La historia y las humanidades en el México del siglo XXI”, la tarde del lunes 29 de agosto en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
Mencionó que hoy en día es importante comprender y reflexionar qué sucede con las humanidades y las ciencias sociales, especialmente en este momento en que el trabajo de los científicos no está enfocado en la realidad nacional.
“Tendríamos que preguntar cómo explicar estos fenómenos, cómo fomentar el diálogo entre diversas disciplinas y qué espera la sociedad de los científicos.
”Los investigadores universitarios recibimos un salario con recursos públicos, lo que nos obliga a rendir cuentas y a demostrar que tuvo un buen fin.”
Además, señaló, se percibe un problema serio en las universidades públicas: la separación investigador y docente; mientras el primero permanece en los institutos, el segundo se encuentra en las facultades. “Esto no debería suceder, no es lo óptimo”.
Para dar respuesta a las preguntas anteriormente planteadas, abordó tres aspectos relevantes: la relación que guarda la sociedad con la historia, las ciencias sociales y las humanidades; el papel de las humanidades y las ciencias sociales en comparación con las denominadas ciencias duras, y el papel de las ciencias y su incidencia en la solución de problemas sociales.
Con respecto al primer punto, comentó que como científico social el anteponer el interés personal al público es, quizás, una de las razones que explica bodegas repletas de libros que nadie lee. “Escribir para un grupo cerrado y publicar un montón de libros, es un costo muy alto que paga la sociedad”.
Es cierto que en el pasado no existía la separación entre ciencias duras y ciencias blandas, ya que los investigadores estaban enfocados en resolver los problemas sociales. Sin embargo, en los últimos 20 años se ha presentado una imposibilidad de diálogo entre científicos de diferentes áreas.
Desde el momento en que la visión cambió hacia la sociedad, todas las disciplinas están pensando en abordar desde sus áreas soluciones a problemáticas sociales, esto ha generado un cambio de paradigma entre las comunidades científicas y el papel que desempeñan.
“La crítica que haría a las humanidades y las ciencias sociales es que reprodujeron la idea y concepto de trabajo de las ciencias duras, lo que derivó en que todos los investigadores se especializaron en temas que llegaron a ser absurdos.
”Se nos olvidó que nuestro campo, nuestro laboratorio, es la sociedad misma, los pueblos, las comunidades, sus prácticas, su cultura; ahora estamos regresando a los orígenes. Los historiadores, aunque estudien un tema del siglo XVII o XVIII, tienen que explicarlo a partir de su realidad.”
Reiteró que como científicos sociales deben estar conscientes que el ser humano se sirve de la naturaleza y a partir de ello construye la historia, por lo tanto, no se puede ignorar la geografía. Deben tener una mentalidad más universal, la cual se aprende a través de la lectura.
“Tienen que leer, les costará y es pesado, pero es maravilloso porque les posibilita reconstruir y conocer otras realidades.”
Finalmente, dijo a los jóvenes que la interdisciplinariedad es básica para modificar la forma de pensar y ser de la humanidad, porque ninguna disciplina por sí sola puede plantear alternativas de solución amplias.
“La sociedad necesita a sus científicos, no pueden ser ajenos a las problemáticas.”
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