- “Debe ser exclusiva durante los primeros seis meses, y continuada cuando menos hasta los dos años de edad”: Alejandra Rangel Junquera, alumna de la Maestría en Salud Pública
José Luis Couttolenc Soto
13/07/2021, Xalapa, Ver.- Alejandra Rangel Junquera, alumna de la Maestría en Salud Pública (MSP) de la Universidad Veracruzana (UV), destacó la importancia de que sea respetada la “hora dorada”, que es aquella en la que el bebé debe recibir desde su primera hora de vida la leche de la madre, por los beneficios y protección que proporciona al recién nacido.
Bajo la dirección de Clara Luz Sampieri Ramírez, investigadora del Instituto de Salud Pública (ISP), la egresada de la Facultad de Medicina de la UV elaboró su tesis de posgrado “Conocimiento de los residentes del Programa de Especialidades Médicas de la Universidad Veracruzana para apoyar el inicio de la lactancia materna”, tema que, aseguró, le ha interesado desde que inició su formación profesional.
De acuerdo con su investigación, considera necesario que sean respetadas las recomendaciones nacionales e internacionales sobre lactancia materna, que ésta sea exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continuada cuando menos hasta los dos años de edad, que la información relacionada sea transmitida con base en evidencias científicas, que se dé mayor difusión y respeto al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna, y que los hospitales se certifiquen bajo la iniciativa “Hospital Amigo del Niño”.
La estudiante universitaria, quien aspira a una certificación como Consultora Internacional Certificada en Lactancia Materna y Doctorado, opinó que la responsabilidad de la lactancia no debe recaer sólo en la mujer, sino que debe ser apoyada por personal capacitado puesto que esta práctica requiere de habilidad, así como dejar de perpetuar mitos que secundan a la lactancia materna.
En otra parte de su tesis, Rangel Junquera destaca que esta alimentación que el bebé recibe directamente de su madre representa una estrategia en salud pública, “es la norma biológica del ser humano que trae beneficios desde el momento en que se inicia, y se le considera una primera vacuna porque es una protección que brinda la mamá al niño”.
Otro aspecto a destacar es la recomendación de que la lactancia materna inicie durante la primera hora de vida, pues permite que se establezca con mayor facilidad. La lactancia materna brinda protección a corto y mediano plazo, ayuda a disminuir los ingresos hospitalarios, evita el gasto en fórmulas lácteas y beneficia al medio ambiente al no generar basura.
Los beneficios a la madre son a largo plazo, le ayuda a prevenir depresión postparto, diversos tipos de cáncer como el de mama y ovario, previene el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2, artritis reumatoide, enfermedades del sistema cardiovascular, así como la aparición de osteoporosis, y problemas generales del sistema endocrino.
Dijo que los sucedáneos sólo deben ser usados cuando el bebé lo requiera y bajo prescripción médica, dado que tienen mayor riesgo de presentar obesidad, sobrepeso, alergias, problemas gastrointestinales y cólicos, y riesgos de morbilidad y mortalidad porque se pierden los beneficios que la leche materna aporta.
Por su parte, la investigadora Sampieri Ramírez expuso que la leche materna tiene células vivas, lo que no se encuentra en ningún sucedáneo, y explicó que el estudio de los componentes de la leche humana es un campo de gran interés científico. Estudios han documentado en la leche humana una gran diversidad y variedad de moléculas, tan sólo de proteínas se han estimado más de mil tipos, de ARN típico micro más de 800 y de oligosacáridos más de 300.
Agregó que desde el punto de vista científico representa una gran oportunidad para continuar investigando, dado que la leche materna es la norma biológica de alimentación, “hablamos de beneficios, pero desde el punto de vista evolutivo es una estrategia que le permite al bebé maximizar sus posibilidades de sobrevivencia, y a la madre le facilita el cuidado del hijo”.
Destacó que durante la pandemia por Covid-19 no se debe abandonar la práctica de la lactancia, puesto que no se ha comprobado que la leche de la madre sea un vehículo de transmisión del virus activo SARS-CoV-2, por lo que se deben seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud; las madres con sospecha o confirmación de Covid-19 para amamantar deben lavarse las manos con agua y jabón o limpiárselas con gel hidroalcohólico, así como utilizar una mascarilla médica.
El comité de tesis lo integran: Elda María del Rocío Coutiño Rodríguez, María Teresa Álvarez Bañuelos y Miguel Varela Cardoso, y como asesores Karina Gutiérrez Fragoso y Luis Sainz Vázquez.
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