• Jorge Alberto Barrios Payán, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y egresado de la UV, comentó a sus futuros colegas que su función no se reduce al campo clínico

Jorge Alberto Barrios, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y egresado de la Facultad de Bioanálisis UV

David Sandoval Rodríguez

03/09/18, Xalapa, Ver.- La historia de la medicina moderna está fuertemente cimentada en la contribución de los químicos, afirmó Jorge Alberto Barrios Payán, químico del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

Al participar como conferencista en el Congreso Nacional “Evolución y trascendencia del químico clínico”, organizado por la Facultad de Bioanálisis de la Universidad Veracruzana (UV), el investigador declaró ante los estudiantes universitarios: “Es un orgullo estar con ustedes”, al ser egresado de la misma Facultad.

En su conferencia “El químico clínico y su contribución a la investigación médica básica”, dijo a los jóvenes que su interés “es transmitirles las posibilidades que tienen para desenvolverse en un campo completamente diferente a lo que están habituados durante la formación profesional, que es el campo clínico”.

Barrios Payán, quien es investigador en ciencias médicas en el Departamento de Patología y Anatomía Patológica de dicho instituto, recordó que ha habido numerosos avances en la tecnología y durante los últimos 100 años la medicina ha evolucionado en diversos sentidos, desde la forma en que trata las enfermedades, repara las lesiones o inclusive y lo más importante, previene los estados patológicos.

“Poder aplicar una vacuna al día de hoy nos indica el avance que ha tenido la ciencia y sus contribuciones en la medicina, pero esto no era así hace dos siglos, cuando en ningún hospital existía un laboratorio.”

La mayoría de los avances en la medicina se pueden atribuir a personas que se dedican a la química, subrayó, “personas como ustedes y como nosotros, químicos que tuvieron el interés de descubrir cómo funcionaban las cosas o cómo se originaban los procesos patológicos”.

Mencionó a Antoine François, Conde de Fourcroy, a quien calificó como un investigador original y lo definió como alguien que diseña un protocolo y lo imagina, lo describe y crea una estructura para seguir una serie de pasos, una hipótesis que busca comprobar, a esto se refiere la originalidad, dijo.

En 1791 este químico propuso en Francia que al interior de las salas de hospitalización se instalaran laboratorios donde analizar las excreciones, con el fin de investigar la naturaleza de las enfermedades.

Señaló que la investigación es un elemento que está presente desde que la química empezó a utilizarse en la medicina, por ello exhortó a los jóvenes a investigar y buscar las respuestas por su cuenta.

La investigación médica tiene un objetivo: generar nuevos conocimientos que ayudarán al diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades en humanos. Sus áreas de investigación están integradas en tres grandes ramas: investigación clínica, que se realiza directamente en pacientes; investigación farmacéutica, que tiene una gran ventaja porque se financia con grandes capitales, pero se dedica únicamente a crear y mejorar la efectividad de los fármacos.

Para ejemplificar este punto dijo que “por cada fármaco que ustedes compran, 10 de esta misma serie no llegaron al mercado y además le tomó 10 años llegar a la farmacia, esto con una inversión promedio, en la actualidad, de 10 millones de dólares”.

La tercera rama es la investigación médica básica, de la cual han surgido tratamientos para diabetes, hipertensión, arterosclerosis, VIH-SIDA, así como diversos antibióticos.

“Todo esto ha sido gracias a la investigación médica básica y ha incidido en el modo de vida de la actualidad, con un incremento en la longevidad y menos enfermedades”, afirmó.