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México, poco comprometido para reducir consumo de tabaco

  • James F. Thrasher impartió la ponencia “Políticas públicas para reducir el tabaquismo”, en el Instituto de Salud Pública
  • Nuestro país tiene muchas tareas pendientes al respecto; una de ellas, la aplicación de altos impuestos para disminuir su consumo

 

James F. Thrasher, investigador de la Universidad de Carolina del Sur, Estados Unidos

James F. Thrasher, investigador de la Universidad de Carolina del Sur, Estados Unidos

 

Claudia Peralta Vázquez

 

Xalapa, Ver. 30/06/2016.- Con base en las medidas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir el consumo de tabaco, México no garantiza a sus habitantes el cumplimiento de políticas públicas tales como la aplicación de altos impuestos a la industria tabacalera, prohibición de publicidad, creación de espacios libres de humo de tabaco y advertencias sanitarias, declaró James F. Thrasher, investigador de la Universidad de Carolina del Sur, Estados Unidos.

En su visita a la Universidad Veracruzana (UV), invitado por el Instituto de Salud Pública (ISP) y el Departamento de Adicciones del Instituto de Ciencias de la Salud (ICS), el académico impartió a través del sistema de videoconferencia la ponencia “Políticas públicas para reducir el tabaquismo”, dirigida a estudiantes de la Maestría en Prevención Integral del Consumo de Drogas, así como a público en general interesado en el tema.

El antropólogo, epidemiólogo y comunicólogo, con más de 30 publicaciones a nivel internacional, dio un panorama de la situación que prevalece en el mundo, donde cuatro empresas controlan el 79 por ciento del mercado global del tabaco. Advirtió que nuestro país tiene mucha tarea pendiente al respecto.

“Entre los países en vías de desarrollo, México se encuentra entre los primeros 10 con mayor número de fumadores”, informó el especialista quien además dio un cálculo de 5.1 millones de muertes asociadas al tabaco, que se registrarán entre 2015 y 2030.

En el marco de la ponencia, efectuada en el salón de usos múltiples del ISP, agregó que la carga de mortalidad es mayor en países en vías de desarrollo.

Subrayó que está comprobado que cuando hay aumento en el precio del tabaco hay un decremento en el consumo; por lo tanto, esa es la política pública más fuerte en todo el mundo.

La industria tabacalera, dijo, sigue siendo un negocio muy fuerte que busca la generación de nuevos mercados en los países en vías de desarrollo.

Opinó que en México se necesita incrementar el precio del cigarro, medida que en América Latina únicamente es aplicada por Chile.

En términos de advertencia sanitaria, James F. Thrasher comentó que de acuerdo con la OMS deben usarse pictogramas en el 50 por ciento de ambas caras de la cajetilla de cigarros, y en nuestro país se utiliza el 30 por ciento.

“En México, el pictograma sólo ocupa el frente, no tiene imágenes en la parte posterior.”

Respecto a los espacios libres de humo de tabaco, hay un hueco en la Ley General para el Control del Tabaco, ya que permite el uso de espacios para fumadores con sistema de extracción de aire.

 

James F. Thrasher impartió la ponencia “Políticas públicas para recudir el tabaquismo”

James F. Thrasher impartió la ponencia “Políticas públicas para recudir el tabaquismo”

 

En materia de publicidad, según la OMS se debe prohibir todo tipo de comunicación comercial que fomente el consumo del tabaco, y aquí se permite la publicidad en revistas para adultos y jóvenes adolescentes, así como la exhibición de cajetillas en puntos de venta y el posicionamiento pagado del cigarro en medios de comunicación, como cine y televisión.

Al respecto, James F. Thrasher compartió que sus principales investigaciones abordan la evidencia de intervenciones comunicativas y políticas públicas para promover comportamientos saludables.

Relató que en sus estudios ha evaluado el impacto de varias medidas preventivas y de información sobre el cigarro, y precisó que en 2003 varios países signaron un convenio marco para el control del tabaco, a través del cual el 80 por ciento de los habitantes del mundo están cubiertos por sus beneficios.

Un año después, México fue el primer país de América Latina en firmarlo; sin embargo, también fue el primero el violarlo y cancelarlo a finales de 2006.

En 2008, los estados de Tabasco y Ciudad de México implementaron espacios libres de humo de tabaco, y a través de la Ley General para el Control del Tabaco se restringió la publicidad y se establecieron espacios libres de humo de cigarro.

En septiembre de 2010 se implementó la primera ronda de advertencias sanitarias con pictogramas en México y cada año hay nuevas imágenes y mensajes. Pero a nivel federal, “desde 2012 no hemos visto acciones para el control del tabaco, ya que sólo se cuenta con el apoyo e iniciativa de algunos estados”.

Incluso, nueve de cada 10 películas que se producen en la República Mexicana promueven el tabaco. Asimismo, pese a la prohibición de cigarrillos electrónicos (sistema inhalador destinado a simular y sustituir el consumo de tabaco), éstos pueden encontrarse en Internet.

Las consecuencias son negativas y recaen en el consumo de cigarros en niños, adolescentes y no fumadores, cuando países del Reino Unido piensan en este modelo como una terapia para dejar de fumar.

Por su parte, Paulina Beverido Sustaeta, coordinadora de la Maestría en Prevención Integral del Consumo de Drogas, dio a conocer que cada semestre se invita a un experto nacional o extranjero, con la finalidad de que brinde una videoconferencia.

En la actualidad, un total de 21 alumnos cursan este posgrado en línea desde diferentes puntos del país. Destacó que ya han egresado estudiantes extranjeros, principalmente centroamericanos de países como: Nicaragua, Guatemala, Panamá y Costa Rica, así como un joven mexicano radicado en Washington.

Aseveró que como Coordinadora de la Maestría en Prevención Integral del Consumo de Drogas, se ha abocado en la formación de recursos humanos; no obstante, como investigadora pertenece al Cuerpo Académico Drogas y Adicciones, cuyos integrantes han realizado distintas investigaciones enfocadas en la reducción de la demanda de drogas.

De ahí parten diversas líneas de investigación relacionadas con factores psicosociales, VIH, discapacidad, migración y adicciones, así como prevención y tratamiento del consumo de drogas.

En el evento estuvo Gabriel Riande Juárez, director del Instituto de Salud Pública, y Enrique Collar Gómez, titular del programa “Espacios universitarios cien por ciento libres de humo de tabaco”.

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