• El escritor explicó que dentro del microcosmos en que ocurre, existen reglas que brindan la ilusión de posibilidad 

Carlos Hugo Hermida Rosales 

Fotos: César Pisil Ramos 

23/06/2022, Xalapa, Ver.- “La narrativa de ficción no tiene una libertad total de imaginación, ya que dentro del microcosmos en el que ocurre deben existir reglas que brinden la ilusión de posibilidad”, mencionó Geney Beltrán Félix, editor, traductor y novelista, en el tercer día de actividades de la decimocuarta edición del Curso de Creación Literaria para Jóvenes, que ofrecen la Universidad Veracruzana (UV) y la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m.). 

Al impartir la conferencia virtual “La narrativa como género literario”, el miércoles 22 de junio, el escritor disertó sobre el impulso que los seres humanos siempre han tenido de contar historias, ya sean reales, imposibles o maravillosas.  

Éstas deben tener una secuencia de hechos que produzcan un entorno dramático, que permita evolucionar a los personajes y modificar sus situaciones de vida. 

Geney Beltrán recordó que la narrativa se divide entre la conocida como de no ficción y la de ficción. La primera abarca crónicas, biografías, memorias, diarios y textos que son verificables y apelan a la verdad; lo que se cuenta allí en efecto ocurrió y el autor no puede permitirse falsear nada sobre ello y las afirmaciones o descripciones deben tener un alto grado de precisión. 

Por otro lado, la memoria es un relato basado en un periodo de la existencia del autor, la biografía narra toda su vida o la de alguien más, y la crónica aborda la historia de un suceso a través de un testigo directo. 

El novelista comentó que, por su parte, la narrativa de ficción relata acontecimientos no verificables y no se puede exigir que esté apegada a los hechos, ya que al leerla se establece el “pacto” de que la realidad es difusa. Sus máximos exponentes son la novela y el cuento, con sus variantes como la noveleta y los microcuentos. 

La novela narra acciones fingidas para brindar placer estético a los lectores con la descripción de personajes, pasiones y costumbres, y el cuento se caracteriza por su argumento sencillo que tiene objetivos lúdicos.  

Geney Beltrán enfatizó que, aunque los sucesos de la narrativa de ficción no hayan ocurrido nunca, deben ser escritos de forma persuasiva a fin de fomentar en el lector la idea de que hay posibilidad de que pasen.  

Explicó que la ficción cambia a través del tiempo, y que algunos hechos que hace siglos eran descritos como reales, actualmente pertenecen al ámbito de la fantasía.