• Señaló en Boca del Río el experto Víctor Alberto Ramos
• El geólogo argentino impartió en la Facultad de Ingeniería la ponencia “La subducción horizontal en los Andes: su evolución a través del tiempo”
• En 2013 le fue otorgado el Premio México Ciencia y Tecnología
• “Los recursos deben ser explotados y convertidos con la mayor precisión posible y el menor impacto para la sociedad”, expresó

Claudia Peralta Vázquez

La Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana (UV), región Veracruz-Boca del Río, recibió al científico y geólogo argentino Víctor Alberto Ramos, quien impartió la ponencia “La subducción horizontal en los Andes: su evolución a través del tiempo” y destacó la similitud entre México y el territorio andino respecto a la existencia de fenómenos naturales como los sismos.

Previo a su ponencia, el investigador ganador del Premio México de Ciencia y Tecnología 2013, otorgado por el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, dijo que después del terremoto de la Ciudad de México en 1985, los mexicanos estamos preparados y sabemos qué medidas de acción tomar ante un evento de tal magnitud y aceleración.

En un encuentro con medios de comunicación, reconoció la labor de geólogos y vulcanólogos mexicanos que son referentes a nivel nacional por el trabajo realizado en esta materia; dijo que el origen del devastador sismo de 1985 quizá tuvo que ver con el establecimiento de la ciudad sobre una laguna y zona poco firme y estable.

El geólogo argentino, Víctor Alberto Ramos, Premio México de Ciencia y Tecnología 2013.

El riesgo de que pueda ocurrir algo similar es mínimo y lo importante es que geólogos e ingenieros trabajen en conjunto para conocer los mecanismos que ocasionaron tal desastre.

Acompañado del vicerrector Alfonso Pérez Morales y de Rafael Díaz Sobac, director general del Área Académica Técnica, comentó que el caso de México no es el único, ya que otros países se han establecido sobre antiguos depósitos naturales, que igual pueden ser zonas sísmicas.

El Director del Laboratorio de Tectónica Andina del Instituto de Estudios Andinos “Don Pablo Groeber”, de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, aseveró que en la actualidad la geología se ha convertido en un campo muy importante por sus beneficios hacia la sociedad.

Explicó que tiene dos áreas de aplicación: la mitigación de los sismos, terremotos y tsunamis, así como el estudio de la producción y explotación de recursos minerales e hidrocarburos.

Alumnos de la Facultad de Ingeniería región Veracruz-Boca del Río.

“Es indispensable que el geólogo supervise, estudie y analice esos procesos para evitar que se contamine el medio ambiente”, dijo y añadió que también tiene un rol en la evaluación del impacto ambiental y los procesos antrópicos que el hombre hace para extraer minerales o petróleo, toda vez que cualquier actividad extractiva modifica la superficie de la tierra y el ambiente.

Por esta razón, la preocupación del gremio radica en cómo remediar esa extracción entre el momento inicial y final, con el objetivo de no dañar el ambiente, sobre todo por el cambio climático. Es necesario que los recursos sean explotados y convertidos con la mayor precisión posible y el menor impacto para la sociedad, subrayó.

Dio a conocer que en los Andes se lleva a cabo un registro de cómo y cuándo se producen los terremotos. Aunque si bien no se pueden predecir, se dan indicaciones sobre la peligrosidad en las zonas y la mitigación de sus efectos.

Víctor Alberto Ramos mencionó los terremotos registrados en 2010 en Chile y Haití. El primero, de intensidad de 8.8 en la escala de Richter; el segundo, apenas pasó de los siete grados y cobró la vida de miles de personas.

En Chile los daños fueron mínimos, igual las muertes asociadas a ese evento, lo cual se debió a que se conocían perfectamente las características potenciales de los terremotos y ya se habían hecho planes de contingencia para accionar a tiempo. “Ingenieros construyeron las casas a base de estructuras resistentes”, mencionó para ejemplificar.

Al comparar ambas situaciones, Ramos atribuyó el caso de Haití al desconocimiento geológico y al subdesarrollo, ya que cuando una sociedad es más pobre y menos desarrollada, no tiene capacidad para que sus estructuras sean resistentes.

Por ello, la preocupación de los geólogos es que la población esté preparada ante un fenómeno de este tipo, abundó el especialista e informó que en los últimos 15 años ha aumentado el estudio y conocimiento del impacto ambiental que puede producirse por la explotación secundaria o actividades no convencionales como el fracking.

Inclusive, en algún momento se pensó que la fracturación inducida podría ocasionar microsismo. Hoy, expertos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos han comprobado que no están asociados con esta situación. El fracking es una actividad normal y controlada que no representa ningún problema, expuso.

Por su parte, el vicerrector Alfonso Pérez dio a conocer que la UV, a través del Área Académica Técnica, cuenta con personal capacitado para realizar dictámenes sismológicos en cada metro cuadrado de la superficie del estado de Veracruz.

Por lo tanto, existen algunos sensores colocados en diversos sitios e investigadores dedicados a evaluar cada área de la superficie para la construcción de edificios resistentes ante un sismo.

Ante estudiantes y académicos de la Facultad de Ingeniería, Víctor Alberto Ramos aseveró que desde hace millones de años México ha tenido una subducción horizontal, la cual se origina de la inclinación de la corteza oceánica que se hunde debajo del continente.

Este arco de alrededor de 30 grados produce una serie de cambios en la estructura superficial del continente. Tan sólo gran parte de la Sierra Madre Oriental fue formada por la subducción horizontal.

“En México esto ya pasó y en los Andes la cadena está activa, lo cual provoca gran intensidad de la actividad sísmica en la Cordillera de los Andes y afecta también a países como Chile, Perú y Panamá.”

Víctor Alberto Ramos ha centrado su actividad en el estudio de la evolución de la tectónica de la Cordillera de los Andes y del Basamento de América del Sur. Sus aportes, constituyen una de las bases principales del conocimiento científico actual, relativo a la estructura de la corteza terrestre en la subducción de una placa oceánica por debajo de un continente.