Ciencia

Pulpa de chilacayote, con potencial para tratar el síndrome metabólico

 

  • Jimena Esther Alba Jiménez, del Centro de Investigación y Desarrollo en Alimentos, analiza su uso y efectos 
  • Tiene propiedades antioxidantes, disminuye los niveles de glucosa en la sangre y reduce la cantidad de colesterol, triglicéridos y grasa en el hígado 

 

Jimena Esther Alba Jiménez

 

Carlos Hugo Hermida Rosales 

Fotos: Luis Fernando Fernández (1) y cortesía entrevistada (2,3) 

10/03/2025, Xalapa, Ver.- Jimena Esther Alba Jiménez, del Centro de Investigación y Desarrollo en Alimentos de la Universidad Veracruzana (UV), analiza el uso de la pulpa de Cucurbita ficifolia (chilacayote) para tratar algunos parámetros del síndrome metabólico, grupo de condiciones que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y diabetes tipo 2. 

La investigadora explicó que el chilacayote es una planta rastrera nativa de América y su semilla es utilizada para la elaboración de pipián –salsa hecha a base de pepitas– en estados como Oaxaca.  

Su área de cultivo comprende climas templados y cálidos-húmedos, y en Veracruz abarca zonas en Acajete, Perote y Zongolica. 

 

El chilacayote se cultiva en Acajete, Perote y Zongolica

 

Jimena Alba mencionó que la pulpa del fruto de la planta contiene compuestos fenólicos –sustancias orgánicas con propiedades antioxidantes– y además es hipoglucémica –disminuye los niveles de glucosa en la sangre–.  

Igualmente, tiene efecto en algunos parámetros del síndrome metabólico, como la reducción de cantidad de colesterol, triglicéridos y grasa en el hígado.  

Jimena Alba declaró que el síndrome metabólico es un padecimiento difícil de tratar y, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), alrededor de 36 millones de mexicanos lo presentan, y de ellos dos millones tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, y 2.5 millones enfermedades cardiovasculares. 

Ante ello, el chilacayote posee un gran potencial, pues su pulpa puede deshidratarse, convertirse en harina y agregarse a distintos productos como panes y tortillas –muy populares entre la población–, a fin de aportar beneficios significativos a la salud de los consumidores. 

 

En su investigación, Jimena Alba ha colaborado con distintos docentes y alumnos

 

Esto incentivaría su cultivo, lo que favorecería a muchos agricultores, reactivaría la economía en algunas regiones, contribuyendo al bienestar social; no obstante, aún deben evaluarse las características del fruto cuando es cosechado en distintas temporadas del año.  

La experta enfatizó en la importancia de que las investigaciones realizadas en las instituciones de educación superior se orienten a resolver problemáticas de la población y tengan una incidencia positiva en diversas áreas.  

“Es primordial incentivar a los estudiantes a participar en este tipo de proyectos, pero sobre todo a difundir su labor para que la información no se quede guardada”, manifestó.  

La investigadora destacó que el chilacayote ha servido de alimento a nuestros ancestros por muchas generaciones, por lo cual es fundamental rescatar el conocimiento en torno a productos nativos que en la actualidad se encuentran en el olvido.