- Factores psicológicos intervienen en comportamientos alimentarios, propiciando que personas los utilicen para controlar estrés, ansiedad o depresión
María Libertad Paredes Díaz realizó investigación sobre regulación emocional y comportamiento alimentario
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: César Pisil Ramos
02/08/2023, Xalapa, Ver.- Diversos estudios refieren que en ocasiones las personas generan conductas que las llevan a aumentar la necesidad de comer, principalmente carbohidratos, y en otras les inhibe la saciedad alimentaria con repercusiones en su salud, lo que permite considerar que la regulación emocional juega un papel importante en el manejo de estados afectivos negativos.
Así lo señaló María Libertad Paredes Díaz, alumna de la Maestría en Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV), quien realiza la tesis “Efecto de un programa basado en habilidades de regulación emocional en estrés, ansiedad, depresión y comportamiento alimentario”.
Dijo que es conocido que el comportamiento alimentario de los individuos es un factor importante en los estilos de vida saludable; sin embargo, poco se considera la intervención de factores psicológicos como estados de ánimo, emociones, aprendizaje y las cogniciones pues, a pesar de jugar un papel decisivo, existen pocas intervenciones que aborden directamente la asociación ya evidenciada entre alimentación y emociones.
Bajo la dirección de Yolanda Campos Uscanga, académica e investigadora del Instituto de Salud Pública (ISP), Paredes Díaz desarrolló su estudio en 24 participantes de 18 a 59 años de edad; hizo dos mediciones longitudinales: una al inicio del programa y la segunda al final del mismo, para conocer los efectos en las variables en análisis.
María Libertad Paredes Díaz con su directora de tesis Yolanda Campos Uscanga
Como resultado pudo observar que al inicio de su trabajo los participantes registraban altos puntajes de estrés y ansiedad, los cuales disminuyeron al término de la medición.
Sobre la metodología utilizada, explicó que fue un estudio cuantitativo, longitudinal, prospectivo y de tipo cuasi experimental, en el que aplicó una batería de escalas psicométricas compuestas por la Escala de Dificultades de Regulación Emocional (DERS-15); la Escala de Ansiedad, Depresión y Estrés (DASS-21); el cuestionario de Comportamiento Alimentario en Adultos (AEBQ) y la Escala de Alimentación Emocional.
Con este trabajo, María Libertad Paredes hace evidente la relevancia de tomar en cuenta la desregulación emocional cuando se pretende mejorar la alimentación, dado que se puede estar usando como medio para regular las emociones.
Desde la perspectiva de la psicología, dijo que regular las emociones siempre va a ayudar a disminuir los riesgos o síntomas de estrés, entendido éste como la capacidad que tienen todos los individuos para controlar la respuesta a emociones de enojo, tristeza o preocupación.
“Si aprendemos a regularlos es posible que no nos estresemos tanto y disminuya nuestra ansiedad, eso tendrá un efecto benéfico, por ello es importante buscar estrategias que vienen desde la psicología, eso nos evitará llegar a la medicación”, apuntó la universitaria y añadió que son los síntomas graves los que requieren tratamiento farmacológico indicado por un médico previa valoración.
