• Queremos promover la cultura de la prevención: académicos
• Ésta fue una de las ciudades más afectadas por el huracán Karl en 2010
• Tlacotalpan, Cotaxtla y La Antigua serán parte del proyecto de educación ambiental del IIE

Edith Escalón

En la ciudad de Cardel, municipio de La Antigua, una de las zonas más afectadas por el huracán Karl que azotó en 2010 el centro de Veracruz, la Universidad Veracruzana (UV) inició en febrero una serie de actividades en bachilleratos para fomentar entre los jóvenes la cultura de la prevención, y prepararlos para enfrentar los riesgos relacionados con los efectos del cambio climático.

“La inundación de ese año fue desastrosa, el agua subió dos metros y muchos fallecieron. Lo que buscamos es ayudarlos a enfrentar estos fenómenos, a pensar de qué manera pueden hacerlo comunitariamente y salir lo mejor librados de estos eventos que van a seguir ocurriendo”, comentó Gloria Elena Cruz Sánchez, académica del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) que coordina el proyecto.

Gloria Elena Cruz Sánchez, investigadora del IIE en la línea de educación ambiental.

Ángel Fernández López, director de la Escuela de Bachilleres “Agustín Yáñez”, turno diurno, donde iniciaron las jornadas de intervención, explicó que fue a partir de las inundaciones de 2010  que empezaron a creer en la verdadera acción de la naturaleza y el cambio climático: “A partir de ahí le tenemos respeto y nos preocupa mucho más la educación sobre el riesgo y las formas de enfrentarlo”.

La escuela es una de las pocas que funcionaron como albergue durante el desastre y brindó atención a la población con el apoyo de estudiantes de la asignatura Paramédicos. Desde entonces, adoptaron la formación en el tema como prioridad para cientos de estudiantes, padres de familia y la comunidad en general.

Estudiantes de bachillerato participaron en actividades de educación sobre riesgo y cambio climático.

Tlacotalpan, Cotaxtla y La Antigua son los tres municipios que abarca el proyecto “Vulnerabilidad, riesgo y resiliencia en tres comunidades del estado de Veracruz afectadas por fenómenos hidrometeorológicos”, donde una decena de investigadores y estudiantes de la línea de educación ambiental del IIE llevarán a cabo actividades de educación y comunicación del riesgo.

La intervención, explicó Gloria Elena Cruz, da continuidad a las investigaciones que desde 2012 inició el cuerpo académico (CA) Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desarrollo sobre percepción del riesgo, y que hoy cuenta con el apoyo de universitarios de otras dependencias que trabajan el tema.

Los jóvenes se quedan a cargo de las casas cuando mujeres, niños y adultos mayores van a refugios.

“El diagnóstico inicial nos dejó ver que la mayoría de la gente piensa que las inundaciones son un fenómeno que se repite cada 35 años, porque la última grave ocurrió en los ochenta. Por eso es importante que conozcan las alteraciones que provoca el cambio climático, y estén alertas ante el riesgo que será cada vez más frecuente e intenso.”

Jóvenes, los más vulnerables

De acuerdo con la académica, los primeros estudios mostraron que los jóvenes son una de las comunidades de mayor riesgo, pues cuando mujeres, niños y ancianos van a los refugios y albergues, quedan a cargo de cuidar la casa y las pertenencias de las familias. De ahí la decisión de trabajar con bachilleres en las tres localidades.

Para la investigadora, el problema central es el desconocimiento total del riesgo, y la percepción de que las inundaciones son fenómenos naturales, predecibles, que se dan con regularidad fija.

“Ellos dicen, como la inundación anterior fue en el 85, y la otra en 2010, la siguiente será en 35 años. Eso es preocupante porque no ha sido así, han vuelto a tener inundaciones y otros efectos de las alteraciones climáticas, ahora incluso ya no necesitan un ciclón para inundarse, con una tormenta tropical basta.”

Reconoció además el trabajo de Epifanio Villarrueda, maestro de la materia de capacitación para el trabajo Paramédicos, que desde 2012 incorporó al programa la línea de riesgo, prevención y atención a víctimas de desastres; así han realizado simulacros, brigadas de rescate, y se han coordinado con otros municipios para trabajar este rubro con jóvenes y promover la cultura de la prevención.

Las temáticas elegidas para la capacitación van desde principios básicos de la educación sobre riesgo y cambio climático, hasta estrés postraumático y problemas de salud física y mental por desastres, mismos que eligieron a partir del diagnóstico inicial: “Decidimos trabajar sobre todo con aquello que la población no percibe, la dimensión del riesgo, de lo que puede ocurrir derivado del cambio climático”, comentó.