- Inició actividades la segunda generación de la MEIS del IIE
Karina de la Paz Reyes Díaz
Xalapa, Ver., 24/08/2017.- La segunda generación de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad (MEIS) del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV) inició actividades con 18 estudiantes, 14 de ellos mujeres.“Se trata de una generación con una enorme diversidad de perfiles: biológico-agropecuario, artes, ciencias sociales, incluso del área de la administración”, celebró el coordinador del posgrado, Gerardo Alatorre Frenk.
La diversidad no es sólo en el aspecto profesional, sino en las regiones donde desarrollarán sus trabajos de investigación: Campeche, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, así como diferentes zonas de Veracruz (Coatepec, Zongolica, Teocelo, Ixhuatlancillo, Tlacotalpan, Benito Juárez y Otatitlán).
“Es un posgrado netamente científico, sólo que entendiendo la ciencia en términos distintos y quizá quitándole al conocimiento científico esa pretensión que a veces tiene de ser el único conocimiento válido. Estamos formando científicos capaces de poner en diálogo los diferentes conocimientos. Es una propuesta intercultural e interepistémica, porque nos parece importante valorizar diferentes sistemas de saberes.”
La MEIS es un programa que imparte el IIE desde febrero de 2015, en colaboración con la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI). Se trata de un posgrado profesionalizante, cuyo propósito es contribuir a procesos educativos cultural y ambientalmente pertinentes, encaminados al mejoramiento de la calidad de vida, el ejercicio de derechos, la salvaguarda de los recursos naturales y del territorio, y la construcción de sociedades sustentables, participativas e interculturales, cita su página oficial (https://www.uv.mx/meis/).
Cabe citar que esta maestría forma parte del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Es esta ocasión “tenemos una generación con una experiencia muy rica, que están impulsando proyectos; la mayoría de la gente no llega a esta maestría para iniciar un proyecto, sino que ya lo tienen (desde hace tiempo)”.
Al ser profesionalizante, este posgrado establece una diferencia en relación con los de investigación, remarcó el entrevistado. “Lo que vienen a hacer aquí es profesionalizar sus prácticas, lo cual implica tener, por un lado, una mirada conceptual más a profundidad en cuestiones políticas, culturales, ambientales y sociales en general; y por el otro, saber hacer una habilidad para relacionarse con diferentes grupos, organizaciones e instituciones”.
Es más, dijo, una parte importante de la formación en la MEIS tiene que ver con la organización, toda vez que una de sus premisas es que con las dinámicas grupales y colectivas es como se puede formar y transformar.
Para el grupo de académicos que participan en la MEIS, la apuesta es abordar problemas de tipo socioambiental, cultural y político que se viven en Veracruz y otros puntos del país, remarcó.
Por ello, “hay estudiantes que trabajarán proyectos culturales –como el son jarocho y la cerámica–; otros en instituciones de educación formal y que quieren darle a su práctica un enfoque de interculturalidad y sustentabilidad; hay chicas que trabajan semillas tradicionales y otras con comunidades amenazadas por megaproyectos como presas e hidroeléctricas”.
En esta generación también hay nahuablantes, egresados de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), como es el caso de Santiago Bautista Hernández, cuyo proyecto es “El saber local chikomexochitl y tlaneltokilistli como recurso para la educación intercultural en la Escuela Primaria Bilingüe, en la comunidad de Xochioloco Benito Juárez, Veracruz”.
“Me gusta mucho la oferta de la MEIS porque está enfocada en las comunidades, y también porque quiero entender más a fondo la interculturalidad”, expresó Santiago, originario de Cuachumo Común, Benito Juárez, Veracruz, egresado de la UVI sede Huasteca y quien por varios años se desempeñó como locutor de la radio comunitaria Radio Huayacocotla.
Comentó que el tlaneltokilistli son los saberes, las creencias que aún se conservan en las comunidades nahuas de la Huasteca; mientras el chikomexochitl (siete flores) hace referencia a las siete etapas de vida del maíz, mismas que se asemejan a las de la vida de una persona. “Hoy en día los niños se enfocan más a cuestiones tecnológicas y dejan de lado los saberes de los abuelitos”, lamentó el universitario.
Otro ejemplo es el de Ana Lucía Lagunes Gasca, cuyo proyecto es “T ́ja Xuj: Casa de Mujeres. Sistematización de una propuesta pedagógica feminista decolonial para el ejercicio de derechos de las trabajadoras en la frontera México-Guatemala”.
Ana Lucía estudió la Licenciatura en Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México y los últimos años de su vida los ha vivido en Tapachula, Chiapas, desempeñándose en el Centro de Derechos Humanos “Fray Matías de Córdoba”, enfocado en la defensa y promoción de derechos de las personas migrantes y refugiadas.
“Ahí estamos en una frontera por la que atraviesan personas de muchísimas nacionalidades. Es un lugar muy diverso culturalmente y no se le da lugar a esa reflexión. Yo buscaba algo que tuviera que ver con cómo podemos pensar la convivencia desde las distintas culturas”, compartió.
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