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UV me enseñó a brindarme al máximo: Jonathan Fernández

  • El joven egresado de la Facultad de Bioanálisis trabaja con personas de escasos recursos en laCasa UV Molino de San Roque
  • Como un extra a sus actividades, impartió un curso de flauta dulce a pequeños de la Escuela Primaria “Benito Juárez García”

 

Jonathan Jesús Fernández Morales

 

Carlos Hugo Hermida Rosales

 

Xalapa, Ver., 08/03/2017.- Jonathan Jesús Fernández Morales, egresado de la Licenciatura en Química Clínica de la Facultad de Bioanálisis de la Universidad Veracruzana (UV), declaró que los profesionistas de cualquier disciplina jamás deben olvidar su lado humano, ya que éste les impulsa a dar lo mejor de sí mismos en su desenvolvimiento laboral.

El joven forma parte del equipo multidisciplinario que presta servicio social en la Casa UV Molino de San Roque, ubicada al interior del parque ecológico del mismo nombre.

La principal actividad que realiza es la toma de muestras de laboratorio, que después se utilizan en la Facultad para realizar diversos análisis químicos  como el de grupo sanguíneo, biometría hemática, examen general de orina, coproparasitoscópico y de embarazo; también lleva a cabo talleres de estimulación temprana dirigidos a niños de entre tres y cuatro años de edad.

La población beneficiada está compuesta por personas que habitan en colonias aledañas a la Casa UV: Veracruz, Plan de Ayala, Rubén Jaramillo, Lomas de San Roque, Independencia, Luis Donaldo Colosio y Lomas del Seminario. Entre las principales carencias de los habitantes de esta zona se encuentran la de recursos económicos y una cultura higiénica deficiente.

“Es común que los niños presenten anemia producto de una dieta deficiente, o parasitosis debido a que acostumbran ingerir alimentos con las manos sucias”, explicó.

Comentó que para contrarrestar esta problemática, en diversas escuelas de educación básica de la zona realiza campañas informativas acerca de la importancia de la higiene.

El joven afirmó que realizar su servicio social en la Casa UV Molino de San Roque ha sido una gran experiencia ya que ha tenido la oportunidad de aplicar los conocimientos y habilidades adquiridas durante su formación universitaria en beneficio de las personas.

“En un laboratorio u hospital las muestras y los pacientes son tantos que te olvidas de los nombres y sólo pasan a ser datos, en cambio aquí el trato es más personalizado y humano; además, saber que las personas son de escasos recursos te alienta a mejorar tu actitud hacia ellos y brindar un extra para apoyarlos”, expresó.

Jonathan Fernández aseguró que aunque en ocasiones las personas no se realizan estudios clínicos por falta de dinero y porque no ven la prevención en materia de salud como algo prioritario, quienes han utilizado estos servicios quedan muy agradecidos y satisfechos.

“Independientemente de que los precios son más bajos que en un laboratorio particular ya que sólo manejamos cuota de recuperación, quienes se realizan análisis quedan satisfechos por el trato recibido, ya que aparte de explicarles detalladamente el proceso, los resultados se entregan en tiempo y forma”, relató.

 

Curso de flauta dulce

Como una actividad independiente a sus labores, Jonathan Fernández impartió clases de música en la Escuela Primaria “Benito Juárez García”, ubicada en la Avenida Acueducto, en la cuales enseñó a pequeños de cuarto, quinto y sexto grado a tocar la flauta dulce.

Narró que la idea surgió en una plática con los coordinadores de la Casa UV, quienes le comentaron que anteriormente allí habían prestado su servicio social egresados de la Facultad de Música que dieron clases en las escuelas de la zona; ante esto decidió llenar ese vacío y hacer uso de los conocimientos musicales que había adquirido durante su formación básica.

Las clases fueron una hora a la semana, de octubre a diciembre; la respuesta de los niños fue de gran emoción y de mucho entusiasmo por parte de sus padres, quienes le agradecieron que pese a no tener una educación musical formal hiciera esta labor con los pequeños.

“Tener la atención de los niños no fue fácil ya que por naturaleza son muy dispersos, por lo que para motivarlos les enseñaba canciones usando dibujos animados, con lo cual logré motivarlos”, explicó Jonathan Fernández.

El joven relató que se formó un grupo de 20 elementos y con la aprobación de la directora de la escuela organizó un concierto navideño.

Jonathan Fernández enfatizó que esta experiencia fue maravillosa, ya que le dejó muy satisfecho haber dado un extra en beneficio de los pequeños.

“Cursé la experiencia educativa Gestión de la Calidad con la académica María Andrea Galicia García, quien nos decía que como profesionistas estamos obligados a dar lo mejor de nosotros mismos.”

Enunció que el trabajar en la Casa UV no sólo le ha dado la oportunidad de beneficiar a los habitantes de colonias aledañas, sino a crecer en el ámbito profesional y personal, experiencia que le será de mucha utilidad cuando comience su carrera laboral.

 

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