- La única de su tipo en Veracruz
- En el rancho “La Bandera”, adscrito a la Facultad de Ciencias Agrícolas, se capacita a productores
- Forma parte de un convenio de colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)
David Sandoval Rodríguez
La Universidad Veracruzana (UV), a través de la Facultad de Ciencias Agrícolas, trabaja con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en la capacitación de productores de maíz para implementar la agricultura de conservación en la región de Actopan.
Los resultados del primer año de trabajo fueron presentados por Guillermo Alafita Vásquez, académico de la Facultad y responsable del rancho “La Bandera”, perteneciente a esta entidad educativa, dentro del II Seminario de Plataformas de Innovación Tecnológica “Resultados de investigación y capacitación de proyectos implementados en la estrategia plataformas de innovación tecnológica”.
Con la ponencia “Reconversión del rancho ‘La Bandera’ en plataforma tecnológica e identificación de innovaciones tecnológicas para la agricultura de conservación de maíz en el municipio de Actopan”, el docente señaló que el objetivo general del proyecto es establecer una plataforma de investigación del sistema producto-maíz en la región de Actopan que permita desarrollar tecnologías de producción sustentable bajo los principios de la agricultura de conservación.
Asimismo, está enfocado a la generación de alternativas y propuestas de agricultura de conservación y surgió como parte del convenio de colaboración con el CIMMYT, además de contar con recursos financieros proporcionados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos (Sagarpa), enfocados en la transferencia tecnológica.
En 2014 se concluyó el diagnóstico e inició la plataforma, la única de su tipo en Veracruz, recalcó Alafita Vásquez, “hay muchos estados participando, por desgracia somos la última plataforma que entró al proyecto porque el presupuesto asignado al CIMMYT se ha reducido gradualmente”.
La estrategia opera con el establecimiento de una plataforma, que a su vez instituye módulos de transferencia de tecnología y observó que “no es una metodología nueva, ya con otros nombres se ha puesto en marcha en México y ha demostrado en distintas ocasiones que sí tiene porcentajes de éxito, por eso es retomada y adecuada por el CIMMYT”.
Como resultado del diagnóstico inicial, se encontró la percepción de los agricultores sobre un decremento constante en el cultivo de maíz y que la fertilización inorgánica que utilizan no está dando los resultados a los que estaban acostumbrados, cuestionan su eficacia y proceden a incrementar la dosis buscando subsanar las deficiencias, lo cual genera graves problemas de impacto ambiental.
Se pudo detectar además que el control de plagas es deficiente y puede mejorarse el control integrado de malezas, que es considerado un foco de atención severo por los mismos productores.
“La asesoría que reciben está en manos prácticamente de los vendedores de agroquímicos, por lo tanto es una asesoría muy sesgada al producto que deja una mayor comisión o aquel que es rentable en el momento, por lo tanto no siempre son los que el agricultor necesita”, observó el académico.
A partir de entonces se abrieron tres líneas de trabajo de manera simultánea: la primera, fue la capacitación de técnicos operativos, quienes trabajan con los agricultores día a día; la segunda, consistió en la aprobación del proyecto y la asignación de recursos del CIMMYT.
“Es importante porque si bien fue financiado a través de la Universidad, esta posibilidad del convenio permitió generar un fondo de ahorro, es decir, que se rembolsaban los gastos generados que garantizaban la permanencia de la plataforma, esto le pareció al CIMMYT bastante atractivo porque podría garantizar la permanencia de la plataforma a pesar de que el proyecto desapareciera”, detalló.
La tercera línea implicaba cumplir con la normativa legal a la que se somete cualquier proyecto que busca recibir recursos externos a la UV; en ese sentido, reconoció que implica una mayor cantidad de tiempo a la que habían considerado inicialmente debido a las distintas entidades universitarias que tienen que revisar el documento de colaboración.
Para cumplir con los requerimientos externos, la capacitación que se impartió fue para técnicos en proceso de certificación, sumando 30 del estado de Veracruz, un par de Puebla, tres de Oaxaca y siete estudiantes de Ciencias Agrícolas. Ellos recibieron un taller en el rancho “La Bandera”.
Se espera que para este año la suma de voluntades de quienes se integran al proyecto (estudiantes, profesores e integrantes del CIMMYT) sea un contrapeso y que sea posible continuar el proyecto de agricultura de conservación
“El objetivo de esta investigación es el desarrollo de alternativas totalmente aplicables, dado que la agricultura de conservación no es un tema nuevo, es un tema que se debe adaptar a la zona, lo cual no se ha hecho y se debe promover su adopción porque ofrece muchas ventajas pero se desconoce. Creo que ahí tenemos una oportunidad importante”, enfatizó.
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