• Al celebrar diez años de existencia
• Participaron autoridades universitarias y fundadores de la Universidad Veracruzana Intercultural

Adriana Vivanco

“Nuestros estudiantes son distintos, sus circunstancias y aspiraciones también lo son, por ello es necesario pugnar por nuevos modelos de trabajo que se ajusten a sus necesidades y que dichos modelos sean reconocidos por el Estado”, resaltó Shantal Meseguer en la celebración de los diez años de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).

El jueves 2 de julio, en el Salón Azul de Humanidades, la actual directora de la UVI participó en el panel UVI: Diez años de interculturalidad en la UV, junto a Helio García Campos, Gunther Dietz, Sara Arcos Barreiro, en el que reflexionaron sobre el trabajo realizado y los retos que deben enfrentar para continuar con la consolidación del proyecto.

Aspecto del panel “UV: diez años de interculturalidad en la UV”.

En este mismo panel estuvieron Sylvia Schmelkes del Valle, socióloga y experta en temas de educación intercultural; Sergio Téllez, ex director y fundador de la institución; y la secretaria Académica de la Universidad Veracruzana, Leticia Rodríguez Audirac.

Después de la disertación de Sergio Téllez, quien enumeró las vicisitudes que pasaron para concretar lo que ahora es la UVI, Sylvia Schmelkes expresó que el reto de la UVI y el de sus pares es cumplir con la supervivencia sin dejar de innovar, a fin de sostenerse como un proyecto universitario distinto que mantenga su rol de robustez social.

Por su parte, Leticia Rodríguez enfatizó que una de las fortalezas de la UVI es su capacidad de vinculación y su presencia constante en la dinámica de solución de las necesidades sociales; resaltó que otro bastión de su trabajo es la audacia de asumir el reto de ir delante de los procesos de transformación.

En tanto Gunther Dietz puntualizó que otra meta a alcanzar para la UVI y el resto de las instituciones interculturales de México es cuantificar el impacto social, ideológico y de empoderamiento de los egresados de estas instituciones que, dijo, no se puede medir de la misma forma que en las universidades que no son interculturales.

“No sabemos medir nuestro impacto y es necesario pensar en nuevas formas de hacerlo”, aconsejó.

Además resaltó que es necesario reconocer que las universidades interculturales en el país sobresalen respecto a las que existen en otras partes del mundo, aunque por desgracia el modelo de las interculturales mexicanas es único e irreproducible por la participación de los pueblos originarios en las instituciones pensadas para ellos.

Finalmente, los panelistas concluyeron que la UVI está integrada por una comunidad con voluntad y convicción de trabajo que le permite mantener alianzas con las instituciones y crecer para lograr un impacto pensado en la transformación regional.