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Vinculación universitaria, esencial para el análisis de realidades: Héctor Cruz

  • Incita a los estudiantes a reconocer la pertinencia social de sus investigaciones, afirmó

 

Héctor Cruz González, jefe del Departamento de Vinculación Comunitaria

Héctor Cruz González, jefe del Departamento de Vinculación Comunitaria

 

Lucero Mercedes Cruz Porras

 

Xalapa, Ver., 04/02/2017.- Desde su creación en 1995, la Dirección de Vinculación General de la Universidad Veracruzana (UV) ha permeado las funciones sustantivas universitarias con la cultura de la vinculación. A través de las Casas UV asume un gran compromiso con el medio rural y suburbano de la entidad, que actualmente se manifiesta en las actividades de siete sedes ubicadas en cuatro regiones distintas: Xalapa, Veracruz-Boca del Río, Orizaba-Córdoba y Coatzacoalcos-Minatitlán.

“Las Casas Molino de San Roque, El Conejo, El Paisano, Coyopolan, Vecinos del Manglar, Atlahuilco y La Chinantla, desde su origen, mantienen la tendencia de abrir espacios para que los universitarios puedan realizar sus quehaceres académicos, de investigación y de extensión, con la intención de que las comunidades reciban apoyo en diferentes áreas como salud, ambiente, educación, infraestructura, cultura y deporte”, expresó Héctor Cruz González, jefe del Departamento de Vinculación Comunitaria.

 

La consolidación del proyecto de producción de huevos orgánicos, uno de los logros de la Casa de Coyopolan

La consolidación del proyecto de producción de huevos orgánicos, uno de los logros de la Casa de Coyopolan

 

El sistema de trabajo de estos espacios se articula en la actualidad a partir de una estrategia de cuatro niveles: altruismo, asistencia, asesoría y autogestión, los cuales permiten identificar cuál es la actuación de la Universidad en la sociedad, en comunidades rurales e indígenas y en algunas urbanas. Dicho sistema se organiza bajo el término “alianza”, que consiste en que los procesos de las Casas sean gestionados por tres actores esenciales –la Universidad, la comunidad y las instituciones de gobierno o no gubernamentales–, los cuales disponen de sus recursos para impulsar el desarrollo de la población.

Sin embargo, “uno de los objetivos más importantes de esta estrategia es la participación de los estudiantes, enfocada a entrar en contacto con estas realidades para que las conozcan, analicen y regresen al aula, a los institutos y laboratorios con la oportunidad de evaluar si los procesos que llevan en la Universidad son pertinentes con la sociedad”, agregó Héctor Cruz.

En este sentido, recordó las diversas modalidades de sumarse al cuerpo de labores de las Casas UV: a través del servicio social, con la integración de experiencias educativas (EE) de manera inter y multidisciplinar (en las Áreas de Formación Terminal y de Elección Libre del Modelo Educativo Integral y Flexible) o con el curso de Experiencia Recepcional; además de la colaboración por residencias comunitarias y estancias de investigación académica.

 

 

Karla Ivonne Hernández Ortega ha dado continuidad a su iniciativa

Karla Ivonne Hernández Ortega ha dado continuidad a su iniciativa

 

Mujeres al rescate de recursos locales

Una de las múltiples iniciativas estudiantiles que han obtenido valiosos resultados en las Casas de la Universidad, es la de Karla Ivonne Hernández Ortega, quien consolidó su proyecto de servicio social en la comunidad de Coyopolan, del municipio de Ixhuacán de los Reyes.

La egresada de la Facultad de Biología comenzó como brigadista en la Casa de Coyopolan, donde trabajaba con grupos de mujeres de comunidades cercanas que contaban con aves de traspatio, un recurso local. A partir de capacitaciones recibidas, estas mujeres identificaron las necesidades que presentaban sus gallinas criollas, que debido al espacio reducido en el que se encontraban detenían por temporadas su producción de huevos o se enfermaban.

Con el objetivo de apoyarlas en la construcción de un espacio que tuviera las dimensiones adecuadas para la crianza de las gallinas, Karla Ivonne emprendió la gestión de un recurso económico otorgado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para la introducción de módulos de producción sustentable de aves de traspatio. El incentivo obtenido fue de más de 500 mil pesos, dirigido a dos grupos  provenientes de las localidades de Atecaxi y Tlalchi, quienes titularon su proyecto “Gallinas al rescate” y “Poniendo los huevos en la mesa”, respectivamente; además de ser beneficiados con 16 módulos de producción.

Actualmente, la ahora estudiante de la Maestría en Gestión Ambiental para la Sustentabilidad sigue colaborando con las mujeres de la Casa de Coyopolan en la investigación de nuevas alternativas de mercado para la comercialización de la producción de huevo ecológico.

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