- Participaron en webinario internacional organizado por Universidad de Santo Tomás con sede en Bogotá, Colombia, en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Agua
Aracely Hernández
08/04/2021, Veracruz, Ver.- Lourdes Jiménez Badillo y Virgilio Eugenio Arenas Fuentes, investigadores del Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías (Icimap) de la Universidad Veracruzana (UV), participaron en el Webinario “Avances y desafíos de los recursos marinos y costeros” que organizó la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Santo Tomás con sede en Bogotá, Colombia, en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Agua que se celebró el pasado 22 de marzo.
Angélica Rincón, Mercedes Castillo y Sonia Lizarazo, académicas de la universidad colombiana, dieron la bienvenida a los ponentes al Webinario y destacaron la vinculación que hay con la UV en diferentes ámbitos; asimismo, reconocieron que esta casa de estudios se encuentra entre las universidades estatales más grandes de México y es muy reconocida por la calidad de sus programas académicos que están acreditados y los vínculos que tiene para la internacionalización con otras universidades.
Enseguida, mencionaron que la celebración del Día Mundial del Agua tiene la finalidad de comprender la importancia de ésta, así como los recursos marinos y costeros.
Lourdes Jiménez expuso el tema “Situación actual, retos y perspectivas de la pesca en México”; destacó que los recursos pesqueros son elementos clave cuyo hábitat de desarrollo son los océanos, se centró en la situación que guardan los recursos pesqueros en el país y lo que sucede en el Golfo de México.
Presentó un panorama general de la pesca en México, en el que hay peces, crustáceos y moluscos, pero también habló sobre los sistemas de producción pesquera que son la pesca deportiva, industrial, acuacultura y artesanal.
Dijo que Veracruz ocupa el quinto lugar en producción pesquera y el sexto lugar en valor de la pesca a nivel nacional.
También habló de las amenazas a las que están expuestos tanto los recursos pesqueros como los pescadores, entre ellas los huracanes, inundaciones, cambios de suelos, pérdida de playas, actividad portuaria, marea roja y extracción petrolera.
“Se realizó un análisis sobre cuáles son los retos que se enfrentan y se encontró que se debe mejorar la evaluación de los recursos pesqueros con enfoque de sistemas complejos, así como la exposición y vulnerabilidad de los sistemas socio-ecológicos al cambio climático o eventos desastrosos y su resiliencia; los pescadores necesitan empoderarse para participar efectivamente en el co-manejo y reconocerse como pequeños empresarios, así como implementar medidas de adaptación y mitigación e implementar un manejo adaptativo”, dijo la investigadora del Icimap.
Asimismo, externó que hay que mejorar la calidad sanitaria de los productos pesqueros que puedan abrir mercados; implementar infraestructura básica como muelles, centros de acopio, abrir cuartos de frío, fábricas de hielo, lograr la trazabilidad del pescado y los productos pesqueros en la cadena de valor; revisar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada; fortalecer leyes y reglamentos y contribuir a la seguridad alimentaria.
Dentro de las perspectivas, Jiménez Badillo dijo que la biomasa puede no incrementar, pero sí el valor de la pesquería a través de la promoción y diversificación de productos pesqueros, así como generar productos competitivos a nivel nacional e internacional, impulsar el desarrollo acuícola diversificado e implementar sistemas productivos rentables, eficientes y competitivos.
Explicó que se debe incrementar la inversión en la investigación de temas acuícolas y pesqueros; la vinculación entre sectores productivos, académicos y gubernamentales; asignar recursos económicos como capital de trabajo para cooperativas que se distingan por su alto grado de organización; y mejorar la calidad de vida del pescador en pro de la mejora de la actividad pesquera.
De manera puntual acotó: “Es importante tener un ambiente saludable, un océano saludable; hay que atender los problemas de contaminación y de impacto antropogénico, y de esta manera tener recursos que mejoren su condición a través del tiempo”.
Por su parte, el académico Virgilio Eugenio Arenas abordó el tema “Aguas invisibles, acuacultura y ostiones centinelas”; definió que las aguas invisibles son aquellas que escurren por debajo de nuestra vista, son la aguas subterráneas que forman enormes acuíferos costeros y que se comunican ampliamente con las zonas marinas, a esto se le llama acuíferos costeros y son determinantes en la calidad del agua en muchos ecosistemas costeros y lagunas litorales, en áreas de manglar, incluso en arrecifes de coral.
Dijo que este tema se aborda recientemente entre la UV y la Universidad de Kiel, que comparten con la Universidad de Malta un proyecto de investigación que se pretende avanzar sustancialmente.
Destacó que las aguas subterráneas y las aguas invisibles, son relevantes para comprender la ecología de los ecosistemas costeros que no sólo aumentan de manera sustancial más nutrientes, nitrógeno, fósforo, sílice, sino también contaminantes que arrastran de las zonas industriales, así como aguas agrícolas, y que son determinantes a nivel mundial en procesos como marea roja que han sido de una gran importancia y que resultaban inexplicables.
Habló también sobre la acuacultura y dijo que se calcula que para antes que termine esta década la producción de acuacultura será equivalente a la producción de aves de corral, borregos, cerdos, bovinos y vacunos.
“Los productos de origen acuícola tienen una enorme calidad y un menor costo ambiental, si comparamos la cantidad de agua que demanda producir un kilo de pescado con la que se requiere para producir un kilo de carne de res.”
Respecto a los ostiones centinela, comentó que es un proyecto muy novedoso que se tiene en la UV; recalcó que es una estrategia de monitoreo continuo de la calidad ambiental en el agua que desarrollan usando ostiones.
“El ostión que mantenemos en el laboratorio está limpio y saludable, una vez que está en condición lo aclimatamos a condiciones ambientales y lo introducimos vivo en canastas dos o tres semanas, lo retiramos y entonces se convierten en nuestras centinelas porque han absorbido dentro de sí un conjunto de materiales, sustancias, materiales pesados, que nos permiten saber el estado de nuestros ecosistemas.”