- El país tiene una deuda histórica con las lenguas originarias
- La UVI elabora una propuesta política lingüística
Alma Celia San Martín Cruz
09/02/2018, Poza Rica, Ver.- Daisy Bernal Lorenzo, responsable de la orientación Lenguas de la Licenciatura en Gestión Intercultural para el Desarrollo de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) sede Totonacapan, advirtió que el Estado mexicano tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas para ofrecer una educación bilingüe de calidad y con calidez.
Dijo que hasta ahora el sistema educativo no ha hecho lo suficiente para satisfacer las demandas de los hablantes de lenguas originarias.
La académica criticó que se alfabetice primero en español, cuando los niños tienen una lengua indígena como materna, entonces el español tiene un tratamiento distinto. “Vemos también un asunto de divorcio en el sistema educativo, se están pasando por alto los derechos lingüísticos, es decir, no se cuenta con una política de asimilación”.
Dijo que el español se impone a las lenguas originarias porque se viven de distintas maneras. No hay una formación de maestros en estas lenguas, lo que evidentemente muestra una falta de cultura.
Consideró que los planes y programas educativos tendrían que iniciar con un diagnóstico para brindar una educación bilingüe de calidad que permita a los niños alfabetizarse en su lengua materna, por el contrario seguirán viviendo una imposición del castellano, lo cual no es más que una forma de discriminación.
Daisy Bernal citó que, según el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), existen 62 variantes lingüísticas del zapoteco, 30 del náhuatl y siete del totonaco. En ese sentido, dijo, se debe realizar un trabajo más de unidad, para ello es importante unificar ciertos criterios a fin de mantener la riqueza de la cultura.
Añadió que no se cuenta con un diagnóstico sociolingüístico en el país que dé cuenta de cuántas variantes lingüísticas se tienen. Informó que ella realizó su tesis doctoral sobre el zapoteco en Los Ángeles, California; “los migrantes conservan el idioma allá, mucho más fuerte que en la comunidad”.
Explicó que en general las lenguas originarias necesitan un fortalecimiento de la lectoescritura porque no ha habido esa intención de política educativa, lo cual no significa que el hablante no tenga la capacidad de desarrollar esas capacidades, lo que no hay es un programa eficiente que atienda estas necesidades de competencias comunicativas y habilidades lingüísticas.
La UVI apuesta por una política lingüística
La UVI Totonacapan apuesta por una política lingüística que descolonice este tipo de pensamiento, que debata ciertos prejuicios lingüísticos que todavía subyacen en nuestro discurso, en la forma de actuar y de ser.
En ese sentido, en la UVI Totonacapan recientemente se concluyó una fase diagnóstica para la atención del totonaco. Este año se tiene planeado proponer a los hablantes de esta lengua un trabajo conjunto con expertos que han elaborado una propuesta de maestría a nivel nacional, lo que permitiría tener una gramática del náhuatl en náhuatl, o lengua y sociedad en náhuatl.
“La apuesta que se tiene en la UVI está dirigida a cambiar esa forma de pensar, porque en el fondo hay muchos prejuicios lingüísticos y culturales”, concluyó.
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