Coatzacoalcos-Minatitlán

UV-Intercultural presentó revista sobre prácticas bioculturales

  • Está enfocada en la sustentabilidad, el cuidado del medio ambiente, y la conservación de las tradiciones y lenguas maternas 

 

Presentaron la revista Prácticas bioculturales, Rosa Guadalupe Mendoza Zuany, Laura Karina Jiménez Vázquez, José Rubén Mil Jara y Michelle Alfonso Fernández

 

Carla Janeth Carmona Padilla 

 

11/03/2024, Coatzacoalcos, Ver.- La Universidad Veracruzana Intercultural (UV-Intercultural), sede Las Selvas, presentó la revista Prácticas bioculturales, en colaboración con la cátedra UNESCO Educación para la Ecociudadanía y la Sustentabilidad. 

La revista es el resultado del trabajo académico de 12 estudiantes y nueve profesores en 2022, como parte de la primera generación de las Licenciaturas en Gestión Intercultural para el Desarrollo (LGID), y Agroecología y Soberanía Alimentaria (LASA). 

Rosa Guadalupe Mendoza Zuany, coordinadora de la cátedra UNESCO, destacó que el acto brinda la posibilidad de visibilizar lo que los estudiantes realizan desde la UV-Intercultural, un ejercicio eco-ciudadano que auxilia en la valoración de las prácticas sustentables y de cuidado de las regiones de Soteapan y Pajapan.

 

12 estudiantes y nueve profesores colaboraron para la edición de la revista Prácticas bioculturales

 

Laura Karina Jiménez Vázquez, maestrante en salud, arte y comunidad, egresada de la LGID y docente en la UV-Intercultural Las Selvas, mencionó que la revista surgió de las experiencias educativas (EE) Patrimonio Biocultural e Interculturalidad, creando un producto versátil para la difusión a las comunidades, que abriera acceso a ellas y pudiera socializar con ellas en otros espacios educativos. 

Explicó que las y los estudiantes definieron las prácticas bioculturales al elaborar el proyecto, y concluyeron que las personas las realizan para aprovechar bienes comunes y conservar la cultura de su comunidad, implicando el cuidado de plantas, animales, tradiciones y lenguas maternas. 

La revista está integrada por resúmenes en nuntajiyi, español e inglés, así como 14 narrativas.

 

Uno de los temas de la revista es el colectivo Cundiamor, fundado por una egresada de la UV-Intercultural

 

José Rubén Mil Jara, estudiante de la LGID y originario de Uxpanapa, mencionó que visitaron diversos actores comunitarios, comenzando en Pajapan, realizaron una serie de preguntas y enfrentaron varios retos, como el tener que trabajar en equipo entre dos programas educativos distintos que, a pesar de compartir ciertas materias, en su mayoría no coincidían en horarios. 

Destacó que disfrutó mucho la experiencia de entrevistar al colectivo Cundiamor, conformado únicamente por mujeres y que surgió durante la pandemia de COVID-19. 

Maribel, pionera de la iniciativa y egresada de la UV-Intercultural, al observar la falta de medicinas durante este tiempo y en búsqueda de soluciones a problemas de salud en la comunidad, fundó el centro de salud.

Michelle Alfonso Fernández, estudiante de la primera generación de LASA, habló de la práctica “Sanando la tierra” y comentó que aprendió acerca de los distintos modelos que manejaban en un terreno: el primero conservaba microorganismos de montaña y hongos, el segundo estaba en proceso de cambio de fertilizantes químicos a ecológicos, y el tercero, donde la tierra aún es dura y se comenzó el proceso de limpieza, se usan fertilizantes químicos.

 

Juan Carlos Antonio Sandoval Rivera, investigador del Instituto de Investigaciones en Educación, expresó su deseo de ver números posteriores

 

Para finalizar, Juan Carlos Antonio Sandoval Rivera, investigador del Instituto de Investigaciones en Educación que se ha enfocado en la línea de la educación ambiental para la sustentabilidad, agradeció la labor de realizar la revista y expresó su deseo de que se convierta en un proyecto a mediano y largo plazo. 

Al leerla, recordó los retos que se enfrentan en la región, y reflexionó acerca de la contribución de la UV-Intercultural para retomar procesos en mejora de los ecosistemas; señaló que la bioculturalidad debería siempre ser dinámica y no estática, así como la necesidad de imaginar y plantear futuros modelos alternativos de desarrollo a partir de lo propio, lo local, reconocerlo y transformarlo de acuerdo a su contexto.