
Jorge Vázquez.-La discriminación, en los Estados Unidos de Norteamérica, contra los mexicanos no es asunto nuevo, existe desde la década de 1940 y así lo registran varios documentos y fotografías de restaurantes en cuyos letreros se prohibía el acceso a perros, negros y mexicanos. Pero la actualidad muestra un rostro distinto y, pese a la presencia de Donald Trump, la gran mayoría de ciudadanos estadounidenses están convencidos de los beneficios de la inmigración y de la presencia de mano de obra mexicana en la industria, el comercio y el turismo.