• Son numerosos los obstáculos que enfrentan los quelonios que arriban a las playas 
• Bióloga egresada de la UV expuso el tema como parte de las actividades del 56 aniversario de su Facultad 

Los inconvenientes que enfrentan y su conservación, tema de la conferencia

Jorge Vázquez Pacheco 

Fotos: César Pisil Ramos 

31/01/2024, Xalapa, Ver.- El excesivo calor, la extensión de los potreros ganaderos y la irreflexión de la gente son los principales enemigos de las tortugas marinas que arriban a las playas veracruzanas, afirmó la bióloga Amelly Hyldaí Ramos Díaz durante su conferencia “Diario de una bióloga tortuguera”, impartida en el marco de los 56 años de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV). 

Comentó acerca de sus inquietudes iniciales, que le condujeron a estudiar la Licenciatura en Ingeniería en Ciencias Ambientales en la Universidad de Tabasco; después en la UV cursó la Licenciatura en Biología, de la cual egresó en 2016. 

Amelly Hyldaí Ramos apuntó que 2020, año de la pandemia, fue un bálsamo para su trabajo sobre la anidación de los quelonios en playas libres de presencia humana, sobre la zona de El Raudal.

Una labor física intensa aunque gratificante

Para realizarlo modificó su rutina y reloj biológico, porque a los quelonios se les observa de noche, explicó; esto incluye largas caminatas sobre arena, excavación, transporte y reacomodo de nidadas, por lo cual “exige un continuo esfuerzo físico”. 

Aludió a los problemas que afectan la anidación: la expansión de la ganadería, la deforestación y las palizadas que se erigen como obstáculos, la construcción de viviendas cada vez más cerca del mar y la aglomeración de turistas sobre el territorio de los nidos. 

“El exceso de gente ahuyenta a las tortugas y hace que regresen al mar sin desovar, lo que les ocasiona infecciones que llegan a matarlas. Los residuos humanos, el plástico, la basura que atrapa a las crías y les impide alcanzar la playa; el exagerado calor y la escasa humedad, combinación que prácticamente cuece los huevos, son otros problemas.”

Mente y cuerpo sanos, necesarios para ayudar a salvar quelonios

Por fortuna las comunidades, y en particular los niños, cada vez muestran más atención y se involucran en la conservación: “La zona de Vega de Alatorre alberga el centro de anidación más grande del Golfo, y este año se contabilizaron casi 18 mil nidos, sumando un total de aproximadamente 40 mil registrados desde 2020 a la fecha”, añadió. 

Finalmente, hizo hincapié en las tareas de concientización, en la necesidad de un mejor conocimiento sobre los periodos de arribazón, el adecuado y respetuoso comportamiento humano sobre las playas en ese laboratorio de casi 16 kilómetros, y recordó que “se requiere un cuerpo y una mente sanos para seguir con las actividades de conservación”.

Principales logros sobre la mayor franja de anidación en el Golfo de México