- Auspiciado por el Instituto “Pasteur” de París y tuvo como sede la Universidad Autónoma de Aguascalientes
- Jésica Jocelyn Cortés dijo que enriqueció su proyecto de investigación, al tener la oportunidad de conocer nuevas técnicas y métodos de laboratorio
Paola Cortés Pérez
Fotos: Luis Fernando Fernández (1) y cortesía Jésica Jocelyn Cortés (2 y 3)
30/10/2024, Xalapa, Ver.- Jésica Jocelyn Cortés Cortina, estudiante de la Maestría en Neuroetología de la Universidad de Veracruz (UV), fue la única universitaria del estado que asistió al 5º Curso Internacional Inmunidad Innata en Salud y Enfermedades Infecciosas, auspiciado por el Instituto “Pasteur” de París y que tuvo como sede la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
La joven cursa el tercer semestre y compartió que se enteró de la convocatoria gracias a su director de tesis de doctorado, quien la motivó a enviar un resumen de su proyecto de investigación para obtener un lugar y una beca en este reconocido curso.
“Fui aceptada y recibí una beca que cubrió la inscripción, el hospedaje y la comida durante las dos semanas (del 7 al 18 de octubre). Asistieron estudiantes de la Ciudad de México; Monterrey, Mérida y Tabasco, así como colombianos y ecuatorianos.”
Su interés por asistir surgió porque, como parte de su tesis, en el laboratorio se centra en descubrir cómo funcionan los procesos de neuroinflamación (inflamación en el cerebro) y sus efectos en las células microglías, las cuales forman parte del sistema nervioso central y son las responsables de la inmunidad cerebral.
“A nosotros en particular nos gusta estudiar cómo reacciona la microglía, que sería como los macrófagos (células inmunitarias que se encargan de defender al cuerpo de agentes patógenos y sustancias extrañas) en el resto del cuerpo. Entonces, para entender lo que pasa en el cerebro tenemos que conocer lo que sucede en el cuerpo de manera general.”
Con respecto al trabajo que desarrolla en la maestría, explicó que se desconoce el efecto de una toxina LPS que induce inflamación en el cerebro de la rata (como modelo animal) cuando se le administra por vía intraperitoneal, buscando replicar lo que ocurre en una infección gastrointestinal.
“Nos enfocamos en esclarecer cuál es el efecto a nivel de núcleos cerebrales susceptibles al estrés, en este caso los núcleos catecolaminérgicos. Por lo tanto, el objetivo es saber si a nivel cerebral existen procesos que condicionen a una neuroinflamación a partir de una inflamación sistémica crónica; esto abona a generar nuevas pautas para estudiar lo que sucede en enfermedades neurodegenerativas, como el Párkinson”, subrayó.
Relacionado con lo anterior, Jésica Jocelyn Cortés comentó que en el curso aprendió que las células inmunitarias no tienen un solo mecanismo de defensa para el cuerpo; nuevas estrategias de investigación, como los diversos tipos de toxina LPS y que, dependiendo de su estructura es el nivel de inflamación que provoca, lo que es clave para mantener un control de calidad interno en las técnicas de laboratorio.
“También hubo una sesión práctica en la que pude mejorar mi manejo para ciertos instrumentos, como el microscopio de fluorescencia, el criostato para hacer cortes de tejido e incluso el uso de micropipeta.”
La universitaria dijo que es bueno que los profesores de la maestría estén al pendiente de este tipo de convocatorias, aunque sería bueno que hubiera más difusión porque fortalecen y enriquecen su formación profesional al conocer otras técnicas usadas en el laboratorio.
“Todos aportamos, aprendimos, convivimos e hicimos nuevas relaciones, que son importantes para la investigación; creo que vale mucho la pena hacer este tipo de estancias.”
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