- Josefa Viridiana Acosta Jiménez cursó la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana
- Destacó el uso de las redes sociales para convocar, visibilizar, informar y documentar las acciones
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotógrafo: Omar Portilla Palacios
13/12/2024, Xalapa, Ver- Josefa Viridiana Acosta Jiménez, egresada de la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), identificó y analizó las dinámicas del movimiento feminista en la ciudad de Veracruz a través del estudio de tres colectivas, para lo cual exploró sus estrategias, logros, desafíos y el impacto que han tenido en su consolidación.
Para titularse del posgrado, la joven presentó el proyecto recepcional “Mar de resistencias: agendas feministas, articulaciones y diálogos intergeneracionales en el puerto de Veracruz”, en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S); la asesora del trabajo fue Bárbara Valdés Benítez, docente de esta entidad académica.
Viridiana acosta relató que en Veracruz existen diversas colectivas que han marcado la dinámica local, entre ellas el Movimiento Amplio de Mujeres Veracruz-Boca del Río (MambVer), Colmena Verde y Rabia.
Compartió que la primera de ellas surgió a finales de la década de 1990 y se integró como resultado de la convergencia de compañeras que a lo largo del tiempo ya habían colaborado en movimientos emergentes o estaban involucradas en procesos de participación ciudadana y política local.
Su agenda se movía hacia el control familiar y la despenalización social por el uso de anticonceptivos, invitaba a las mujeres a tomar decisiones sobre su cuerpo y les mostraba su derecho a mejoras salariales y ocupar cargos públicos.
Comentó que, por su parte, el origen de Colmena Verde se remonta a septiembre de 2018, en el contexto de la marcha por el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro; se consolidó mediante Facebook y vivió su etapa de integración durante la pandemia de COVID-19.
Ha llevado a cabo foros sobre derechos sexuales y reproductivos, y la deconstrucción del amor, performances urbanos, construcción de mapas de lugares inseguros, y un concurso de fotografía con celular con el objetivo de impulsar el arte por medio de las redes sociales.
A su vez, las raíces de Rabia se remontan a finales de 2022 y se conforma por mujeres, personas no binarias y trans que comparten principios fundamentales, entre los cuales destacan la reivindicación del arte callejero como recurso de protesta social, además de la adopción de una visión antisistema.
La egresada explicó que las colectivas han seguido un ciclo de vida, donde atravesaron por diversas etapas que las establecieron y transformaron; en la de crecimiento las acciones dependen de habilidades individuales, en la de consolidación surgen líneas definidas con enfoque claro en el trabajo activista, y finalmente en la de madurez se orientan a la incidencia política y se mantienen interacciones con organismos públicos.
Destacó que, aunque al principio se observa una relación tensa entre las integrantes jóvenes y veteranas, con el tiempo las diferencias se resuelven.
Viridiana Acosta puntualizó que las colectivas recientes tienden a ser más performativas y disruptivas, y utilizan las redes sociales para convocar, visibilizar, informar y documentar.
“El activismo feminista digital tiene un impacto significativo en la esfera física, aunque se encuentra diseñado para influir principalmente en la virtual, dada la configuración de las audiencias en línea”, enfatizó.
La joven mencionó que las mujeres más jóvenes podrían estar orientándose hacia un movimiento antipatriarcal en lugar de al feminismo tradicional, debido a la falta de inclusión e interseccionalidad.
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