- Matilde Angélica Reyes Juárez se formó en la Escuela de Enfermería de la Universidad Veracruzana en la década de 1980
- Actualmente está adscrita al Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios, donde atiende el Centro Centinela de la Unidad de Artes
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Carlos Hermida (1) cortesía entrevistada (2-4)
09/01/2025, Xalapa, Ver.- “En mi primera práctica atendí a un adulto mayor que padecía una enfermedad crónica degenerativa, a quien debía asear, ayudarle a ingerir sus alimentos y apoyar en la micción; el señor cuestionó mi edad, pues tenía 16 años y prefería ser auxiliado por alguien con más experiencia”, relató Matilde Angélica Reyes Juárez, enfermera egresada de la Universidad Veracruzana (UV).
En el marco del Día de la Enfermera y del Enfermero, que en México se celebra el 6 de enero, Matilde compartió su historia e inquietud que la llevó a ejercer esta profesión, considerada por ella misma como la primera línea de atención sanitaria a una población que necesita comprensión y cuidados.
La profesional de la salud, quien cuenta con 34 años de trayectoria laboral y actualmente está adscrita al Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu) de la UV, narró que en esa ocasión el paciente quedó complacido con su desempeño, le bautizó como “La Niña” y después la solicitaba para que le brindara atención.
Angélica Reyes estudió Enfermería en Xalapa en la década de 1980, cuando aún no se inauguraba el Centro de Alta Especialidad del Estado de Veracruz y la población de la ciudad se atendía en el Hospital Regional “Dr. Luis F. Nachón”, el Centro Estatal de Cancerología y la Clínica 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social, principalmente.
“De niña solía jugar a ser enfermera, por lo cual formarme como profesional de esta disciplina fue algo innato y representó un anhelo cumplido para mí”, comentó.
Ingresó a la UV a los 16 años, cuando Enfermería era una carrera técnica que duraba tres años, en los cuales se tomaban clases en la mañana y se realizaban prácticas en la tarde; la mayoría de sus compañeras ya habían concluido la preparatoria y tenían más experiencia de vida.
La entonces Escuela de Enfermería se ubicaba en lo que hoy son las instalaciones de la Unidad de Ciencias de la Salud, en cuyos alrededores solo existía un pequeño supermercado y algunos puestos de comida.
Angélica Reyes comentó que su etapa en la UV fue bonita, porque contó con excelentes maestros que en todo momento integraban la teoría con el trabajo de campo y le inculcaron la vocación de servir a la sociedad; hubo ocasiones que iniciaba sus actividades al amanecer y concluía sus estudios ya entrada la noche.
“Mis docentes me mostraron el arte de amar la enfermería desde su esencia, y a brindar calidad y calidez, sin mirar la condición de raza, estatus social y económico del paciente”, enfatizó.
Al egresar realizó su servicio social en la localidad de Mahuixtlán, donde llevó a cabo labores de medicina preventivita, entre las que estaban campañas de vacunación, control de peso y atención a embarazadas.
“El trato de los pobladores fue muy bueno y eran muy respetuosos con las enfermeras al sentirlas cercanas a ellos; mi compañera y yo fuimos muy bien aceptadas, y fue común que recibiéramos invitaciones a comer en las casas por parte de pacientes agradecidos, o nos obsequiaran fruta de temporada”, relató.
En 1991 la profesional de la salud se incorporó a la UV, al entonces Hospital-Escuela de Ginecología y Obstetricia, y laboró en distintas áreas en el turno nocturno, aunque centró su práctica en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
“Este trabajo representó un gran reto que me obligó a desarrollar habilidades y destrezas necesarias, con el objetivo de desenvolverme de forma eficiente, así como a capacitarme y renovarme, en lo cual fui apoyada por mis colegas enfermeras, parteras, médicos pediatras, ginecólogos e internistas”, compartió.
Actualmente atiende el Centro Centinela del Cendhiu ubicado en la Unidad de Artes, donde dio un giro a su quehacer profesional de práctica clínica para enfocarse en consejería y asesoría sobre temas de salud mental, sexual y reproductiva.
“En esta faceta llevo una relación directa con estudiantes; uso toda mi experiencia para ayudarles a tener una mejor calidad de vida, y a transcurrir su formación universitaria sin las limitantes de una enfermedad”, puntualizó.
Angélica Reyes declaró que cada día surgen nuevos padecimientos, por lo cual los enfermeros deben prepararse continuamente, pues son la primera línea de atención sanitaria a una población que necesita comprensión y cuidados; su capacitación no ha cesado, e incluye un Diplomado y una Maestría en Administración de Servicios de Salud.
“Obtener más conocimientos nos permite desempeñarnos de una mejor manera, lograr resultados superiores y beneficiar la condición de vida de los pacientes hospitalizados”, manifestó.
Dijo que es primordial que el profesional de la enfermería tenga una visión integral, pues la salud de la sociedad impacta en la economía y otros ámbitos de un estado o país.
“Lo aprendido a lo largo de mi formación y trayectoria laboral me ha permitido cuidar a mi familia y velar por la población, por lo que me considero exitosa”, concluyó.
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