• Participó en el Diplomado Análisis de la Imagen Fotográfica. Explorando la Colección Toledo, cuya sede es el CaSa y lo coordina Citlalli González, del IAP 

Elissa Rashkin propuso soltar las ataduras convencionales presentes en exposiciones fotográficas, que contraponen una fotografía hecha por un artista con la de un sujeto desconocido

Karina de la Paz Reyes Díaz 

10/11/2020, Xalapa, Ver.- Elissa Rashkin, investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV), propuso pensar la fotografía histórica desde lo que la escritora Cristina Rivera Garza llama “desapropiación”, en su participación en el Diplomado Análisis de la Imagen Fotográfica. Explorando la Colección Toledo. 

Ahí, la académica compartió la conferencia “Fuera de lugar: Apuntes sobre fotografía rural y desapropiación” y como parte de la misma presentó un análisis de 14 fotografías que eligió del Fondo Toledo de Fotografía, cuya temática versa sobre la representación fotográfica del agrarismo (una de sus líneas de investigación). 

Las imágenes las clasificó en tres grupos: “El trabajo como espectáculo”, “Plátanos centroamericanos” y “Del folclore a la desapropiación (aproximación de la tierra)”. 

La investigadora hizo notar que desde la segunda mitad del siglo XX se dio un desarrollo de la antropología visual, la cual dio paso a medios comunitarios; no obstante, el enfoque sobre el paisaje, “o mejor dicho la tierra como territorio, pero también como estructuración de la mirada, no ha sido suficientemente explorado”. 

Luego de detallar los tres grupos de fotografías, en el último concentró sus comentarios en una de las fotografías del Fondo “Roberto Donis”, que es parte de la Colección Toledo, en la que un surco en la tierra ocupa el primer plano, mientras las personas y animales se ven muy a lo lejos, en el horizonte. 

Al desconocerse el contexto de tal fotografía, “lo que nos queda es una serie de connotaciones tejidas a través de nuestra formación previa”, dijo. “Podemos imaginar que la mayor parte de fotos existentes –no sólo en este archivo sino en el mundo– fueron tomadas en algún momento con alguna intención, sin que ésta sea encapsulada en la imagen”. 

En ese sentido, propuso el pensar la fotografía histórica desde lo que Cristina Rivera Garza llama “la desapropiación” y citó un fragmento del libro autoría de ésta: Los muertos indóciles: Necroescrituras y desapropiación. 

“Propongo con esta foto el experimento de soltar las ataduras convencionales presentes en exposiciones de galerías, por ejemplo, que querer o no, refuerza decisiones entre fotografías hechas por sujetos reconocidos y aquella que es anónima, o la que se considera artística contra la que es simplemente un soporte del recuerdo.” 

En la imagen en mención, las personas y sus compañeros animales siguen con sus labores, apenas y se ven, muy a la distancia, en el horizonte, y así se alejan “del ojo observador tan dado en otras circunstancias a cosificar su trabajo como espectáculo”. 

Para ella, participan no en la representación como tal, sino “en la construcción de una mirada desapropiadora”, mientras la tierra en primer plano funciona “como terreno para repensar la comunalidad”. 

Un acercamiento a la Colección Toledo de Fotografía 

Cabe mencionar que este diplomado tiene como sede el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), Oaxaca, y es coordinado por la profesora-investigadora adscrita al Instituto de Artes Plásticas (IAP) de la UV, Citlalli González Ponce. 

De acuerdo a este centro, el diplomado tiene como propuesta “identificar las posibilidades de análisis de la fotografía desde un enfoque multidisciplinar, reuniendo conocimientos estéticos, sociológicos, históricos, lingüísticos y comunicativos, que permita continuar en la búsqueda por entender a la fotografía de manera holística, reconociendo sus particularidades y aportes para la creación y la investigación en nuestras sociedades contemporáneas”. 

En él, se reunió a 11 investigadores invitados, todo ellos referentes de tal materia de estudio en el país (tal es el caso de John Mraz, Alberto del Castillo y Rebeca Monroy) y adscritos a diversas instituciones como la UV, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el Instituto de Investigaciones “José María Luis Mora”, la Iberoamericana, la Nacional Autónoma de México, la de Guadalajara y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

Citlalli González explicó que la Colección Toledo está bajo resguardo del Centro Fotográfico “Manuel Álvarez Bravo” y la conforman más de 100 mil fotografías reunidas por el artista oriundo de Juchitán de Zaragoza. Son imágenes cuya procedencia se desconoce y requieren ser investigadas por expertos o personas que se están formando como analistas de la imagen. 

Por otro lado, el hecho de que se imparta desde la plataforma de CaSa tuvo el propósito de llevar la investigación fuera de los ámbitos académicos, “es una forma difusión de la ciencia, de acercar a otros públicos las investigaciones que realizamos”, añadió la investigadora del IAP de la UV. 

Tal propósito se cumplió, pues la convocatoria reunió a un público diverso: estudiantes de licenciatura y posgrado del país y el extranjero, así como a investigadores, creadores, personas abocadas a la gestión cultural o que están encargadas de acervos fotográficos. Además, para la puesta en marcha de este diplomado se contó especialmente con la colaboración del Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana, quienes a través del académico Ariel Arnal se interesaron en apoyar el desarrollo de este programa. 

El diplomado se desarrolla del 3 de noviembre de 2020 al 26 de febrero de 2021. Precisamente, el 27 de noviembre participó Elissa Rashkin, profesora-Investigadora del CECC, y para febrero de 2021 está programada la presentación de la académica de la UV Leticia Mora, adscrita al Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias.