Las mujeres editoras se asumen como creadoras de colecciones de libros, transformadoras de la gestión editorial de las universidades y reformadoras del rostro gráfico de las páginas y las portadas de los libros
Lo más importante es el texto: mujeres editoras
Fue hasta finales del siglo XVIII cuando se comenzó a nombrarlas y hacerse un recuento de quiénes eran estas obreras de la palabra