- Ricardo Pérez Monfort, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, mencionó que el documental ha adquirido un peso específico como fuente histórica visual
- El académico, guionista y crítico, recibió la Medalla Nacional al Mérito UV en la FILU 2023
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Omar Portilla Palacios
19/05/2023, Xalapa, Ver.- “La fotografía, el cine y el documental han nutrido al propio discurso histórico, y dentro de él se han convertido en una fuente válida con un peso específico”, afirmó Ricardo Pérez Monfort, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en su participación en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2023 de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador impartió la conferencia magistral “Escribir historia con imágenes: breve relato de un par de experiencias”, dentro del Foro Académico “Puentes y fronteras: migración, cultura y derechos humanos”.
Comentó que, desde su nacimiento en México, el cine no ha dejado de producir documentales que abordan aspectos del contexto histórico nacional.
Aunque oficialmente el primer filme grabado en el país fue un corto de poco más de medio minuto de duración, en el que se ve a Porfirio Díaz pasear a caballo en el bosque de Chapultepec, Gabriel Veyre y Claude von Bernard –los operadores cinematográficos encargados de filmar al entonces presidente– realizaron producciones previas en las que muestran el puerto de Veracruz, donde llegaron provenientes de Francia, enviados por la familia Lumiére.
Posteriormente produjeron una treintena de cortometrajes en los que abordaban el folclore mexicano, la cotidianidad del país, además de sus costumbres y tradiciones religiosas.
Pérez Monfort mencionó que, si bien la fotografía y el cine han sido el centro de análisis de muchos historiadores, son raros los que convierten a los documentales en sus objetos de estudio.
“Aunque estas producciones sirven de testimonios históricos ya que apelan a un sentido de verdad, muchas veces la narrativa es sesgada, porque refleja la interpretación y el punto de vista del creador”, explicó.
Además, tradicionalmente la relación entre cineastas e historiadores no ha sido muy fluida, lo que impide que se realicen buenas producciones conjuntas apegadas a la realidad.
El experto aseguró que gracias a las transformaciones tecnológicas el cine ha ampliado su capacidad de producción, pero sobre todo el espectro de temáticas manejadas, lo que beneficia en gran medida a esta industria.
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