- Laura Teresa Hernández, investigadora del Instituto de Neuroetología, dictó la conferencia “La influencia de la dieta en el ánimo de las madres”
- Aseveró que “las madres del mundo animal tienen que hacer muchos cambios durante el periodo de gestación, ello dependerá de las condiciones ambientales”
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
12/05/2023, Xalapa, Ver.- Para las hembras de más de cinco mil 400 especies de mamíferos, la crianza no es una tarea fácil, porque depende de una diversidad de elementos como el ambiente, los cambios fisiológicos y la modulación de la alimentación, entre muchos factores, expuso Laura Teresa Hernández Salazar, coordinadora del posgrado en el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV).
La académica dictó la plática “La influencia de la dieta en el ánimo de las madres”, como parte del programa “Tardes de Ciencia” impulsado por la Dirección General de Investigaciones de esta casa de estudios, a través de Facebook Live https://www.facebook.com/DGIUV
En el mundo animal “ser mamá no es fácil, por lo que el ánimo depende de todas las presiones del ambiente y, por supuesto, de los alimentos que se consumen”, dijo.
La investigadora mencionó que la diversidad y la condición ambiental tienen implicaciones durante el embarazo, el tipo de parto, los cambios fisiológicos, la modulación de la alimentación e inversión en el cuidado parental.
“Las madres del mundo animal tienen que hacer muchos cambios durante el periodo de gestación, ello dependerá de la disponibilidad de alimento, del clima adecuado, del cuidado biparental o uniparental y del número de hermanos aún dependientes.”
Los periodos de gestación y lactancia, indicó, implican para las hembras un importante gasto de energía y de nutrientes, por ello es necesaria una dieta variada, equilibrada y suficiente, que les permita cubrir dichas necesidades.
“Lo adecuado es que incluya carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas, minerales y agua; sin embargo, en la vida libre los animales no saben sobre las cantidades que requieren, pero tienen mecanismos que les ayudan a distinguir.”
¿Cómo saben qué comer y cómo seleccionan los alimentos? Hernández Salazar dijo que en el caso de las hembras primates gestantes se guían primordialmente por el color, olor, sabor, textura y cómo está constituido el alimento potencial para que pueda ser consumible.
“Las madres están al pendiente de los cambios físicos y químicos que tienen las hojas, flores y frutos, para poder hacer una mejor selección de los alimentos que dependerá de sus necesidades, de acuerdo a su etapa fisiológica”.
La investigadora remarcó que “hay un alto costo energético y fisiológico para la madre para mantener los niveles nutricionales y energéticos, así como una baja de hormonas que podrían llevarla a procesos de baja energía y probablemente a la depresión.”