Ciencia

Funcionamiento cerebral aún no es completamente entendido: Luis Carrillo

  • Luis Alberto Carrillo Reid, investigador de la UNAM, subrayó lo anterior en su participación en el Simposio Internacional “Pasado, presente y futuro de la investigación biomédica” 

 

Luis Alberto Carrillo Reid, investigador de la UNAM, participó en el Simposio Internacional organizado por el CIB-UV

Luis Alberto Carrillo Reid, investigador de la UNAM, participó en el Simposio Internacional organizado por el CIB-UV

 

Claudia Peralta Vázquez 

13/12/2020, Xalapa, Ver.- Luis Alberto Carrillo Reid, investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó lo complicado que ha sido para los científicos, a lo largo del tiempo, entender el funcionamiento del cerebro en su totalidad. 

El investigador, cuyo proyecto doctoral realizado en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM consistió en el análisis de las propiedades de red en registros de poblaciones neuronales, dictó el lunes 7 de diciembre la ponencia “Control óptico de ensambles neuronales para entender procesos de percepción, memoria y estados patológicos”. 

Esto, al participar de manera virtual, a través de Zoomen el Simposio Internacional “Pasado, presente y futuro de la investigación biomédica”, efectuado en el marco del festejo del décimo aniversario del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB) de la Universidad Veracruzana (UV). 

Resaltó que ha habido muchos intentos por lograr experimentos que revelen cómo controlar o reprogramar el cerebro, lo cual es muy complicado puesto que tiene millones de neuronas y éstas, a su vez, muchas conexiones entre ellas. 

Por eso, para entender qué pasa cada vez que el ser humano hace una función en particular (un movimiento, percibir algo o realizar algún proceso mental) se requiere conocer cómo funcionan estos grupos de neuronas y cómo se relacionan causalmente con la función que interesa. 

Dio a conocer que la historia inicia con Santiago Ramón y Cajal, quien fue el primero en proponer que la unidad de información básica del cerebro es la neurona. En esa época todavía se pensaba que el cerebro era una masa conjunta de células y no que estaban separadas. Su aportación fue mostrar, con la técnica de Golgi, que las neuronas son unidades independientes separadas físicamente entre . 

Lo anterior dio lugar a la doctrina de la neurona, que proponía justamente que la neurona individual es el sitio donde se procesa la información y es lo más importante para entender el sistema nervioso central y todo el funcionamiento del cerebro. 

Sin embargo, más adelante, Rafael Lorente de uno de sus alumnos, utilizó la misma técnica y prácticamente refutó lo dicho por su maestro. 

Es uno de los primeros que propone que no era la neurona individual la parte más importante para entender el funcionamiento del cerebro, sino grupos de neuronas que procesaban la información.”

Dictó la ponencia “Control óptico de ensambles neuronales para entender procesos de percepción, memoria y estados patológicos”

Dictó la ponencia “Control óptico de ensambles neuronales para entender procesos de percepción, memoria y estados patológicos”

Fue un cambio de paradigma, subrayó, “diría que el 50 por ciento de los neurocientíficos siguen pensando que la neurona individual es lo más importante, y el 50 por ciento restante, que son los grupos”.  

Carrillo Reid, quien fue investigador asistente en la Universidad del Noroeste, en Chicago, donde empleó microscopía de doble fotón y técnicas de optogenética y electrofisiología para estudiar enfermedades motoras como Parkinson y Huntington, expuso que lo interesante es ver qué hipótesis pueden generarse con esta nueva propuesta de que el grupo es lo importante. 

Actualmente, los estudiosos de las neurociencias pueden detectar a través de biomarcadores la actividad eléctrica de una neurona. Es decir, se entiende como un biomarcador cuando se alteran las corrientes iónicas de esa neurona o emiten disparos neuronales, “eso es un indicio de que la neurona tiene una actividad patológica. 

Dichos experimentos corresponden a las últimas décadas de las neurociencias, pero esto no ha logrado dar información suficiente para entender cómo esa actividad y cambios se relacionan con una función en particular. 

Por ejemplo, algo de lo más reciente en las neurociencias es la tecnología que sirve para ver individualmente a las neuronas y su actividad mediante microscopía de doble fotón. Podemos entender y tratar de estudiar cuáles son las reglas y las bases de un grupo de neuronas relacionadas con alguna función particular. 

No obstante, se esperaría tener eventualmente un desarrollo tecnológico que permita estudiar la actividad del cerebro con aparatos más compactos y mucho más sofisticados, señaló. 

Cabe resaltar que el investigador estudió Ingeniería Electrónica en la Facultad de Ingeniería de la máxima casa de estudios del país, e hizo una estancia posdoctoral en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa, Japón. 

También, trabajó como investigador asociado de tiempo completo en el Centro de Neurotecnología en la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde implementó el uso de moduladores espaciales de luz para realizar simultáneamente registros y estimulación optogenética en poblaciones neuronales.