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Arquitectos exiliados contribuyeron a edificar el México moderno

  • Louise Noelle Gras, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, dictó la conferencia “Presencia del exilio en la arquitectura mexicana moderna” en la FILU 2024 
  • En el marco del Foro Académico “Exilios: raíces y contribuciones de destierros internacionales en México” 

 

Louise Noelle Gras, investigadora de la UNAM, participó en la FILU con ponencia sobre presencia del exilio en la arquitectura

Louise Noelle Gras, investigadora de la UNAM, participó en la FILU con ponencia sobre presencia del exilio en la arquitectura

 

Claudia Peralta Vázquez 

Fotos: César Pisil Ramos

17/05/2024, Xalapa, Ver.- La llegada de arquitectos europeos debido al exilio contribuyó a enriquecer y engrandecer el urbanismo y el México contemporáneo que existe hoy, afirmó Louise Noelle Gras, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante su participación en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2024 de la Universidad Veracruzana (UV). 

Al dictar la conferencia magistral “Presencia del exilio en la arquitectura mexicana moderna”, dentro del Foro Académico “Exilios: raíces y contribuciones de destierros internacionales en México”, que tuvo lugar del 13 al 17 de mayo en la Sala Anexa, Tlaqná, Centro Cultural, dio a conocer una amplia lista de arquitectos que aportaron en la edificación de espacios emblemáticos a nivel nacional. 

La especialista en arquitectura mexicana y latinoamericana reconoció que con su labor dieron lo mejor de ellos mismos. 

“Todos vinieron a colaborar en esta idea que tenemos los mexicanos de la arquitectura, el urbanismo moderno y el México contemporáneo, pero al mismo tiempo rindiéndole un homenaje a los trabajadores de este país que son quienes hacen y logran este tipo de arquitectura.” 

Recordó a los asistentes que el 13 de junio de 1939 el Sinaia –primer buque que transportó a refugiados españoles a México– arribó al puerto de Veracruz, luego del estallido de la guerra civil española, un momento difícil para el mundo en general.

Arquitectos, víctimas del exilio español, contribuyeron a la creación del México moderno

Arquitectos, víctimas del exilio español, contribuyeron a la creación del México moderno

 

“A la vez, representó un momento de gran orgullo para este país que siempre ha recibido con los brazos abiertos a todos aquellos que tienen problemas en sus países por cuestiones políticas o bélicas, realmente es parte de lo que nos hace mexicanos.” 

  Noelle Gras, doctora en Historia de la Arquitectura por la UNAM, durante la ponencia estuvo acompañada de Bertha Lilia Salazar Martínez, coordinadora del Doctorado en Arquitectura y Urbanismo de la UV, y destacó la contribución de Vladimir Kaspé, un francés que emigró a México en mayo de 1942 y donde murió en 1996. 

Su presencia fue fructífera en la arquitectura y generosa en las aulas. Con estudios en la Escuela de Bellas Artes de París, hizo obras con gran calidad y cualidad, a partir del estudio de materiales locales, piedra mexicana y ladrillo. 

“Después de 70 y 80 años, sus obras permanecen en un gran estado, es buena arquitectura.”

Bertha Lilia Salazar Martínez, de la UV, con la ponente en la Sala Anexa de Tlaqná

Bertha Lilia Salazar Martínez, de la UV, con la ponente en la Sala Anexa de Tlaqná

 

Al respecto, ante estudiantes de la Facultad de Arquitectura UV, comentó que esta disciplina no sólo es el diseño amable del espacio estructuralmente correcto, sino el compromiso social del servicio de esta arquitectura y su durabilidad. 

También recordó el legado de Mathias Goeritz, alemán que llegó a México en 1949, quien no fue arquitecto pero su relación con dicha ciencia fue importante y fundamental. 

De igual manera, Max Cetto, de la misma nacionalidad, arribó al país en 1945 y fue creador de un gran número de espacios, entre casas residenciales y edificios de apartamentos, etcétera. 

El suizo Hannes Meyer primero emigró a Rusia y después a México, en 1938; no hizo mucho en materia arquitectónica, pero sí como editor de las publicaciones del Taller de Gráfica Popular, y de El libro negro de terror nazi en Europa, así como curador de una exposición.

 “Con su labor, dieron lo mejor de ellos mismos”, expresó Louise Noelle Gras

“Con su labor, dieron lo mejor de ellos mismos”, expresó Louise Noelle Gras

 

A esta lista se suma Félix Candela Outeriño, español exiliado en 1939, quien llegó en el Sinaia y permaneció en México por 30 años, siempre preocupado por el tema de las estructuras laminares, algo que ya se manejaba en Europa. 

Proyectó alrededor de 900 obras, algunas de ellas con características paraboloides e hiperbólicas, como el Pabellón de Rayos Cósmicos de la UNAM, ubicado afuera de la Facultad de Física, o el Palacio de los Deportes, que se sostienen por el cálculo estructural de Candela. 

Mencionó también a Enrique Segarra Tomás, quien eligió al puerto de Veracruz para vivir y dónde impartió clases en la entonces Escuela de Periodismo y en la Facultad de Arquitectura de la UV. 

A él se le debe la alberca de un conocido hotel de la zona de Mocambo y el edificio del Sindicato de TAMSA, entre otras obras. 

Ramón Mikelajáuregui Aranaz tuvo una aportación tecnológica en la Ciudad de México, pues trabajó edificios de la Avenida Insurgentes en la capital del país, así como Jorge Agostoni, de Milán, Italia, quien se enfocó en la museografía y con su arte colaboró en el Museo del Telégrafo.