- Los especialistas Herlinda Aguilar y Jonathan Castañeda abordaron el tema dentro de la Semana Cultural y Deportiva 2021, de la región Coatzacoalcos
Santiago Morales Ortiz
13/05/2021, Coatzacoalcos, Ver.- El consumo de drogas es un problema de salud pública a nivel mundial que ha aumentado en los últimos 20 años y afecta no sólo a la persona que consume, sino a la familia y a la sociedad, ocasionando alteraciones a nivel físico, psicológico y social.
En lo anterior coincidieron los especialistas Herlinda Aguilar Zavala y Jonathan de Jesús Castañeda Rodríguez, dentro de la Semana Cultural y Deportiva Regional 2021, organizada por la Vicerrectoría Coatzacoalcos-Minatitlán de la Universidad Veracruzana.
En el Primer Foro de Adicciones “Sí a una vida saludable”, la Doctora en Ciencias Médicas, adscrita a la Universidad de Guanajuato, abordó el tema “Convivencia con padres adictos y sus afectaciones a nivel neurológico”, en tanto que el psicólogo Jonathan Castañeda tocó el tema “Atención plena a la adicción”.
Respecto a las alteraciones neurocognitivas en adolescentes relacionadas con la convivencia con padres adictos, Herlinda Aguilar indicó que se define como un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, que se refleja en la reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas.
Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial entre 162 y 324 millones de personas –el 3.5 y el siete por ciento– de la población de entre 15 y 64 años consumió por lo menos una vez droga ilícita, principalmente del grupo del cannabis, los opioides, la cocaína o los estimulantes de tipo anfetamínico.
Los factores que predisponen al consumo de droga, son: un ambiente familiar violento, las desventajas sociales, contextos familiares de descuido, amigos consumidores, desorganización social, desintegración familiar. Esto provoca en los jóvenes un pobre control de impulsos, predisposición genética, antecedentes de abusos, poca tolerancia a la frustración, problemas de lenguaje, deserción o reprobación escolar, baja autoestima y problemas psiquiátricos.
En el caso de la atención plena, Jonathan de Jesús Castañeda comentó que la conciencia surge de prestar atención de forma intencional a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgarla, sin evaluarla y sin reaccionar a ella.
Dijo también que el interés de los neurocientíficos va en aumento porque se ha corroborado los efectos que la atención plena tiene en el cerebro y en el cuerpo, así como sus funciones en la forma de relacionarse, los pensamientos y las emociones.
La atención plena tiene como principal foco la respiración que ayuda a la reducción del estrés, con terapia cognitiva para prevenir recaídas en depresión. Se busca la prevención de recaídas en conductas adictivas.
Castañeda Rodríguez agregó que la adicción se ha convertido en un problema moral, con personas responsables en su hábito nocivo, con culpabilidad y vergüenza por su consumo, y no es muy probable que busquen ayuda debido a su miedo a ser rechazados y castigados.
Al final muchos de estos pacientes son forzados a buscar tratamientos o son encarcelados por consecuencia de algún delito relacionado con las drogas, aumentando su propio estigma y vergüenza.
En el ámbito clínico, dijo que se trata de ayudar a las personas con conductas adictivas a que vean las cosas como son, reconocer, sentir y aceptar el malestar cuando éste surja; agregó que la práctica de la atención plena también favorece en darse cuenta de la naturaleza cambiante de las cosas.
Se trata de un enfoque compasivo que enfatiza la aceptación: mostrarse abierto, más que la culpabilidad, la censura y la vergüenza por la conducta.
También se indicó que la atención plena proporciona un estado de conciencia metacognitiva, en la que se puede ver el cuadro total, que brinda un mayor sentido de capacidad y libertad de elección que puede disminuir las recaídas. La elección consciente ayuda a disminuir estados emocionales negativos cuando se está luchando contra las conductas adictivas.
Finalmente, mencionó que el tratamiento Mindfulness es una habilidad cognitiva eficaz para la práctica de la prevención de recaídas. Si las personas consiguen desarrollar esta capacidad mediante la práctica sistemática de la meditación, pueden conseguir “desprenderse” a sí mismos del señuelo, de las tendencias, deseos o racionalizaciones cognitiva
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