- Angélica Martínez Hernández de la Maestría en Manejo de Ecosistemas Marinos y Costeros, participó en crucero de investigación
- A bordo del barco INAPESCA 1, perteneciente al IMIPAS, la joven tomó datos de las rayas y tiburones, que son capturados de manera incidental
Alma Celia San Martín Cruz
Fotos: Cortesía Angélica Martínez Hernández y Gustavo Andrade Domínguez
30/10/2024, Poza Rica, Ver.- Angélica Martínez Hernández, estudiante de la Maestría en Manejo de Ecosistemas Marinos y Costeros de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana (UV), campus Tuxpan, participó en un crucero oceanográfico en aguas del Pacífico mexicano.
Esta investigación tuvo como objetivo evaluar la eficacia de dos redes camaroneras y su influencia sobre las demás especies que suelen ser capturadas con las técnicas tradicionales.
La estudiante comentó que la realización de estancias en cruceros de investigación pertenecientes al Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), como el INAPESCA I, resulta una labor muy exigente, pero también enriquecedora, ya que se conoce todo el proceso en la toma de datos de primera mano, además de las personas directamente vinculadas en la realización de los trabajos en el mar o con alguna especie marina.
Explicó que este crucero partió de su base en Mazatlán, Sinaloa, donde los encargados de la campaña aceptan alumnos interesados en este tipo de expediciones, ya sea para aprender o tener retribuciones en las investigaciones propias, como fue su caso.
“Es así como realicé una estancia en un crucero de investigación, ya que contribuía a mi formación académica y profesional. La salida fue el 25 de septiembre y la llegada el 4 de octubre de este año.”
Agregó que el objeto de estudio del viaje fue comparar dos redes camaroneras: la tradicional y la modificada, con el fin de conocer cuál era más efectiva y menos perjudicial para las demás especies.
Los lances de estas redes fueron en puntos reconocidos por el IMIPAS en las costas de Sinaloa y Nayarit. Asimismo, se tomaron muestras de la captura, que se separaron en camarones, invertebrados, ictiofauna y elasmobranquios, mientras que el restante fue separado en cubierta, clasificado entre peces comerciales y descarte.
Explicó que parte de los investigadores a bordo identificaron los camarones a nivel de especie, tomaron datos morfométricos y peso total, para tener en cuenta si existen problemas de crecimiento en la población y comenzar a plantear estrategias de conservación aparte de la veda existente para estas especies.
“En mi caso, tomé datos de las rayas y tiburones, ya que estas especies son capturadas de manera incidental, además de que son datos que contribuyen a mi proyecto de tesis.”
De acuerdo con los resultados preliminares, mencionó que el arrastre de camarón debe ser más minucioso, ya que las poblaciones de las diferentes especies objetivo han ido disminuyendo, lo que ocasiona una fuerte pérdida económica para las flotas camaroneras y una presencia mínima de estas especies.
En cuanto a los elasmobranquios, existe una mínima cantidad de captura incidental, lo que podría resultar efectivo para las redes modificadas utilizadas en el viaje de investigación.
De la experiencia adquirida en el crucero, dijo que lo más importante fue haber reforzado conocimientos, aprender nuevas cosas, haber tenido la oportunidad de observar diferentes especies en su hábitat natural –como lobos marinos, delfines, tortugas y aves acuáticas–, conocer investigadores y a la tripulación del INAPESCA I, y contribuir con el cuidado de especies de consumo y las que por accidente son capturadas.
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