- Alumnos de la Maestría en Ciencias de la Ingeniería de la UV realizaron estudios de acelerogramas y espectros de respuesta en ciudades turcas afectadas por los temblores del 6 de febrero
- En México se han identificado estaciones con comportamientos similares
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: José Rujiro Hernández Temis y cortesía de Flor Martínez y Samuel Juárez
22/09/2023, Xalapa, Ver.- Zoila Flor Martínez García y Samuel Juárez Francisco, estudiantes de la Maestría en Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Veracruzana (UV), región Poza Rica-Tuxpan, realizaron un trabajo de investigación sobre los daños ocasionados por el terremoto ocurrido el pasado 6 de febrero en Turquía, país situado al sureste de Europa y suroeste de Asia.
Los universitarios concluyeron que los eventos sísmicos de magnitud 7.8 y 7.5 en la escala de Richter dejaron un gran precedente en la consideración de los efectos que pueden ocasionar en la sociedad, esto obliga a la verificación de reglamentos, normativas y procesos constructivos resistentes a fuertes movimientos telúricos.
En su estudio, analizaron y compararon el acelerograma y espectros de respuesta en las ciudades que registraron fuertes daños.
Martínez García explicó que los alcances de su investigación los direccionó hacia la descripción de las características más relevantes de registros sísmicos en ciudades con más daños, destacando sus parámetros de intensidad y características de espectros de respuesta, con la finalidad de documentar las particularidades del movimiento de tierra y capacidad de destrucción.
De la metodología empleada, mencionó la ubicación de estaciones sísmicas en ciudades con afectaciones; clasificación por tipo de suelo; cálculo de acelerogramas corregidos y otros parámetros, así como el análisis y comparación de resultados e identificación de particularidades de cada ciudad.
Como resultado, se identificaron 11 provincias que registraron mayor cantidad de daños; por las características del rompimiento de la corteza terrestre que generó el sismo, se presentaron aceleraciones importantes a grandes distancias del epicentro.
La alumna de posgrado consideró que los terremotos de Turquía son un caso extraordinario, ya que se produjeron en un periodo de tiempo corto e invitó a considerar el hecho de que una edificación pueda estar sujeta a acciones sísmicas en poco tiempo, tenga un comportamiento adecuado y no colapse.
Por su parte, Samuel Juárez refirió que su trabajo consistió en analizar las intensidades relevantes registradas durante el terremoto, a fin de distinguir las aceleraciones que se presentaron en estaciones localizadas en terrenos de tipo roca dura, y las establecidas en las de roca suave o suelos firmes.
Los alcances del estudio fueron identificar niveles de intensidad sísmica registrada en diferentes tipos de terreno durante los dos grandes sismos; describir los valores de aceleración máxima del suelo; velocidad absoluta estandarizada acumulada; la intensidad de arias -medida que determina los daños que un terremoto provoca en edificaciones- y duración significativa.
Esto último permitirá identificar la secuencia de aceleraciones que pudieron afectar a edificios en el transcurso de las pocas horas de diferencia que hubo entre ambos terremotos.
Zoila y Samuel destacaron que en México existen diferentes placas tectónicas y fallas geológicas, y aunque no son iguales a las que se encuentran en Turquía, sí se han encontrado algunos comportamientos similares que deben considerarse para mejorar el diseño de las edificaciones y puedan resistir los elementos sísmicos.
Dieron a conocer que su trabajo será presentado en el Congreso de Ingeniería Sísmica que tendrá lugar en noviembre próximo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
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