- En el Foro Académico de la FILU participaron Héctor Nahuelpan, activista e integrante del Consejo de Postgrado de la Universidad de Los Lagos, Chile, y Alejo Ruiz Báez, integrante de los Pueblos Unidos por la Defensa de La Cuenca del Río Antigua
- Nahuelpan dijo que desde el siglo XIX la comunidad mapuche es un territorio sometido por el colonialismo con una política de muerte y genocidio.
Paola Cortés Pérez
Fotos: César Pisil Ramos
08/09/2022, Xalapa, Ver.- El capitalismo no se detiene y la lucha tampoco, pero las protestas en la calle no son la respuesta y sí el construir colectividad, expresaron los panelistas de la Mesa 13 del Foro Académico “Tiempos de cambio: movimientos sociales, democracia y políticas públicas”, organizado por la Universidad Veracruzana (UV).
La mesa intitulada “Movimientos sociambientales: luchas contra el despojo del territorio, los bienes naturales y la vida”, se realizó la noche del miércoles 7 de septiembre en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, en el marco de la 27ª edición de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2022.
Participaron Héctor Nahuelpan Moreno, integrante del Consejo de Postgrado de la Universidad de Los Lagos, Chile, y Alejo Ruiz Báez, integrante del colectivo Pueblos Unidos por la Defensa de la Cuenca del Río Antigua; moderados por Beatriz Torres Beristain, coordinadora de la Maestría en Educación para la Interculturalidad y la Sustentabilidad de la UV.
Beatriz Torres comentó que en este momento que se vive una crisis socioambiental, el conversatorio buscó acercar a los asistentes a las realidades que están siendo afectadas y territorializadas.
“Las peores estimaciones ambientales es que la temperatura del planeta incremente de entre dos y cuatro grados, lo que significa que la vida, tal como la conocemos, deje de existir.”
Alejo Ruiz habló sobre la situación y problemática que se vive en Jalcomulco y diversas comunidades, a partir de la decisión de construir hidroeléctricas que afectarían el río que pasa por ese municipio, del cual depende la vida natural y social.
Hasta el momento, contó, aún no ha sido resuelto el problema, pese a que el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, expidió un decreto de reservas de agua y el colectivo ha ganado un amparo que promovieron, “después de mucho trabajo y desgaste”.
Recordó que cuando iniciaron con la defensa del río pensaron que sería sencillo, que se trataría sólo de instalar un campamento y que en dos o tres semanas regresarían a sus casas. Ahora saben que la lucha que emprendieron, más que ser una carrera de velocidad, es de resistencia.
“El poder neoliberal no se detiene, busca todas las maneras posibles y hasta fuera de la ley –como modificaciones de la legislación– para lograr sus objetivos, eso lo tenemos perfectamente claro y no sabemos cuándo terminará.”
El activista Héctor Nahuelpan dijo que desde el siglo XIX la comunidad mapuche es un territorio ocupado y sometido por el colonialismo de asentamiento y de extracción, con una política de muerte y genocidio.
“A este colonialismo sólo le interesa tomar el territorio, por lo tanto, las vidas de los habitantes son superfluas; este genocidio que impulsa no sólo es físico, también es simbólico, político o económico.”
Planteó que la resistencia mapuche no es nada más por el territorio, sino también por la vida en un contexto de colonialismo, capitalismo y de un sistema en crisis global. “Hemos sido la piedra en el zapato para muchos gobiernos, chilenos y argentinos”.
Con respecto a las protestas en la calle, comentó que pese a ser una forma de expresión, difícilmente se obtendrá atención y respeto; por ello, recomendó trabajar en la construcción de procesos de transformación orgánica.
“Si queremos desafiar y ser peligrosos, tenemos otros desafíos: la construcción de trabajo colectivo, trabajar en la cordialidad, no perder de vista el superar las reivindicaciones identitarias, culturalistas y segmentarias. Hay que superar las luchas callejeras.”
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