Los grandes problemas sociales demandan que las ciencias aporten descubrimientos para poder emprender cambios hacia el mejoramiento de la vida personal, relacional y social; en los diversos campos de la Psicología y entre un grupo de sus practicantes más jóvenes, ha renacido el interés por conocer y proponer intervenciones que apoyen en el conocimiento de las etiologías complejas de fenómenos como la violencia que son verdaderas plagas que aniquilan el espíritu humano en el contexto actual. Sin embargo, este deseo por pasar de la teoría a la práctica, la molestia ante la indiferencia, el compromiso para con la sociedad en la que nos ha tocado vivir, tiene una larga historia que se renueva y presenta con diferentes nombres. Por fortuna, la realidad social no pierde la memoria.
Las palabras clave de la actualidad giran alrededor del paradigma de la complejidad, de la transdisciplina, del desarrollo sustentable, del cambio climático, el neoliberalismo y la globalización, entre otros.
Ante esta avalancha de voces que demandan acciones se impone la revisión y el cambio de los marcos teóricos previos, la creación de nuevas formas de plantear transdisciplinariamente el enfoque epistemológico de la investigación y las demandas de la realidad social.
La creatividad para desarrollar una mirada que permita descifrar una causalidad tan compleja como es la de la violencia, el VIH, las adicciones, los eufemismos que saturan los discursos; es un reto que los investigadores tienen que abordar al plantearse una estrategia de conocimiento-acción esto es, de conocer investigando la problemática social desde una epistemología compleja al mismo tiempo que se planeen intervenciones que incluyan a las personas involucradas en dichas problemáticas.
La idea de una ciencia social comprometida y que apoye y se construya con la acción no es nueva en nuestro continente, hay grandes ejemplos de investigadores que proponen a la investigación-acción, como la estrategia por excelencia; en años no tan lejanos Orlando Fals Borda, Paulo Freire fueron nombres de uso diario; palabras como concientización, investigación militante ocuparon espacios en foros, revistas y discusiones acaloradas.
La tradición existe, las enseñanzas persisten, las demandas sociales se aumentan y se hacen más complejas; por fortuna las diferentes ciencias, antes tan celosas de sus límites; están encontrando problemas y caminos comunes; sin duda la investigación –acción será recuperada como uno de ellos.
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