La Cromatografía Líquida de Alta Eficiencia (HPLC, por sus siglas en inglés) es una técnica analítica que permite separar mezclas complejas de sustancias de procedencia diversa, con el propósito de identificarlas, cuantificarlas y purificarlas. Esta técnica es considerada una de las técnicas de purificación más versátiles y confiables teniendo una amplia aplicación en la investigación química, bioquímica y clínica, entre otras, para la determinación de la pureza de sustancias, la detección de metabolitos de interés farmacológico de plantas, la detección de metabolitos de drogas en fluidos biológicos, el aseguramiento de la calidad de productos farmacéuticos, etc. El Instituto de Química Aplicada cuenta con tres cromatógrafos de líquidos de alta resolución con diversos detectores.