El Instituto de Química Aplicada tiene sus orígenes en lo que antes se denominaba Unidad de Servicios de Apoyo en Resolución Analítica (SARA), una dependencia de la Universidad Veracruzana, creada por un grupo de investigadores, con el fin de ofrecer servicios tecnológicos altamente calificados a profesionales de la investigación, del desarrollo y la aplicación de la química. Originalmente, los usuarios de la Unidad SARA eran los investigadores adscritos a dependencias intra y extrauniversitarias, quienes podían solicitar los servicios de acuerdo a la demanda de sus proyectos específicos.
Desde su fundación en 1997, la Unidad SARA, contó con la infraestructura necesaria para desarrollar las técnicas analíticas de Resonancia Magnética Nuclear (RMN), Cromatografía Líquida de Alta Resolución (HPLC), Cromatografía de Gases acoplada a Espectrometría de Masas (GC-MS) y Espectroscopía Ultravioleta/Visible (UV/Vis), herramientas instrumentales que permiten discernir la naturaleza química de muestras de diversa procedencia, y apoyar proyectos de disciplinas tales como la química, la biomedicina, la investigación en alimentos, la investigación farmacéutica, y las ciencias ambientales, entre otras.
La Unidad SARA inició sus funciones teniendo como infraetructura física un edificio de una planta de aproximadamente 180 m2, en el que se encontraban espacios destinados a albergar el equipamiento mencionado, los cuales no contaban con espacios específicos para el manejo y preparación de muestras. Se contaba además con un laboratorio de 28 m2 en el que se realizaban las actividades mencionadas anteriormente, además del trabajo de los profesores y de los estudiantes de diversos niveles, lo cual implicaba un grave problema de hacinamiento y seguridad, debido a la limitación del espacio y al tipo de trabajo diverso que se desarrollaba en el mismo. Además de lo anterior, se contaba con 4 cubículos para profesores y un área destinada a la administración. Cabe mencionar que tanto la infraestructura científica como la física fueron obtenidas mediante fondos del (CONACyT) y fondos concurrentes de la Universidad Veracruzana, y que a través de estas mismas estrategias se logró una nueva infraestructura física y científica que permite desarrollar el trabajo de investigación en mejores condiciones.
A partir de diciembre del 2020, la Unidad cambió su figura institucional para convertirse en el actual Instituto de Química Aplicada, el cual cuenta con un total de 7 espacios equipados para trabajo de laboratorio, 2 laboratorios de cromatografía que albergan equipos de Cromatografía de Líquidos (HPLC), Cromatografía de Gases acoplada a Espectrometría de Masas (GC/MS) y Cromatografía de Líquidos acoplada a Espectrometría de Masas (HPLC/MS); 2 laboratorios de instrumentación analítica y fisicoquímica con equipos de Espectrofotometría Ultravioleta-Visible (UV/VIS), Espectrofotometría Infrarroja (FT-IR), analizador elemental, Calorímetro Diferencial de Barrido; un laboratorio de Resonancia Magnética Nuclear con un espectrómetro de RMN a 500 MHz; un sitio acondicionado para equipo de cómputo de alto rendimiento con unidades CPUs y GPUs; un espacio de alojamiento para animales de experimentación, un aula de clases, y cubículos para cada investigador.
En 1997, el personal académico estaba integrado por 3 académicos, dos de ellos con grado de maestría y uno con grado de doctor en ciencias. Al paso del tiempo, el personal académico y técnico se incrementó hasta un total de 17 (13 investigadores de tiempo completo y 4 técnicos académicos), la mayor parte de ellos con posgrado en áreas afines a la química, que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores y/o al PRODEP, los cuales desarrollan trabajo de investigación en diversas áreas de la química y contribuyen a la formación de recursos humanos a nivel de licenciatura y posgrado, además de brindar apoyo, asesoría y servicio a diversos proyectos de investigación institucionales y de colaborar con otras IES del país. Al alcanzar una masa crítica de académicos suficiente para la apertura de un posgrado, los investigadores adscritos a la entonces Unidad SARA sometieron a la consideración de las autoridades universitarias la pertinencia de que la Unidad se hiciera cargo de incidir en la formación de recursos humanos a nivel maestría, y de esta forma, fortalecer el trabajo de investigación que ya venía realizando el núcleo de profesores. De esta forma la Unidad SARA recibió a la primera generación de la Maestría en Química Bioorgánica en agosto de 2010, la cual obtuvo el reconocimiento del Programa Nacional de Posgrado de Calidad (PNPC) del CONACyT dos años después. Actualmente, los investigadores adscritos al Instituto de Química Aplicada continuan brindando asesoría y servicio a diversos proyectos de investigación institucionales o de colaboración con otras IES del país, pero fundamentalmente desarrollan investigación propia, indicen en diversos programas aducativos como docentes o tutores y han demostrado una sólida capacidad para gestionar recursos que impactan en el fortalecimiento y actualización de la infraestructura institucional a través del concurso en diferentes convocatorias del PRODEP y CONACyT, tales como Incorporación de Nuevos Profesores de Tiempo Completo, Redes de Investigación PRODEP, Investigación Básica, Fondos Mixtos, Redes Temáticas e Infraestructura, lo cual ha fortalecido el trabajo de investigación que se realiza de manera cotidiana y ha coadyuvado al desarrollo de proyectos de investigación de otras dependencias de nuestra institución, así como de otras IES.
Dados los nuevos espacios y el equipamiento con que se cuenta, se ha logrado la generación de una extensa serie de productos científicos de alta calidad, entre los que se cuentan un amplio número de publicaciones científicas indexadas de circulación internacional (la mayoría en el JCR), capítulos de libros, la formación de recursos humanos a diversos niveles, y la participación en foros académicos nacionales e internacionales, propiciando las condiciones para la formación y consolidación de dos Cuerpos Académicos reconocidos por el PRODEP.
