Reseña. La Indignación. Un desencanto en lo privado y un descontento en lo público

Contenido 9 de 10 del número 3

 

La Indignación. Un desencanto en lo privado y un descontento en lo público

 

Yolanda Francisca González Molohua

 

La justa indignación es el dolor que se experimenta al ver la fortuna de alguno que no la merece; y el corazón que se indigna justamente es el que siente las penas de este género. Recíprocamente se indigna también al ver sufrir a alguno una desgracia no merecida. He aquí lo que es la justa indignación y la situación del que se indigna justamente

Aristóteles

 

En una referencia previa que hizo Eramis Bueno a este texto que ahora me ocupa, cita la obra del filósofo griego Aristóteles titulada La Gran Moral y enfatiza allí algunos rasgos que la distinguen y que recupero como prefacio a este documento, porque considero que la indignación es un rasgo que caracteriza a los seres humanos, y este sentimiento, ante determinadas situaciones posibilita la organización, la reunión de grupos sociales que visibilizan las causas que socialmente resultan injustas. Por otra parte, es relevante percatarme que estos tópicos “problemas” han estado presente en los análisis de pensadores e intelectuales desde épocas remotas, por lo cual, dicha definición es vigente para los académicos e intelectuales interesados en los acontecimientos que presenciamos en el siglo XXI, y que Gunther Dietz (2013) refiere acertadamente en el prólogo que hace al libro La Indignación, al referir que un nuevo fantasma parece recorrer no solamente Europa, sino esta vez casi al mundo entero: el Fantasma de la Indignación.

Por ello, los artículos que conforman el libro La Indignación. Un desencanto en lo privado y un descontento en lo público coordinado por Danú Alberto Fabre Platas[1] y Carmen Egea Jiménez[2] dan cuenta de las acciones de la sociedad civil en el contexto mundial del siglo XXI, que tienen de fondo a la Globalización Neoliberal y es en este marco que se percibe el fantasma de la indignación que recorre el mundo, visibilizando a su vez, diversas problemáticas, producto de la pérdida de derechos humanos ganados al final de la segunda guerra mundial (1939-1945). Esta sociedad mundial motivada por la convocatoria que hizo Stéphane Hessel en 2010, quedó convidada a no ser indiferente, y por lo tanto, debe indignarse mediante la insurrección pacífica.

Hessel hizo el llamado a indignarse como mecanismo para aprender a resistir contra la corrupción de los gobiernos, contra las injusticias individuales de lo privado que afectan en lo público, por ejemplo, las acometidas a prestaciones sociales, despidos, prematuras jubilaciones, y demás problemáticas que trastocan los ámbitos social, político, económico, medioambiental, etc.

Por lo anterior, en este libro se integran experiencias de movimientos sociales pacifistas que se gestan en torno al 15M, de Puerta del Sol en Madrid. Fue el 15 de mayo del año 2011, cuando inicia el Movimiento de los Indignados, y se extiende por el mundo. En el libro se hace referencia a los indignados en España, Alemania, Francia, Italia, Túnez, Egipto, Marruecos y Croacia, se exponen sus innovadoras propuestas de acción, tales como la acampada del Sol, las ciberprotestas, o las asambleas de barrios, entre otras.

El libro se integra de doce capítulos, nueve de los cuales nos presentan las experiencias de las y los ciudadanos indignados en el mundo, y los tres restantes comparten conocimientos metodológicos y filosóficos para comprender este movimiento social. Por lo tanto, encontramos en este libro al fenómeno de la indignación social como eje analítico y a la vez articulador de una complejidad que gira en torno a tres elementos sociales que dialogan entre sí:

  • La intersubjetividad
  • La condición objetivable que se puede registrar detalladamente
  • La existencia de propuestas de resistencia

El libro recurre a la Sociología Comprensiva, ya que se refiere a geografías focalizadas y muestra los posicionamientos de los autores/as a través de los relatos que contiene. Estos autores y autoras, se permitieron un lapso de dos años de diálogos, para poder presentar por escrito esta experiencia de co-inspiracion[3], con el fin de reflexionar la realidad social multi-referenciada[4] en contextos desagregados que se describen etnográficamente.

Para el caso de Alemania, la autora Susan Hessel[5] retoma fuentes periodísticas que buscan indagar la respuesta a preguntas detonantes en relación a la indignación causada por las ganancias acumuladas por los mercados financieros y que trastocaron negativamente el bienestar de la población en general. Las preguntas, dónde, cuándo, quién, por qué, para qué y cómo, apoyan la recolección de datos para dar cuenta de los acontecimientos y se auxilia de un programa asistido para manejo de datos CAQDAS como el Atlas.ti.

Por su parte Vizcaíno Pina, nos proporciona reflexiones sobre tres ámbitos:

  • Espacio público
  • Símbolo
  • Poder

Enfatiza que los movimientos sociales de referencia obligados históricamente para comprender a los indignados, son el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México y que data del año de 1994 y el Foro Social Mundial del 2001 de Porto Alegre, en Brasil; estos movieron a que una década después, los movimientos de los indignados fueran el resultado del llamado de Stéphan Hessel (2010). La primavera árabe en la Plaza Tahrir de El Cairo, las manifestaciones en la Puerta del Sol de Madrid, los indignados contra el mundo de las finanzas en Nueva York, hacen que la indignación resuene, en diversidad de lenguas y causas, como un rumor que retumba.

La acampada del Sol en España, descrita en este libro por Laura Cañadillas, revisa el posicionamiento de los medios de comunicación a la convocatoria, preguntándose ¿Qué nos dicen? ¿Qué ocultan?

Otro aspecto que aborda la autora, refleja el interés de mostrar, cómo la acampada del Sol visibiliza necesidades, problemas y demandas de estos nuevos actores, líderes y grupos de apoyo. Concluyen al identificar la multicausalidad del movimiento, y la emergencia de los nuevos actores que se reúnen ante la convocatoria del 15M, estos actores son: la clase política, la clase media alta (donde destacan los jubilados, los endeudados) que encuentran un espacio para la discusión en la asamblea que se realiza en las plazas públicas. Por último, se denota la importancia del internet y la conexión a través de redes como: democracia ya y anonymous, definiendo así el activismo red.

En otra contribución se alude a Croacia (Poljicak y Plazibat) donde la indignación tiene como actores insipientes a los y las estudiantes, a los veteranos de guerra. Los primeros se oponen a la comercialización universitaria y los segundos se muestran insatisfechos ante el papel de los organismos que defienden sus derechos humanos. A estos actores se suman los trabajadores, que pertenecen a sindicatos independientes, los integrantes de partidos políticos, los jubilados, y se incrementa la participación ciudadana en tan sólo un mes marzo 2011 donde se pasó de 5,000 manifestantes al inicio, a 10,000 personas protestando al finalizar el mes, todas y todos cuestionaron al gobierno, no sólo en la capital sino en las principales ciudades croatas. Se valen de redes sociales como Facebook y twitter para organizar las manifestaciones.

Los y las croatas encuentran a través de manifestaciones artísticas musicales la manera pacífica de protestar, organizan el festival que lleva por nombre “La caída de Babilonia”, que les permitió a través del Hip Hop y del Reggae, reflexionar acerca de la violación de los derechos humanos.

Por su parte, Melki, Silvestre y Reinhart, a través de su capítulo, el Movimiento de los Indignados en Francia,  abordan la especificidad de los movimientos sociales franceses donde el telón de fondo es la memoria histórica de la población, la primavera del 68, con sus peculiaridades que la hace suigéneris con su característica de ser cosmopolita en el discurso  se organizan de manera distintiva contra la situación económica y la explotación, la degradación de los servicios públicos y la dominación del poder político sobre el económico.

La presencia masiva de la policía ante el reclamo por los derechos inalienables como la libertad de expresión hace que en Francia la ciudadanía identifique un tipo de violencia estructural, ya que en este país las manifestaciones públicas están consideradas en la constitución política, es decir, se institucionalizaron a partir de la Revolución Francesa que se gestó en la escena pública, es decir, fue en la calle donde se hizo política.

Por ello, los indignados franceses le apuestan a trabajar en relación a un cambio de las mentalidades y la cultura, para dotar de un nuevo sentido a la calle, donde exista una verdadera democracia. Una estrategia de este movimiento ha sido recuperar el diálogo a través de la asamblea pública y en la calle donde comparten sentimientos y emociones que los lleven a encontrarse para luego indignarse.

En el apartado del libro que refiere al caso de Italia por parte de Angelo Codispopoti y Tasselli Paolo, se explica que, las raíces del movimiento de indignación en ese país datan de 2007, y tienen un referente histórico de larga duración. Los aqueja la corrupción entre sus gobernantes; refieren cómo, en 1943, su rey huyó con un gran botín dejando a la nación en crisis; con esa referencia, el 8 de septiembre de 2007, la ciudadanía convocó a manifestarse públicamente contra la corrupción en el parlamento italiano. Esto porque ahí se han identificado a políticos que ejercen sus cargos pese a que han sido hallados culpables de enriquecimiento ilícito y relaciones con la mafia.

Así que, para septiembre de 2011, la ciudadanía italiana se suma al movimiento presentándose ante los medios de comunicación, quienes en sus titulares señalaron, “La protesta hace temblar a la élite política italiana”. Los movimientos de indignados en Italia son el V-Day, el 5 Estrellas del Movimiento, además de los comités que se han conformado por redes sociales, aprovechando los blogs y sitios como Faceebook o twitter que han vinculado a las y los indignados italianos con el resto del mundo. Lo anterior, les ha permitido conformar grupos como el de Democrazia Reale ORA!, que se ha vinculado por redes con otros grupos de carácter internacional, tales como: Word Revolución-Democracia Real YA, y sin lugar a dudas con el 15M.

El capítulo de Aritz Tutor, nos traslada al mundo árabe del norte de África, la lección fundamental en esta experiencia del movimiento de indignados, es que, en sus acciones sociales no hay previsiones progresivas, es decir, se dan sin una planeación, lo que predomina es la espontaneidad, la incertidumbre, sin embargo, se encuentran, coinciden. En África al igual que en Europa las causas son semejantes, en particular, el desempleo juvenil y todas sus consecuencias, ante un 70% de su población eminentemente joven. Son ellos los que encabezan las protestas de indignación por falta de libertad de expresión política, de opinión,  y de libertad en la vida. El autor considera importante destacar que, la clase media y los académicos apoyan estas protestas y no lo hace la gente del campo, los pobres y analfabetas.

Las experiencias de indignados que refiere el libro, muestran la indignación en Marruecos, donde los indicadores giran en torno a la corrupción, a la precariedad del sistema de salud, a la educación elitista en el contexto de un estado monárquico. El Movimiento 20 de febrero (20F) es el representativo, se conforma por un grupo de 70, 000 personas en Marruecos que interactúan vía Facebook, no sólo se indignan, además, debaten sobre economía, política y sociedad. El uso de las redes sociales les ha permitido compartir sus experiencias de indignación con el mundo de manera creativa, tal como lo muestran algunos video-documentales que comparten en plataformas en internet. Los y las marroquíes están interconectados con otros activistas en el mundo a través de estos medios de comunicación e información, donde comparten la demanda de Democracia real y efectiva.

Una vez que se exponen los distintos movimientos de indignados en el mundo, Fracisco A. Muñoz y J. Manuel Jiménez, muestran que la indignación es un movimiento de empoderamiento pacifista acorde a los postulados de Stéphane Hessel. Donde las emociones y los reconocimientos de problemas diversos que afectan a una gran mayoría mundial, llevan a una postura de indignación; donde la ética y los valores, se constituyen en la virtud que mueve a la humanidad a demandar, a manifestarse, a movilizarse de manera pacífica, con la finalidad de integrar y conciliar la pluralidad de inquietudes y desafíos,  generales o particulares.

A modo de reflexión final, Darin McNabb y José Antonio Hernanz, nos dejan en el último texto del libro una reflexión filosófica respecto de algunas emociones que son propias de la naturaleza humana, tales como la indignación o la humillación, que podemos experimentar ante eventos que sentimos injustos. Su disertación filosófica es una motivación a tomar conciencia ante eventos que nos provocan sentimientos incómodos, que nos entristecen o acongojan. Los autores refieren el manifiesto de Stéphane Hessel, para indignarnos de manera organizada y pacífica ante las causas injustas que nos afectan directamente a todos y todas.

El libro cierra con el Manifiesto del Movimiento 15M que, desde mi punto de vista, deja una invitación a la indignación, después de haber conocido las diversas expresiones de esta naturaleza en el mundo, recogidas por las y los académicos que participaron en este libro. Es necesario precisar que considero esta obra un referente obligado para las y los interesados en conocer la participación de la sociedad civil mundial en los movimientos sociales pacifistas, innovadores y propositivos.

Referencia bibliográfica:

Bueno Sánchez, E. (2015). Reseña: La Indignación. Revista de Paz y Conflictos, 8(1), 27-280.

[1] Danú Alberto Fabre Platas es investigador en el Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales de la Universidad Veracruzana, México. Correo electrónico danufabre@gmail.com

[2] Carmen Egea Jiménez es Profesora titular de la Universidad de Granada, España. Correo electrónico cegea@ugr.es

[3] Inspirarse mutuamente para escribir el libro, pero de igual manera, es analogía de conspirar para producir esta  obra  intelectual que da cuenta del poder que cobran las y los ciudadanos organizados, al poner en tela de juicio a las y los que violan los derechos humanos, y que originan la indignación.

[4] Me percato de la reflexión mul-tireferenciada que hacen las y los autores, al reconocer, la heterogeneidad a la vez que se recupera la singularidad de los movimientos de indignados; además, resalta la capacidad que tienen las y los actores de organizarse sobre sí mismos y el entorno, e identifican la inclusión de la ciudadanía para su involucramiento de todo tipo, desde lo cognitivo, hasta lo afectivo, pasando por lo ideológico, etc.

Navegación<< Aprendizajes colectivos para la participación infantil en la defensa del territorioTraducción. Capítulo 2 La Disciplina de la Sociología >>