La alimentación juega un papel fundamental en nuestra salud física, esta última es asociada a un estado general de bienestar con uno mismo, lo que incluye también la salud emocional.
La relación entre sustentabilidad y alimentación es estrecha, ya que ambos temas están relacionados con cómo se producen, se distribuyen y se consumen los alimentos.
En términos de producción, la sustentabilidad se refiere a la práctica de cultivar y criar alimentos de manera respetuosa con el ecosistema, priorizando la agroecología y reduciendo el uso de pesticidas y fertilizantes químicos. En cuanto a distribución, la sustentabilidad se refiere a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la huella de carbono de los alimentos a través de prácticas de comercio justo, comercio local, reducción de los desechos generados por el embalaje y producción, así como al transporte eficiente de los alimentos. Por parte del consumidor hay mucha responsabilidad en el elegir productos con base en diversos criterios de cuidado por ejemplo, la huella hídrica, de carbono y en general la huella ecológica que generen, prefiriendo aquellos que produzcan bajos impactos ambientales.
En cuanto al consumo, la sustentabilidad se refiere a la elección de alimentos saludables, nutritivos y de bajo impacto ambiental, buscando la reducción del desperdicio alimentario y promover hábitos alimenticios sostenibles, como el consumo de alimentos de temporada, de producción local, que no sean ultra procesados, que no generen daños a la salud ni al ambiente. También reduciendo el consumo de carne y productos animales.
Subrayamos, la sustentabilidad y la alimentación están estrechamente relacionadas, ambas buscan mejorar la forma en que se producen, se distribuyen y se consumen los alimentos, con el objetivo de mejorar la salud humana y ambiental. Una alimentación sustentable, entonces, consiste en consumir alimentos saludables (nutritivos y libres de agroquímicos y otras sustancias tóxicas), cuyo consumo genera pocos residuos inorgánicos y que estén producidos localmente por productores que cuidan su entorno.
La Universidad Veracruzana, a través de su Plan maestro de sustentabilidad 2030, afirma su compromiso por fomentar modelos de producción y consumo de alimentos sustentables y agroecológicos, buscar la mejora de los ambientes alimentarios de la comunidad universitaria y promover actividades hacia la salud integral que también revaloricen las medicinas tradicionales y terapias complementarias.
