|
|
Mujer
y educación:
entes fundamentales para el progreso
de nuestra nación*
Alonso Cruz Hernández* (Facultad de Medicina-
Ciudad Mendoza)
(Primera de dos partes)
|
|
La
mujer, elemento fundamental de la sociedad y célula primordial
del núcleo familiar, representa hoy una pieza clave para
el progreso de nuestra nación.
No cabe duda que el papel de la mujer a lo largo de la historia
ha estado sujeto a múltiples abusos y reprimendas, sin embargo
siempre ha tenido el carácter suficiente para brillar con
luz propia.
En nuestro querido país, México, lamentablemente no
ha sido la excepción y la mujer ha mantenido una lucha constante
contra el hombre, el supuesto “sexo fuerte”, ya |
que
siempre ha tratado de limitarlas a las labores domésticas
sin dejarlas salir más allá de lo que representa su
campo de trabajo: el hogar.
Pero en la actualidad esto es diferente, tiene que ser diferente,
ya que respondiendo a las exigencias de un país que vive
la infancia de la democracia, lógicamente se necesita que
tanto hombre como mujer tengan una mentalidad emprendedora, un espíritu
de competencia y que día a día tiendan a ser mejores,
a ser verdaderos líderes, no importando sexo, edad, raza
o credo, simplemente acatando la sensatez de cada persona y para
esto, se necesita educación y preparación para ser
lo suficientemente maduros y estar concientes de lo que este cambio
democrático representa.
Desafortunadamente nuestra patria es aún de contrastes, ya
que basta con salir a las calles y en unos cuantos metros podemos
ver las dos caras de la moneda: primero, a una mujer triunfadora,
preparada, exitosa, muy bien vestida y educada; sin embargo, si
volvemos la vista un poco atrás, podemos ver a una mujer
de pueblo, muy humilde, de vestimenta sucia y vieja, producto del
arduo trabajo que representa el campo; vendiendo unas cuantas verduras
para ganar algunos pesos y así poder medio comer durante
ese día. |
La premiación,
de manos de Martha
Sahagún de Fox, en la residencia oficial
de Los Pinos. |
De
ninguna manera quiere decir que todas las mujeres mexicanas deben
ser adineradas, portar ropa cara y tener un excelente trabajo, sino
que la igualdad debe estar en el sentido de la educación,
es decir, que aunque ambas mujeres contrasten en su vestimenta,
tengan un mismo idioma, una misma mentalidad, que ambas estén
concientes que provenimos de una misma cultura, con innumerables
grupos étnicos, ricos en tradiciones y costumbres, que desafortunadamente
agonizan debido a la marginación; deben estar concientes
también de que luchamos por una misma corriente y una misma
bandera, que ambas puedan decir que tienen las mismas oportunidades.
Si hablamos del sentido del triunfo, desde luego que ambas son triunfadoras.
La primera, por sus logros profesionales, por ese afán de
sobresalir y esa tenacidad para ejercer su profesión; la
segunda, por su compromiso con la vida, con nuestra Nación,
ya que aunque sea una persona que no tenga en lo absoluto algún
grado de educación es una persona trabajadora, emprendedora,
que se arriesga y apuesta por ir a buscar algo de dinero para no
estancarse en las limitaciones que su estrato social le ofrece,
es decir, en esencia, ambas mujeres buscan lo mismo: progresar. |
|
Por
lo tanto, si queremos de una vez llegar a ser un país de
primer mundo, se debe buscar la manera de homogeneizar a esa población,
de hacer esas diferencias menos bruscas, menos ilógicas.
Lo ideal sería que ambos tipos de mujeres tuvieran un horizonte
igual de amplio, la misma posibilidad de aprender, de educarse y
superarse, que ambas tuvieran las mismas facilidades para realizar
una carrera. Y, por ejemplo: ese obstáculo que representa
para unas vivir en la sierra no sea impedimento para tener el acceso
y el privilegio de obtener algún título profesional
y que deje
|
de
ser exclusivo de las personas que viven en las ciudades.
Este es uno de los principales retos de nuestro gobierno, el acortar
distancias, para que así, todas las mujeres y en general
todas las personas tengan la misma oportunidad, que partan de una
misma salida y que ya no exista la disparidad que ahora lamentablemente
tenemos a todo lo largo de la república.
* Segundo lugar nacional en el concurso de
ensayo: Mujer y Educación, convocado por el Instituto Nacional
de Mujeres (INM) y el Instituto Nacional de la Juventud (Injuve). |
|
|
|
|